Uno de los exponentes más conocidos del movimiento FIRE en Estados Unidos, que aboga por conseguir la independencia financiera para jubilarse a una edad temprana, logró su objetivo a los 30 años.
«Puedo vivir de las rentas el resto de mi vida», dice Grant
Sabatier. En solo cinco años juntó US$1,25 millones luego de ahorrar e invertir
cerca de un 80% de sus ingresos.
¿Cómo lo hizo? Tomó unos cursos en internet de marketing
digital, consiguió un empleo, fundó su propia empresa, ahorró e invirtió su
dinero en la bolsa y compró algunas propiedades.
«Vivía en un apartamento miserable, tenía un auto
miserable, y me pasaba casi todo el tiempo trabajando y ahorrando dinero»,
cuenta el autor de «Libertad Financiera» y fundador del sitio web BankBonus.
«Desde el inicio mi objetivo era juntar dinero
para comprar mi libertad», dice en diálogo con BBC Mundo.
«Nunca me interesó el dinero por el dinero. Mi idea era
conseguirlo precisamente para tener independencia financiera», cuenta ahora que
tiene 36 años.
Y aunque logró conseguir los fondos que necesitaba para
jubilarse en muy poco tiempo, también cometió errores en el camino. A partir de
esa experiencia, Sabatier habla de las cuatro preguntas que considera
esenciales para vivir sin tener la obligación de trabajar.
1. ¿Cómo me ayudará el dinero a alcanzar mis metas?
«Mucha gente piensa que el dinero les va a permitir
conseguir lo que desean. Pero lo importante es que te preguntes primero qué es
lo que realmente quieres en la vida y si el dinero puede ayudarte a lograrlo»,
dice el emprendedor.
La pregunta es fundamental, explica, porque algunos
persiguen el dinero y lo usan como excusa para no vivir la vida que quieren
vivir.
Convierten el dinero en el objetivo, cuando es la
herramienta, explica.
Sabatier es parte del movimiento FIRE (financial
independence, retire early) que aboga por la independencia financiera a
temprana edad.
Otros dejan para más adelante sus aspiraciones, pensando
que harán lo que les gusta cuando sean mayores en algún punto indeterminado del
futuro.
Sabatier recomienda comenzar antes. Para eso sugiere hacer
un simple ejercicio: escribir las cinco o diez cosas que te hacen feliz. La
lista puede incluir cosas simples como jugar fútbol con tus amigos, ver
películas, pasear con el perro…
«Muchas de esas cosas son gratuitas o cuestan muy poco»,
apunta.
«A veces tendemos a pensar que necesitamos US$1 millón o
US$10 millones para ser felices, cuando lo que te hace feliz está frente a ti».
Hecha la lista, es hora de calcular cuánto dinero
vas a necesitar para hacer esas cosas que te gustan o que crees que
serán importantes en los próximos años.
En este punto Sabatier recomienda no poner la vara muy
alta.
«Si no tienes nada, comienza con US$1.000 o US$5.000, en
vez de pensar en la meta final y luego avanza por etapas poco a poco».
En cada nuevo nivel que vas logrando, comenta, es bueno
preguntarse cómo el esfuerzo por conseguir esa cantidad de dinero está
afectando tu vida y cuánta libertad te permite tener.
2. ¿Qué estoy dispuesto a sacrificar?
«Todo en la vida es un intercambio en el sentido de
sacrificar una cosa para conseguir otra», argumenta Sabatier.
«Siempre puedes tener más y más dinero, pero no puedes
recuperar tu tiempo». Visto desde esa perspectiva, agrega, «el tiempo
es el recurso más valioso que tenemos».
La disyuntiva entre ahorrar o gastar es una decisiones más importantes
en los primeros años de la vida laboral.
¿Estás dispuesto a sacrificar la
felicidad del presente por la potencial riqueza futura al
privarte de las cosas que te producen alegría?
Claramente no existe la respuesta correcta. El dilema entre
la libertad presente y el dinero futuro es algo que suele dar vueltas entre
quienes optan por el camino de sacrificar cosas para conseguir una retribución
más adelante.
Si el objetivo es ahorrar, agrega Sabatier, no vale la pena
sacrificar cosas pequeñas como eliminar un café, una cerveza o una suscripción
mensual para ver películas.
Es mejor recortar en los grandes gastos como la vivienda,
dice.
3. ¿Cómo puedo aumentar mis inversiones?
«La mayor parte de tu dinero debería estar invertido en un
índice bursátil», recomienda Sabatier.
«Es cierto que mucha gente prefiere invertir en acciones de
empresas elegidas por ellos mismos», cuenta. «He visto inversores que ponen la
mitad de su dinero en una sola compañía».
«Pero cuando haces eso, incluso aunque las empresa sea
exitosa, es muy riesgoso porque siempre hay una posibilidad de que fracase o se
vuelva menos competitiva», explica.
Sabatier recomienda seguir el camino menos riesgoso en la
bolsa: invertir en los índices bursátiles, en vez de poner el dinero en
compañías específicas.
«Incluso en compañías como Amazon, donde yo he invertido,
hay riesgo. Amazon es una de las mayores y más rentables empresas en el mundo y
no te imaginas que algo le pueda pasar, peor puede ser afectada por nuevas
regulaciones o perder competitividad».
Sabatier sostiene que no es recomendable confiar en una
empresa, por muy exitosa que esta sea.
«Cuando miras qué acciones tienen hoy el mejor desempeño
bursátil, muchas de ellas ni existían hace 20 años. Y al revés, hay empresas
que eran las más rentables hace 20 o 30 años y ya ni siquiera existen», apunta.
Lo más seguro, dice, es invertir en fondo que siga un índice
bursátil como el S&P 500 u otros.
Si a una empresa le va mal, sale del índice, y aquellas que
lo están haciendo mejor, ingresan al índice.
Como se trata de una inversión más segura que las otras, la
rentabilidad no es tan grande, pero Sabatier sostiene que de todos modos es una
buena alternativa.
«En los últimos 100 años, después de descontar el pago de
dividendos e inflación, la inversión en uno de estos índices bursátiles, como
podría ser el S&P 500, genera un retorno promedio de 7% anual«.
El estadounidense cuenta que llegó a ahorrar hasta el 82%
de sus ingresos.
«Un año puede ser 20% y el que viene baja 10%, pero lo
importante es invertir a largo plazo porque al final lo que importa es el
promedio», explica.
«Ese 7% de rentabilidad se vuelve a invertir y es así como
los intereses generan más intereses. Ese es el poder del interés compuesto. Es
cuando el dinero hace más dinero y eso se incrementa exponencialmente con el
paso del tiempo».
Aunque la bolsa de valores no es el único camino. Otra
alternativa es invertir en el sector inmobiliario.
De hecho, comenta Sabatier, «la forma más popular de
conseguir independencia financiera es tener una propiedad«.
«La gran mayoría de los inversores más jóvenes que han
alcanzado la independencia financiera lo han hecho a través del sector
inmobiliario», agrega.
Recomienda estudiar la idea del «house hacking»,
que es una expresión relativamente nueva que se utiliza para una práctica muy
antigua: arrendar una o más habitaciones de tu casa para pagar más pronto la
hipoteca.
«House hacking» es un concepto en inglés que se refiere a
arrendar las habitaciones de tu casa para recortar gastos.
Como el costo de la vivienda es muy alto, ahorrar en eso,
te permite dar un gran paso, señala Sabatier.
Y la tercera manera de aumentar tu riqueza, según el emprendedor,
es fundar tu propio negocio.
«Si eres dueño de un negocio, tú controlas tu propio
tiempo. Y si te va bien, puedes venderlo y hacer otro», afirma.
En el camino puedes fracasar y perder todo tu dinero,
reconoce, pero «eso es parte del aprendizaje».
En resumen, Sabatier recomienda invertir los ahorros en
acciones, propiedades y en la creación de empresas.
4. ¿Cómo estoy desarrollando mis habilidades?
«Tus habilidades son tu moneda del futuro. Cuantas más
habilidades desarrolles, más oportunidades tendrás de ganar dinero», sostiene.
«Las habilidades que tienes son la mejor manera de predecir
cuánto dinero podrás ganar en el futuro».
Pie de foto,Hay muchas habilidades que se pueden
desarrollar a través de cursos gratuitos en internet.
Ahora bien, hay habilidades más demandadas que otras y esas
son las que hay que desarrollar, apunta Sabatier. «Esas son las que te van a
permitir ganar más dinero».
Para desarrollar nuevas habilidades, agrega, no se trata de
volver a la universidad para conseguir más grados académicos.
«Vivimos en una época increíble donde muchas de las
habilidades más rentables se pueden aprender en internet gratuitamente»,
cuenta.
«Puedes aprender de todo en Youtube». Hay
ciertos conocimientos básicos que pueden ser útiles en distintas áreas
laborales, agrega, como por ejemplo, crear un sitio web, hacer una campaña
publicitaria de Google, desarrollar una marca o aprender diseño.
Otra manera de mejorar las habilidades es conseguir
trabajos secundarios que complementen tu empleo principal o iniciar una
empresa.
«Iniciar tu propio negocio es una excelente manera de
aprender nuevas habilidades. Muchas de las personas más ricas del mundo tienen
una cosa en común: todos son emprendedores».
Cada vez que han fallado en un negocio, explica, han
aprendido de sus errores.
«Mis fracasos»
«Yo fracasé mucho al comienzo. Cometí un montón de
errores. Inicié dos empresas antes de fundar una que resultó exitosa.
La primera era una aplicación para celulares. Gasté dinero
en cosas y personas que no eran realmente importantes.
Los emprendedores exitosos habitualmente han tenido
fracasos financieros.
También traté de comprar y vender acciones de empresas
cuando comencé a invertir y la primera acción en la que puse mucho dinero
terminó perdiendo cerca del 80% de su valor en apenas tres meses.
Tenía poco más de 20 años y traté de hacerme rico
rápidamente y fracasé. Tenía unos US$5.000 para invertir y puse
US$3.000 en esa acción. Recuerdo que no podía ni dormir… Aprendí mucho de esa
experiencia.
Eso me obsesionó con la idea de tratar de comprender cómo
se puede hacer dinero. Y desde entonces he seguido un viaje financiero donde
cada día aprendo algo nuevo».
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