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Mi país. Por Angelina Mata Alcequiez.

Un país es una cantidad millonaria de personas, cuyas acciones y labores son sometidas a "normas y leyes" que van dando forma a los acontecimientos de nuestro diario vivir.

Ahora bien ese país está "organizado" en el territorio, siendo la comunidad quien determina la paz, la guerra, el trabajo, en resumen, la comunidad da paso a la proyección de la ciudad, su accionar determina la espiritualidad de las instituciones, dando carácter a los demás elementos que surgen de forma demandante para desarrollar lo urbano, tales como modas, estilos, ect.

Hago esta introducción para referirme a mi país como ese organismo que debe mantener viva la vida y expresar el potencial de sus habitantes y el compromiso de los que gobiernan ante los gobernados, que lástima que tenga que referirme al Estado como gobierno y a los ciudadanos como gobernados, sin embargo es mi país!!!!.

Mi país con una estructura social, que nos revela la azarosa realidad de la deformación mental de una clase apropósito ignorada, con implementaciones de planes lentos y variadas soluciones, escalonadas a preferencia de quien gobierne, en el momento.

Mi país con una arbitrariedad en hacer cumplir las leyes, con un cuerpo castrense lleno de fuerza adquirida a lo largo del tiempo, sin corrección alguna, fuerza sin corrección de ascendencia violenta, con ímpetu de grandeza y ansias de poder, nos urge la reforma militar…pero ya!!!!!!.

La construcción de un país debe ser bajo un programa, entiendo perfectamente que después de 1844 sólo hemos utilizado métodos de tanteo, es entendible, pero creo llegó el momento de construir un país con voluntad y ciencia adquirida.

¡Alguien me dijo que solo tengo una vida y yo le respondí bien vivida y con propósito!

¡Diré entonces!

Toda voluntad de cambio detenida por intereses particulares detiene una nación, muchas veces el no decir la verdad nos hace vivir una mentira mortífera, aplastante para la vida y su continuidad en armonía, reconozco el riesgo que se toma en tener iniciativas revolucionarias, no obstante, si somos responsables hay que tomar decisiones.

Frente a las tomas de decisiones se rinden,

El menor esfuerzo por hacer cumplir la ley y la falta de identidad institucional.

Un país moderno no puede defenderse militarmente, estamos en la máxima de la comunicación, la fuerza no hace el trabajo, el trabajo hace la fuerza, más ahora, donde la ciencia es capaz de unirse a la fe, a la esperanza y al amor.

Yo me entiendo sola y tú????.

A.M.A....sin temor!¡¡¡

 

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