Por: Saúl Sánchez Arias
La glicina es un aminoácido no esencial que le aporta
importantes beneficios al organismo. ¿Para qué sirve? ¿En qué alimentos se
encuentra? ¡Descúbrelo!
La glicina es un aminoácido esencial utilizado por el
organismo para sintetizar proteínas. Se encuentra presente en alimentos como el
pescado, la carne o los lácteos. Además, cuenta con una serie de
beneficios para la salud, por lo que resulta positivo incluirlo en la dieta
de manera frecuente.}
De hecho, su ingesta en cantidades suficientes se relaciona
con una mayor eficiencia en la reparación de lesiones físicas y con menor
incidencia de patologías neurodegenerativas. ¿Quieres saber más al respecto? A
continuación, sus principales beneficios y fuentes.
Glicina y artrosis
En primer lugar, hay que comentar el papel de la glicina en
la artrosis. Hablamos de un patología frecuente, que afecta a casi la mitad de
la población mayor de 65 años. Cursa con degeneración y con dolor articular.
Por lo general, presenta un carácter crónico y se trata por
medio de antiinflamatorios orales no esteroideos. Eso sí, dichos
fármacos cuentan con varios efectos secundarios nocivos, por lo que es
bastante positivo reducir su uso.
Lo que se ha demostrado es que la suplementación con
glicina favorece el manejo de esta enfermedad y, de paso, ayuda a reducir su
progresión. Un estudio publicado en la revista Journal of Ethnopharmacology lo
confirma.
De todos modos, la mayor parte de las
investigaciones al respecto están ejecutadas en animales. Por este motivo, no
son totalmente extrapolables al ser humano. Así pues, es preciso seguir
ensayando para llegar a conclusiones sólidas.
Del mismo modo, será determinante optimizar otros
aspectos de la dieta para conseguir controlar el desarrollo de la enfermedad
con éxito. No solo importa el consumo total de proteínas y de
colágeno, sino el hecho de cubrir los requerimientos de minerales esenciales de forma diaria.
Además, marcará la diferencia el hecho de mantenerse activo
desde el punto de vista físico. El trabajo de fuerza muscular reducirá la
sintomatología del problema.
Glicina y sueño
Algunos expertos también recomiendan el empleo de la
glicina para mejorar la calidad del sueño. Es importante dormir un número
suficiente de horas para que los procesos de reparación que tienen lugar a
diario en el organismo se desarrollen de forma correcta.
En concreto, la glicina facilitará la consecución de un
sueño profundo, ya que asegura que la temperatura del cuerpo sea la correcta
para ello. De acuerdo con una investigación publicada en la revista Journal of
Pharmacological Sciences, la ingesta de este aminoácido resulta
eficiente para lograr un descanso más reparador.
Incluso, puede ejercer un efecto sinérgico con otros
suplementos como la melatonina y el triptófano. Ambos mejoran el funcionamiento
de los ritmos circadianos, lo que permite un óptimo control de las fases de
sueño y de vigilia.
Aun así, será importante asegurar una serie de buenos
hábitos relacionados con la higiene del sueño. Por ejemplo, no conviene
la exposición a pantallas ni a elementos que emitan luz azul en los
momentos previos a irse a la cama.
De lo contrario, se reduciría la síntesis endógena de
melatonina, lo que podría dificultar la conciliación o provocar interrupciones
en el descanso. Acostarse temprano será también determinante.
Reparación muscular inducida por la glicina
Otra de las características distintivas de la glicina tiene
que ver con su papel a la hora de estimular la síntesis de colágeno, la
proteína más abundante del cuerpo humano. Así lo comenta un artículo
publicado en la revista Amino Acids.
Dicho elemento se encarga de aportar contractilidad y
elasticidad a los músculos, asegurando así que puedan desempeñar de manera
óptima sus funciones. Cuando el aporte del aminoácido es suficiente, se estimularán
los procesos de recuperación muscular, tanto inducidos por el esfuerzo como los
lesionales.
Para ello, también será determinante asegurar los
requerimientos diarios de vitamina C, otro de los nutrientes que intervienen
en la síntesis de la proteína.
Alimentos con alto contenido en glicina
Como hemos comentado, la glicina es un aminoácido no
esencial. Esto quiere decir que el cuerpo lo puede sintetizar por sí mismo,
incluso si no se incluye en la dieta en cantidades suficientes.
De todos modos, existen alimentos que constituyen
una fuente del mismo. Asegurar su presencia en la pauta de manera
regular repercutirá positivamente sobre el estado de salud.
En líneas generales concentran una buena cantidad de
glicina las carnes porcinas y bovinas. También los alimentos procedentes de las
aves y los derivados lácteos. Dentro de los comestibles de origen vegetal
habría que hacer especial mención a las siguientes opciones:
- Remolacha.
- Zanahoria.
- Legumbres.
- Setas.
- Cereales
integrales.
- Frutos
secos.
Cantidad diaria recomendada de glicina
Hemos de hablar ahora de las dosis adecuadas de glicina que
se han de consumir diariamente. Al menos es recomendable tomar unos 15 gramos
de este elemento al día. No obstante, el organismo es capaz de producir por sí
mismo unos 3 gramos a partir de otros aminoácidos.
En caso de que se genere un déficit, se podría recurrir a
los suplementos de dicho elemento. Aun así, no es una situación frecuente.
En cuanto a la dosis máxima aconsejada, hay que comentar
que se sitúa en unos 60 gramos al día. Si se excede dicha cantidad, se podrían
experimentar ciertas alteraciones a nivel del sistema nervioso central, algo
poco recomendable.
Glicina, un aminoácido no esencial muy importante
Según hemos comentado, la glicina es un aminoácido que
desempeña funciones importantes dentro del organismo humano. Se encuentra en
varios alimentos de origen animal y el organismo puede sintetizar una cierta
cantidad del mismo. Por ello, experimentar una carencia no suele ser frecuente.
Ahora bien, es posible extraer beneficios a partir de su suplementación.
De cualquier modo, hay que destacar que cuando el objetivo
es mantener un buen estado de salud a medio plazo, no solo basta con comer
bien. Hay que asegurar la ejecución una serie de hábitos en conjunto.
Entre estos, hay que mencionar la necesidad de practicar
ejercicio físico de forma regular. Sobre todo habrá que priorizar el trabajo de
fuerza, ya que de este modo se mantiene la homeostasis a nivel inflamatorio en
el medio interno.
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