Por Elena Sanz
El engaño emocional no implica contacto físico, como sí lo
hace la infidelidad tradicional. Aún así destruye el vínculo de confianza que
comparte la pareja.
Normalmente pensamos en la infidelidad como un contacto íntimo o sexual de uno de los miembros de la pareja con un tercero. Sin embargo, últimamente el concepto de infidelidad tradicional se está redefiniendo para abarcar otro tipo de manifestaciones categorizadas como engaño emocional.
Este no necesariamente implica un contacto a nivel físico.
Pero, del mismo modo, constituye una transgresión a la confianza, y al contrato implícito o explícito que existe
en todas las parejas. Claro está, siempre que las mismas estén establecidas
como relaciones cerradas y comprometidas.
¿En qué
consiste el engaño emocional?
El engaño emocional es definido como cualquier
vínculo que se produce a través del sentimiento o pensamiento, aunque
no llegue a ocurrir un contacto íntimo. Así, englobaría situaciones tales
como fantasear con una persona diferente a tu
pareja, o pensar en consumar relaciones con ella. Pero también definiría
acciones en las que se involucra la comunicación y el intercambio de
sentimientos con un tercero.
Con el impresionante desarrollo tecnológico que hemos vivido en las últimas décadas nuestras costumbres han cambiado. Surgiendo así oportunidades y posibilidades que antes no se contemplaban. Por ello, la idea de engaño o infidelidad se ha ampliado, dando cabido a conductas contemporáneas tales como:
- Intercambiar
mensajes íntimos con alguien a través del móvil.
- Conocer
a una persona a través de Internet.
- Mantener
una relación cercana e íntima a través de cualquier fuente disponible no
física.
- Visualizar
material pornográfico mediante cualquier medio o
dispositivo.
¿Cuál es
la causa de la infidelidad emocional?
Evidentemente, cada caso particular es diferente y presenta
sus propias características. Sin embargo, en cualquier caso, se trata de
relaciones dañadas o deterioradas. Parejas que, en mayor o menor
medida, presentan carencias en algún ámbito de su vínculo. Difícilmente
una relación sana se vería involucrada en un engaño
emocional, pues en ella la comunicación y el respeto son pilares fundamentales
y bien consolidados.
Dicho esto, una de las causas más comunes que abocan a
alguno de los miembros de la pareja a cometer engaño emocional es el deseo de
evasión. Cuando la relación se torna rutinaria o conflictiva, cuando escasea el cariño, la intimidad y la
complicidad entre ambos miembros, uno de ellos puede recurrir a esta
estrategia para paliar la insatisfacción que siente.
Un hecho curioso es que, generalmente, quienes
llevan a cabo el engaño emocional no tienen la intención de terminar con su
relación de pareja. Es más, en muchos casos considerarán que no están
cometiendo infidelidad dado que no existe contacto físico con este tercero.
Es probable que se escuden en este hecho para justificar un
acto que, a todas luces, incurre en una falta de respeto por la persona con
quien comparte su vida. Sin embargo, el engaño emocional puede ser
el primer paso para que la infidelidad pase al plano físico, dado el
estrecho vínculo que se crea entre ambos.
¿En qué se
diferencia el engaño tradicional de la infidelidad emocional?
La principal diferencia radica en la ausencia
de contacto físico que ocurre en el engaño emocional. Mientras
la infidelidad tradicional implicaba la consumación de una relación entre dos
personas que se encontraban en el “mundo real”, en este caso es posible incluso
que ambos no se conozcan personalmente.
Muchas veces el engaño emocional se lleva a cabo
través de dispositivos electrónicos como el ordenador o el teléfono móvil. Y,
por lo general, se basa en un intercambio de opiniones, sentimientos o apoyo.
Incluso cuando se ve involucrado un cierto tono íntimo, con connotaciones
sexuales, las personas realmente no establecen un contacto físico directo.
Normalmente este se produce mediante sexo telefónico o videollamada.
A pesar de todo, la comunicación con este tercero
suele implicar coqueteo, seducción y halagos. La persona infiel presta
su atención e interés a alguien que no es su pareja, y establece un vínculo
importante con ella. Incluso aunque este quede restringido al plano emocional.
Por ello, se está violando el compromiso
establecido con la pareja y se está faltando al respeto al vínculo de confianza
que debería compartirse. Cuando se produzca una infidelidad emocional será
importante revisar la relación y hacer un ejercicio de sinceridad, tanto con
nosotros mismos como con nuestro compañero. Descubrir cuales son las carencias
que han provocado el engaño y decidir si se desea reparar la relación o
finalizar la pareja.
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