Por Agencias
Según la especialista, está dentro de tu poder
recuperar los primeros momentos de tu día.
La sociedad moderna, dominada por la velocidad y el “hacer-hacer-hacer” trae
como consecuencia cometer muchos errores por la mañana debido a las prisas o a
que estamos pensando ya en el trabajo.
Como dice el refrán, “acostarse temprano,
levantarse temprano hace al hombre sano, rico y sabio”. Pero, ¿y si
en realidad no importara cuándo nos acostamos y despertamos? Todavía
se puede ser todo lo que promete el adagio, siempre y cuando se haga una rutina
matutina exitosa.
Liz Plosser, editora en jefe de Women’s Health sostuvo en
un diálogo con la revista Travel + Leisure que "estoy con todas las
personas que luchan por levantarse de la cama, pero he aprendido con el tiempo,
y sobre todo desde que me gradué de la universidad y comencé en el mundo
laboral, que las horas de la mañana son las horas que puedo controlar. Una vez
que comencé a controlarlas y a hacer cosas que realmente me entusiasmaban,
mejoró todo mi día, semana, mes y vida”.
Según la especialista, está dentro de tu poder
recuperar los primeros momentos de tu día.
Esto son los cinco errores que pueden hacer que
tus mañanas sean más difíciles, y lo que deberías estar haciendo en esos
primeros momentos en los que abres los ojos.
1. Caer en la rutina
Según la editora no se trata de que tengas que levantarte a
las 5:00 a. m. "Realmente no es así. Se trata de aprovechar al
máximo la mañana, cuando te sientas bien". Lo que eso significa es
elegir el momento adecuado para levantarse e irse en lugar de presionar el
botón de “posponer” una y otra vez.
"Solía programar mi alarma 30 minutos antes de que
realmente necesitara despertarme sabiendo que iba a posponerla tres
veces".
"Por favor, no lo interrumpas durmiendo
innecesariamente porque no obtienes nada de eso una vez que te
levantas. Lo que sería mejor es ser realista sobre a qué hora quieres
levantarte en primer lugar", añadió.
2. Escoger la alarma equivocada
Liz Plosser sugirió elegir un tono relajante para
despertarse en lugar del sonido estándar que viene en el teléfono. “Pon tu
alarma con un sonido que te haga sentir bien. Ya sea una canción o campanadas,
cualquier cosa que te obligue a dejar de presionar el botón de repetición
porque te está quitando ese sueño súper reparador”, explicó.
3. No prepararse adecuadamente la noche
anterior
Como autora de un libro sobre las mañanas, Plosser dijo que
tener una gran mañana significa prepararse la noche anterior. “Ya es
muy difícil motivarse y hacer lo que tienes que hacer por la mañana”.
Agregó lo fácil que puede ser volver a la cama si algo sale
mal por la mañana. Pero, en lugar de dejar que las cosas se interpongan en el
camino, la especialista sugiere garantizar un camino sin problemas desde la
cama hasta la puerta la noche anterior.
4. No comprender qué nos hace sentir mejor
Según Plosser, el verdadero quid de tener una mañana es
comprender qué te hace sentir mejor y convertirlo en una rutina matutina.
Puede ser que una persona valore tener un poco de tiempo a
solas por la mañana, por lo que asegurarse de tener el tiempo y el espacio
adecuados para servirse una taza de café y escuchar los sonidos de la mañana
puede ser adecuado para ella. Podría ser meditar, entre otras cosas.
5. No moverse
Según Harvard Health, el ejercicio puede aumentar la
actividad cerebral en las áreas que ejecutan la “función ejecutiva y
memoria” e incluso puede promover el crecimiento de nuevas células
cerebrales, que es exactamente lo que necesitamos en la mañana.
“Solía pensar que tenía que ser una corrida de millas. Y
estoy muy contenta de haber aprendido esta lección. No es así. Puede ser una
caminata de 10 minutos”, destacó la editora.
Resaltó que hay darse cuenta de que cualquier
esfuerzo que hagamos en la mañana es increíble, siempre y cuando
"satisfaga nuestras necesidades durante las próximas 24 horas".
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