Lo malo es que la mayoría de
los inmunizados no tienen ni idea de en qué consiste exactamente su nuevo
“estado”. Sobre todo si no son ni científicos, ni médicos, ni sanitarios.
Porque, como en otras tantas otras etapas de esta horrible pandemia que estamos
viviendo, la información no se difunde como debería a la población de a pie
(tema que no comentaré aquí por faltarme la corrección política necesaria para
dejar alguna cabeza sin cortar).
Es necesario, pues, tener a
mano un listado de cosas que uno tiene que saber. De esta forma los vacunados
tendrán claro qué tienen qué hacer (o qué no deben hacer) tanto para asegurar
su propia seguridad como para garantizar la de los demás.
Once cosas que un vacunado
de covid-19 debe saber
1- Usted está inmunizado por
lo que, en principio y en teoría, tiene pocas probabilidades de
desarrollar la enfermedad. Pero, ¡ojo!, sí que puede
contagiarse si contacta con el virus. Dicho de otra forma, la vacuna
le protege (estadísticamente) para no enfermar de covid-19 pero no evita que el
SARS-CoV-2 entre en su cuerpo.
Por eso es muy importante
recalcar que, aunque las vacunas tiene un altísimo porcentaje de efectividad y
eficacia, siempre quedará una duda: ¿y si tengo la mala suerte de estar
en la zona estadística residual de la ineficacia? Además, el
rendimiento de una vacuna en el mundo real no tiene por qué coincidir
exactamente con la eficacia demostrada en el ensayo clínico, por lo que ese
problemático piquillo estadístico puede ser más amplio de lo esperado.
2- Aunque su inmunización
será, con alta probabilidad, efectiva, sí que puede verse reducida. Me explico.
Las vacunas actuales usan como referencia antigénica la proteína S del
SARS-CoV-2 que primero se secuenció, esto es, la de la corona de la cepa china
original generada en Wuhan. Por eso, si se producen mutaciones que
afecten a dicha proteína, puede alterarse el efecto neutralizador de los
anticuerpos, ya que estos fijan al virus por la corona.
De hecho, esto es lo que ha
pasado con la cepa sudafricana (B.1.351), aunque no con la británica (B.1.1.7)
ni con la brasileña (P1). En otras palabras, las vacunas se irán
quedando obsoletas ante la inevitable evolución coronavírica. Ésta es la razón
por la que algunas vacunas contra determinados virus (como el de la gripe) hay
que ponérselas todos los años.
3- Las farmacéuticas,
consecuentemente, irán incorporando las secuencias mutantes en los sucesivos
procesos de fabricación de vacunas. Pero como la evolución sigue su curso sin
detenerse, irán surgiendo nuevas cepas que coexistirán con las anteriores. El
problema, por tanto, es que a priori no se puede saber con qué cepa de virus,
en concreto, se va a contactar. Puede que usted se contagie con una
cepa nueva para la cual su vacuna sea vieja.
4- Como no se están
secuenciando todos los casos de covid-19, no se sabe si las reinfecciones se
deben a cepas diferentes a las causantes de la primera enfermedad (contra la
que se supone que hemos adquirido inmunidad al superarla), o si, por el
contrario, se trata de la misma y hemos perdido la inmunidad con el paso del
tiempo (lo que sería mucho peor). Por lo tanto, tampoco está muy clara la información
con respecto a las reinfecciones.
5- Usted está inmunizado,
pero no esterilizado. Esto quiere decir que usted puede ser una fuente
de contagio para las personas que no están vacunadas, lo que incluye sus
pertenencias, sus ropas y todo aquello que caiga bajo su radio de acción.
6- Usted está inmunizado,
pero no sabemos si es portador del virus. Tenga en cuenta que puede
estar infectado de nuevo por el SARS-CoV-2 y ser completamente asintomático. Por
eso, aunque su carga viral será reducida (algunos estudios avanzan que mínima),
usted puede seguir siendo peligroso para un no vacunado.
7- No sabemos aún
por cuánto tiempo será efectiva la inmunización generada por las vacunas. Recuerde
que todas las investigaciones están generándose a tiempo real y todo el planeta
está actuando como un macrolaboratorio donde los cobayas somos los humanos.
Entonces, ¿dónde están las
ventajas de la vacuna?
8- La inmunidad
generada por las vacunas es altísima, mucho más que la obtenida tras pasar
la enfermedad. Es, por lo tanto, muy improbable enfermar de covid-19
estando vacunado.
9- A pesar de ello,
si se contagia y desarrolla la enfermedad, las consecuencias serán muchísimo
más leves porque su carga viral será mucho menor. Las primeras
evidencias de los efectos protectores de las vacunas se obtuvieron en macacos
(Macaca mulatta) vacunados y enfrentados de nuevo al virus.
Éstas son extrapolables a
nuestra especie, donde los últimos estudios avanzan que la vacunación es muy
eficaz contra la infección por SARS-CoV-2 (incluyendo tanto las infecciones
sintomáticas como las asintomáticas).
En el caso de tener la mala
suerte de ser diagnosticado con covid-19 una vez vacunado, sepa que la
tasa de hospitalización es un 60% menor en los vacunados que en los no
vacunados.
10- El hecho de
estar vacunado hace que la posible infección por nuevas cepas traiga como
consecuencia unos síntomas mucho más reducidos de la enfermedad. Es decir,
aunque con vacuna vieja, es mucho mejor estar vacunado que no estarlo.
11- La vacunación
masiva tiene un efecto beneficioso fundamental: al romperse la cadena de
transmisión, se dificulta la propagación del SARS-CoV-2. Éste es el
punto clave para terminar con la pandemia y empezar a relajar las molestas
medidas de seguridad, como el uso de mascarillas, el mantenimiento de la
distancia de seguridad o la restricción de movilidad.
Conclusiones
A nivel planetario, cuando
la vacunación sea masiva el virus tendrá muy difícil replicarse y la pandemia
estará controlada. Eso significa que podremos viajar y recuperar nuestro
dinamismo social.
A nivel personal, estando
vacunado será muy improbable que usted enferme de covid-19. Y, si acaso
enferma, será muy difícil que lo haga gravemente. Pero, recuerde, hasta que la
vacunación no sea masiva su imprudencia puede llevar a la muerte a los que no
tienen la suerte de estar vacunados aún.
Fuente: Infobae
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