En ocasiones algunos de nosotros nos encontramos luchando contra la mano de Dios, tomamos decisiones contrarias a los planes eternos, planificamos actos opuestos a los planes de Dios, a veces por no estar de acuerdo, hacemos daño pequeñitos hijos del señor, obviando su palabra que nos ordena a amarlo a Él sobre todas las cosas y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
A pesar de esto, es necesario entender que los planes de
Dios se van a cumplir por más tropiezos que le pongamos y que nuestras malas
acciones y decisiones solo conseguirán alargar nuestro propio desierto.
Es necesario saber que los planes de Dios son
inconmovibles, que a quien Dios manda respalda, y cuando nos oponemos nos puede
acontecer como a Saulo de Tarso cuando perseguía la iglesia o como al pueblo se
Israel cuando salía de Egipto.
Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de
Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en
tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? El dijo:
¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te
es dar coces contra el aguijón.
Hechos 9:3-5
"Duro es dar coces contra el aguijón"...
En esta reflexión quiero invitarle a orar para que pueda
entender los planes de Dios para su vida y actuar conforme a su voluntad, le
invito a orar y poner todas sus cargas, ansiedades y temores en Jesús, ya que
de nada valdrán que se oponga porque lo que Dios ha dicho se cumplirá.
Ríndete ante Cristo, haz el bien, actúa por su palabra y el
obrará maravillas en tú vida.
La autora es Psicóloga, defensora del medio
ambiente y ganadora del PNJ.
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