Un nuevo virus de origen
animal detectado en China ha hecho saltar las alarmas en la población. Aún es
muy poco lo que se sabe sobre él y es pronto para determinar su peligrosidad,
pero los científicos consideran que es necesario seguir su evolución.
Un equipo de investigadores ha
identificado en 35 personas del este de China la presencia de un nuevo virus de
origen animal de la familia de los henipavirus, que ha sido bautizado como
Langya. De momento no se ha documentado ninguna transmisión de persona a
persona y los síntomas que produce parecen leves. Los científicos han publicado
los datos de este hallazgo en la revista médica The New England
Journal of Medicine.
Aún es pronto para determinar
hasta qué punto se extenderá, pero los expertos consideran que es preciso
monitorizar de forma estrecha la evolución de esta nueva zoonosis.
Según explica Raúl Rivas,
catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca, “es un virus que
hay que seguir porque, dentro de los virus infecciosos emergentes, los
henipavirus presentan una preocupación particular”. Entre otras cosas, agrega,
“porque dentro de ese grupo se encuentran otros, el Hendra y el Nipah,
que tienen tasas de mortalidad altas en humanos”.
Rivas cree que aún no se puede
precisar el peligro que representa Langya, pero apunta que hay que
“tenerlo en cuenta, hacer un seguimiento, ver si hay más personas infectadas,
él área de distribución, si la infección ha sido por el contacto con
musarañas o con otros pequeños mamíferos y si ha habido también infecciones de
humano a humano”.
Lo que se sabe sobre el virus
Langya
José
Antonio López Guerrero, director del grupo de Neurovirología del
Departamento de Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM),
coincide en señalar que es necesario estudiar a fondo el nuevo virus, que junto
al Nipah y el Hendra es “un primo zoonótico muy lejano de los virus del sarampión o
las paperas”.
No obstante, puntualiza que Langya “parece ser algo menos virulento y no
está claro que haya pasado en la cadena humano-humano, aunque es un virus
de ARN y, por lo tanto, con alta capacidad de adaptación”.
Los investigadores realizaron
un seguimiento de los casos sospechosos de infección de origen animal en tres
hospitales centinela entre abril de 2018 y agosto de 2021. El virus Langya,
según describen en la revista New England, fue aislado a
partir de una muestra orofaríngea de un paciente con fiebre y otros síntomas.
La secuenciación genética reveló que está compuesto por 18.402 nucleótidos con
una organización genómica que es idéntica a la de otros henipavirus.
En posteriores análisis se
identificó a un total de 35 pacientes con infección aguda por Langya en las
provincias chinas de Shandong y Henan. En 26 de ellos fue el único patógeno
detectado. Los principales síntomas observados fueron fiebre (en el
100% de los pacientes), fatiga, tos, anorexia, mialgia (dolor muscular),
náuseas, dolor de cabeza y vómitos. Las anomalías clínicas más frecuentes
fueron la trombocitopenia (bajas plaquetas en sangre), leucopenia (descenso del
número de glóbulos blancos), y deterioro de la función hepática y renal.
En lo que se refiere a la
transmisión, los científicos chinos señalan que, aunque en otros henipavirus,
como el Nipah, se ha apreciado el contagio entre humanos, en este caso no hay
indicios que apunten en esa dirección. De hecho, los 35 pacientes estudiados no
tenían ninguna relación unos con otros y vivían en lugares muy diversos.
Además, se hizo un seguimiento de los familiares de nueve pacientes, que no
adquirieron el virus. No obstante, los investigadores matizan en su artículo
que esta muestra de pacientes es “demasiado pequeña para determinar el
estatus de la transmisión de humano a humano”.
Los investigadores también
analizaron la presencia del virus en distintos animales y lo detectaron en
especies domésticas como cabras y perros. Entre las especies salvajes,
apreciaron un predominio en musarañas, lo que les lleva a concluir
que estos pequeños mamíferos podrían ser el reservorio natural de
Langya.
Otros henipavirus: Hendra y
Nipah
El virus Langya constituye un
nuevo integrante de la familia de los henipavirus, a la que también pertenecen
el Hendra y el Nipah.
Virus Nipah
El virus de Nipah es un
patógeno zoonótico transmitido principalmente de animales a personas y en
ocasiones también de persona a persona y mediante comida contaminada. Sus
manifestaciones clínicas son diversas y van desde la infección
asintomática hasta la infección respiratoria aguda y la encefalitis mortal.
Aunque este virus solo ha
causado algunos brotes limitados en algunas regiones concretas, sobre todo de
Asia, la Organización
Mundial de la Salud (OMS) considera que constituye un problema de
salud pública porque infecta a una gran variedad de animales y causa
enfermedades graves y letales en personas.
Virus Hendra
El Hendra es un virus
zoonótico emergente altamente patógeno que afecta fundamentalmente
a caballos y humanos, aunque también podría hallarse en otros mamíferos.
Fue descubierto en 1994, tras
provocar un brote infeccioso en un establo australiano situado en el suburbio
de Hendra, en la ciudad de Brisbane (Queensland). La infección por este
virus ocasiona una enfermedad respiratoria aguda y encefalitis grave.
Las especies de murciélagos
del género Pteropus parecen ser los reservorios naturales del
virus.
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