Por Yasmin de la Cruz García
La noticia de la violación y
asesinato de estas niñas nos causan consternación y llenan de impotencia, Carla
Massiel y Liz María la imagen pura de inocencia y sueños que ya no se verán
cumplidos. La infancia es un momento maravilloso de la vida en el que las cosas
sencillas causan gran impacto y emociones positivas en los niños, en esta etapa
se divierten jugando con otros niños y pueden experimentar alegría sincera y
satisfacción producto de estas experiencias, es una etapa en la que no deberían enfrentar la
crueldad e injustica del mundo que les rodea, sino que les debería garantizar
momentos de felicidad para su sano desarrollo socioemocional ya que éste depende
mucho de los sentimientos de confianza, seguridad, afecto, amistad, cariño y comprensión que reciben de los adultos; es
decir, sus padres y parientes cercanos.
Carla Massiel y Liz son un
claro ejemplo de muchas realidades que se viven en algunas familias de diferentes estratos sociales; no sólo en los barrios o sectores
marginales,una realidad donde los niños tienen que vivir con el distanciamiento
e indiferencia de sus padres debido a los ritmos de vida que llevan, en muchos casos los padres se olvidan de lo valioso que es acompañar y vivir
grandes experiencias con los hijos, enfocarse en los trabajos y responsabilidades les hacen olvidar lo
importante que es afianzar estos vínculos con los seres que más se deberían
amar; sus hijos, lamentablemente esto se
traduce en la mayoría de los casos en negligencias que facilitan que otros adultos
con intenciones perversas se acerquen a los niños y estos vean en ellos la
imagen de cariño, atención y amor que necesitan para ser más feliz. La
pedofilia es una parafilia que puede afectar principalmente al sexo masculino,
los pedófilos son personas que rara vez se ven amenazantes, toscos, agresivos;
por el contrario, tienden a ser amigables, dulces, cariñosos y pueden ganar la
confianza de los niños con estas actitudes, un rasgo importante es que se
acercan a la familia con la intención de ganar la confianza de todos para
satisfacer sus instintos y fantasías sexuales con niños.
Lamentablemente vivimos en una sociedad que en diversas ocasiones se
hace ajena e indiferente a muchas situaciones y se convierte en una simple
espectadora del abuso por negligencia infantil ¿Qué hace una niña aceptando
regalos con el consentimiento de sus padres por parte de un vecino?¿Qué hace
una niña en las calles en altas horas de noche?, ¿en qué momento se perdió el
control, la supervisión de los adultos?,¿qué hace una menor visitando y
quedándose en casa de un adulto que vive solo?, cuando nos volvimos tan
salvajes que no podemos cuidar de nuestras crías como otros animales? No serían
suficientes estas líneas para expresar las interrogantes que tenemos... el
departamento de Salud Y Servicios Humanos
de Michigan, Estados Unidos, en un artículo Publicado recientemente sobre
la responsabilidad familiar refiere que
los adultos son responsables del cuidado de los niños y estos asumen un compromiso para toda la vida, ser padres es un referente de fe, amor,valor y la alegría que les
ofrecemos a nuestros hijos, es nuestra
responsabilidad estar pendientesde ellos en todo momento del día y la noche,
además de proveer el cuidado y sustento que necesitan
diariamente.
Éstos asesinatos de Carla
Massiel y Liz Maríanos llaman a reflexionar como sociedad, como padres, como profesionales,
pues podríamos destacar un elemento o factor común en estos dos casos; el abuso
por negligencia producto quizás del descuido, dejadez o indiferencia por parte
de los adultos responsables de salvaguardar, preservar y respetar los derechos que
les son referidos a cada niño. El código
para el sistema de protección de los niños niñas y adolescentes Ley 136-03 de
la República Dominicana Establece en su artículo 59 que todo niño y niña tiene derecho a ser criado en el seno de una familia,
asimismo en el párrafo dos establece que la
familia debe ofrecer un ambiente de afecto y seguridad que permita el
desarrollo integral de los niños niñas y adolescentes. El caso de Carla
Massiel y Liz nos deja mucho para reflexionar sobre el papel que juega la
familia en estos tiempos para garantizar los derechos mencionados
anteriormente.
Así mismo el artículo 14 de
la misma Ley 136-03 establece el derecho de los niños, niñas y adolescentes
para que sea denunciado cualquier tipo
de abuso o maltrato. Los funcionarios, profesionales de las diversas
áreas públicas y privadas así como cualquier ciudadano que conozca de una
situación de violencia o abuso está en la obligación de denunciarla ante las
autoridades competentes,quedando exento
de responsabilidad penal y civil por la información que proporcione, sigue citando el referido artículo en un párrafo siguiente;
que el incumplimiento de lo anterior podría generar sanciones penales. Como
entes de la sociedad y comprometidos con el bien común es nuestra obligación y
nuestro deber ayudar en lo adelante a prevenir estos casos e impedir que sigan
lesionando el desarrollo de nuestros niños y en el peor de los casos, se les
arrebate la vida de manera cruel y despiadada.
La autora es Maestra y Psicopedagoga.
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