Sé que te haz deprimido o entristecido cuando
depositas tus sentimientos, seguridad, creyendo100% en las palabras o promesas
de una persona que luego resulta ser quien te traiciona, hiere, abandona y/o miente.
Te salen las cosas contrarias a como pensabas.
Cuánto duele!!!. Esa es una realidad palpable que se vive a diario y que todos,
sin temor a equivocarme, alguna vez hemos vivido de cerca o en carne propia…y
sabes por qué? porque ponemos algo tan valioso como lo es nuestra “fe”en el
lugar equivocado. Los humanos, por naturaleza, como seres imperfectos,
cometemos errores, fallamos. Y por eso es que vamos de decepción en decepción,
los unos a los otros. Hasta en la Biblia lo dice: “«Maldito el hombre que confía
en otro hombre; que finca su fuerza en un ser humano, y aparta de mí su
corazón. (Jeremías 17:5)
Jesús nos enseña en su Palabra a que confiemos
ciegamente solo en El, porque es el único que nunca nos va a fallar, nuestro
amigo fiel, que siempre cumple.Mayormente las personas cometemos el error de
que buscamos llenar los vacíos que sentimos, poder cicatrizar nuestras heridas,
olvidar un mal recuerdo, o cambiar nuestras tristezas detrás de una supuesta
“felicidad”, muy lejos de Dios: en el
alcohol, las drogas, en fiestas paganas,en la promiscuidad, etc. Pero esas vías
que se utilizan como escape, no te traerán el resultado esperado, lo único que
lograrás es profundizar más tu angustia, ocasionándote problemas, enfermedades,
terminar derrumbándote al más hondo de los abismos (y por ende, la destrucción de
tu familia) o simplemente acabando con tu vida. Mereces terminar de esta manera?
Solo quienes hemos experimentado el encuentro
personal con Jesús, y le hemos aceptado con sincero corazón como nuestro único Señor
y Salvador, podemos decir con seguridad que solo en Él está la felicidad plena,
que podemos llenarnos de esa paz y alegría sobrenatural, al darnos cuenta de cuánto
amor e infinita es su misericordia con cada uno de nosotros. Eso hay que
vivirlo. Solo en Él se siente ese gozo que no tiene fin. Las cosas que ofrece
el mundo son solo trampas que te esclavizan, te atan y por ende nunca serás
feliz, solo sentirás satisfacciones que son pasajeras. Haz visto personas que
tienen un vicio muy fuerte, por ejemplo, con el cigarrillo, y aunque desean
dejarlo, no pueden? Eso es esclavitud, ya no pueden controlar su cuerpo, es esa
sustancia quien tiene la autoridad. No caigas tú en lo mismo.
Hermano/a: no te dejes confundir. Sé que
pensarás que es difícil, porque es como navegar en contra de la corriente, es
más fácil dejarse arrastrar por nuestras debilidades.Yo quiero invitarte a demostrarle
a Dios cual es el lugar en el que está colocada tu fe, tu confianza, si es en
los hombres o en El. Si aún no te haz decidido, estás a tiempo de hacerlo y
decir: JESUS EN TI CONFIO!!!! Y creo fervientemente en que lo que tienes
preparado para mí, es lo mejor, es lo más conveniente. Estoy en tus manos.
Demuéstraselo manteniendo la paz en tu
corazón, no desesperándote, no tomando decisiones precipitadas, sino aceptando
y esperando su voluntad, alabando a Dios, adorándolo en medio de cualquier valle de
sufrimientos que estés atravesando, y sobretodo darle gracias por lo que vas a
recibir, lo que vas a alcanzar. ESO ES CONFIAR: TENER LA CERTEZA DE QUE
OBTENDREMOS LA VICTORIA, QUE ES NUESTRA Y QUE NADA NI NADIE NOS LA ARRANCARÁ!!!
Porque para eso nacimos, para ser felices y si no es así, no tiene sentido.
La autora es Licda en Derechos y vive en el
municipio de Nagua.
0 Comentarios