Son varias las inseguridades que atormentan a los hombres en el plano sexual. La eyaculación precoz o no tener una erección son de las más conocidas. Tratar el tema con naturalidad y ponerse en manos de un profesional es importante para que estos miedos no se cronifiquen.
La mayoría de temores sexuales se debe a una falta de educación sexual. (ILUSTRACIÓN: Miguel Santamarina)
El sexo nos desnuda.
Nos desnuda en todos los sentidos. Una a una, nos despoja de las capas bajo las
que no solo escondemos nuestro cuerpo, sino también nuestros más profundos
deseos. La careta que cuidadosamente nos anudamos antes de salir a la palestra
cae al suelo y nos dejamos entonces abrazar por la intimidad que rodea este
acto. Claro que, las ansias de placer chocan a menudo con las
inseguridades que, ya sin la máscara, quedan al descubierto.
En este punto, nos hemos preguntado por los principales
miedos que comparten los hombres en el campo de la sexualidad. “Muchos de estos
temores son, sin ninguna duda, totalmente infundados y provienen de falsas
creencias o de una falta de educación sexual. Esta permite dar una visión de la
sexualidad libre de estereotipos y de roles de actuación que libera a las
personas para tener una vida sexual saludable”, subraya Ángel Luis Guillén, sexólogo
y director del centro de Psicología y Sexología Psicopartner.
Además de una educación sexual nula, Sonia García, psicóloga y
sexóloga, autora del libro “Los enemigos del sexo”, apunta otras razones por
las que pueden nacer estas inseguridades, como vivir en carne propia
experiencias traumáticas o conocer situaciones que han sufrido otras personas
en este ámbito. La experta también hace alusión a aquellas referencias
inadecuadas en el sexo como, por ejemplo, el porno o
la falta de autoestima.
He aquí estos miedos:
Dejar insatisfecha a la pareja.
Aparece en el hombre una excesiva preocupación de ser incapaz de complacer, de
que su desempeño sexual no sea el esperado y de que, finalmente, la otra
persona no consiga tener el orgasmo.
- Sufrir
problemas de erección.
El conocido “gatillazo” es un problema que horroriza a los hombres y que
se relaciona directamente con su propia autoestima. “Tienen la idea
equivocada de que siempre hay que estar preparado y dispuesto para tener
relaciones sexuales, sin tener en consideración el cansancio, estrés y
preocupaciones del día que van a influir en el rendimiento sexual”,
explica Guillén.
- Eyacular
de forma prematura. La eyaculación
precoz es otra de las grandes preocupaciones de los hombres. El
director de Psicopartner afirma que el hecho de “terminar demasiado rápido
y de que la pareja se quede insatisfecha hace que estas personas tengan
una conducta focalizada en retrasar la eyaculación”.
- Comparar
el sexo con el de otros amantes. Hay hombres que
se obsesionan con lograr un buen rendimiento sexual para quedar por encima
de otras relaciones sexuales que haya tenido la pareja.
- Complejo
de pene pequeño. El tamaño
del pene suele ser otro de los temores más habituales. “Proviene
de la idea equivocada de que la mujer disfrutará más en la penetración”,
resalta el sexólogo.
Estos factores acaban perjudicando a la vida sexual de la
persona que los sufre, “hasta tal punto que se puede generar un rechazo
absoluto a la sexualidad”, lamenta García, quien da cuenta también de la
dificultad que suele haber a la hora de encontrar pareja. Asimismo, se puede
desarrollar una “baja autoestima, ansiedad, depresión y
otros problemas de deseo
sexual, de excitación, de llegar al orgasmo y de dolor”.
Cómo superar estos miedos
Ambos especialistas insisten en lo que realmente sirve para
abordar todos los temores mencionados: la educación sexual. En este sentido,
Guillén indica que hay que identificar canales de educación sexual
fidedignos y que estén gestionados por profesionales cualificados.
Por otra parte, recuerda que la falta de educación sexual
es general, “por lo que es importante no basarnos únicamente en los consejos de
amigos o familiares, sino contrastarlo con algún profesional sanitario”. En
relación al daño que puede hacer el porno, el sexólogo comenta que hay que ser
consciente de que este es solo ficción, no una referencia.
Del mismo modo, otro aspecto que se debe trabajar en estas
situaciones es la comunicación
con la pareja, quien puede ayudar a la superación del temor concreto que se
sufra.
La falta de conocimiento es la causante a menudo de que se
piense que este tipo de problemas debe quedarse en la intimidad. Sin embargo,
es conveniente tratar el tema con naturalidad y acudir a un especialista en
caso de que sea necesario. “Estos temores pueden llegar a provocar disfunciones
sexuales importantes que van a ir generando experiencias sexuales
negativas, llegando a convertirse en ocasiones verdaderos traumas”,
advierte Guillén.
El experto concluye que “el no darles importancia a estos
miedos o pensar que se quitarán por sí solos puede llegar a cronificar el
problema. Se produce un bloqueo psicológico que se va cronificando con el
tiempo y que puede durar toda la vida si no se pone solución”.
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