Por: Psic. Ánge García-Juárez
En marzo de 2020 mientras todas las naciones se encontraban frente a un caos devastador, el mundo olvidó un evento que se conmemora desde 2013, nos referimos al 20 de marzo, Día Internacional de la Felicidad, calendarizado por las implicaciones que la felicidad desempeña en la vida de las personas.
Desde entonces se
ha valorado la felicidad como aspiración universal del ser humano. Por esas
razones y porque esta es la encargada de generar neurotransmisores cerebrales,
para el beneficio de todo el organismo. Es así que es fundamental considerar a
la felicidad como un elemento necesario para el cuidado de la salud en estos
momentos tan delicados que la población mundial está viviendo.
Para poder mantenerte relajada, es importante
aplicar técnicas que puedan asegurar la disminución de los efectos que la
cuarentena podría estar desencadenando en las personas. Es importante
considerarlas como parte de tus actividades diarias, y como parte entonces de
los factores protectores necesarios en esta contingencia.
A continuación, mencionaremos algunas de las técnicas que te permitirán
mantener un estado de calma y con ello encontrar así formas para asegurar tu
felicidad.
El objetivo de las técnicas de relajación son
los siguientes:
·
Es importante que mantengas sano el latir de tu corazón,
la respiración ayudará a controlar el ritmo de tu corazón.
·
Utilizar la respiración como eje de tu
control, controlarla ayudará a mantenerte tranquila.
·
A través de las técnicas de relajación tu alimentación se regulará y
esto permitirá mantenerte saludable.
·
El cuerpo es el eje de tu andar, es tu centro, recuerda que ser
consciente de tus sensaciones te ayudará a evitar la tensión y el dolor
crónico.
·
El pensamiento debe analizarse, es importante mantener tu concentración y claridad.
·
Recuerda que es importante mantener el cuidado de tu sueño,
si tienes un descanso adecuado, te sentirás mucho mejor a pesar de las
dificultades.
·
Disminución de la ira y la frustración. Conoce y comprende
tus emociones, recuerda que en un momento como en el que nos encontramos
reconocer y trabajar las emociones hará la diferencia y evitará que salgas de
control.
Cuando las personas se encuentran en momentos de estrés
complicado, por ejemplo un divorcio, una pérdida de empleo, un cambio de
domicilio o bien una situación de encierro como lo son estos momentos de sana
distancia, muchos de ellos llegan con sintomatología ansiosa y síntomas también
de depresión, desde leve hasta grave. Generalmente podemos observar en ellos una
gran cantidad de ideas que no los dejan en paz, ideas tales
como: “Me
voy a contagiar, qué voy a hacer”, ”Me siento solo, no puedo más con esto, soy
un inútil que no puede aguantar unos días así”, “Mis papás, nos odian a mi y a
mis hermanos, no toman las medidas que recomiendan, ¡los odio!”.
Este tipo de situaciones y /o pensamientos, generan temor,
ansiedad, angustia, miedo y otros tantos sentimientos que pueden
experimentarse. Sin embargo, ante esta situación podemos recurrir a técnicas
autógenas, mejor conocidas como técnicas interiores, utilizando la recreación
de eventos, situaciones, lugares o personas significativas y de calma buscando
con ello la obtención de bienestar. En otras palabras, utilizamos imágenes visuales
para disminuir el estrés.
En esta técnica
se pide a los pacientes que recreen en la mente a través de la repetición de
palabras o recomendaciones en la cabeza una idea y se pide que detalle los
elementos que hacen de esa idea, una idea de bienestar, puede ser por ejemplo
los detalles de un bosque, la tranquilidad del viento, el pasto sobre los pies,
los hijos jugando sonriendo, el cantar de las aves.
Siempre en contacto con aquello que sea significativo para el
paciente, un entorno tranquilo, un lugar, un espacio, un
momento de la vida. Ayudado siempre de una respiración relajada
y controlada en disminuir la frecuencia cardiaca y disminuir al mismo tiempo
las sensaciones físicas, manteniendo un nivel significativo de relajación.
Para otro grupo de pacientes, la imaginación no resulta tan
funcional, en esos casos utilizamos otras técnicas más centradas en el presente
y en lo corporal. Por ejemplo, para este tipo de pacientes es recomendable
poder utilizar la técnica de ‘Relajación Muscular Progresiva’ que
consiste en identificar en tu propio cuerpo las tensiones que estás teniendo de
manera no consciente. Se utiliza la comparación entre tensión y distensión. Los
pacientes se centran en tensar un grupo muscular, por ejemplo, se puede pedir
al paciente que tense los músculos de los hombros, subiéndolos lo más que pueda
hacia sus orejas, para después dejarlos caer relajándolos lo más posible. Este
tipo de técnicas ayuda a reconocer los grupos musculares que están en tensión,
a fijar el presente, el aquí y el ahora, reconociendo las sensaciones
corporales.
Así mismo para
poder mantenerte relajado y feliz, puedes utilizar algunos otros elementos como
el ejercicio o la meditación. Una persona puede mantenerse relajada si
aprende a controlar sus emociones, algo que en terapia puedes aprender.
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