Manuel Núñez
Hacer un favor sin
pensarlo, ayudar desinteresadamente, pensar en los demás más que en uno
mismo.... todos son comportamientos que favorecen la propia felicidad y la de
todos. Lo dice la ciencia.
León Tolstói escribió sobre la necesidad de "amar al prójimo, amar a los enemigos, amar todo". Un estudio científico que se ha prolongado durante décadas confirma que cuando somos bondadosos y amables con los demás, ganamos felicidad y salud.
La bondad y la
amabilidad son virtudes esenciales para contruir relaciones personales
positivas que podrían extenderse como una red para construir una
sociedad cooperativa, basada en la confianza y la ayuda mutua.
LAS VENTAJAS DE
SER ESPONTÁNEAMENTE BUENO Y AMABLE
Parecen solo palabras
muy bellas, pero sin contacto con una realidad donde priman ideales como el
individualismo y la competitividad. Sin embargo, la ciencia cinfirma que funciona
mejor el comportamiento desinteresado y bondadoso.
Los investigadores
analizaron los resultados de 126 artículos de calidad con 200.000 participantes
de todo el mundo, que contestaron encuestras sobre la relación entre
comportamiento amable y felicidad o realizaron prácticas de bondad,
cuyos efectos fueron observados por los científicos.
Estos estudios midieron
el bienestar de diversas formas, incluida la salud física y mental. Según los
resultados, las personas amables tendían a experimentar un mayor
bienestar. Pero el investigador principal, el doctor Bryant Hui,
profesor en la Universidad de Hong kong, quiso saber qué tipos concretos de
comportamiento se asociaban con una mayor felicidad.
El autor es periodista
especializado en salud y ecología
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