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La Gran Muralla china, mezcla Ășnica de historia y arquitectura

 


Lady Reyes

Beijing, China.-La Gran Muralla china, un testamento monumental de la ingenierĂ­a humana, siempre ha estado en mi lista de destinos de viaje. Finalmente, tuve la oportunidad de vivir esa experiencia Ășnica, explorando sus impresionantes senderos y conectando con siglos de historia.

Desde el momento en que bajé del vehículo, caminé hacia la entrada y puse mis pies en sus antiguos ladrillos, luego de un trayecto de casi dos horas desde Beijing, quedé cautivada por su inmensidad, que se despliega como un dragón de piedra, serpenteando entre colinas y valles.

Al caminar por sus senderos, me sumergĂ­ en la historia que resonaba en cada piedra. Pensar en los miles de manos que contribuyeron a su construcciĂłn a lo largo de los siglos añadiĂł una capa adicional de asombro… la magnitud de la obra, construida para proteger los imperios chinos de invasiones y de los ataques de las tribus nĂłmadas del norte, es simplemente abrumadora.

Hacia la cima
Aproximadamente 73 kilĂłmetros recorrimos en auto hacia una de las secciones mĂĄs visitada, conocida como la Gran Muralla en Mutianyu, donde nacionales y turistas se mezclan en una escalada que, al principio, pareciera fĂĄcil, pero que hace temblar las piernas a medida que se avanza.

Las torres de vigilancia se alzan como guardianes del tiempo, ofreciendo vistas panorĂĄmicas de un paisaje impresionante.

Desde lo alto, pude contemplar la grandeza natural que rodea la muralla, una experiencia que va mĂĄs allĂĄ de la arquitectura y se convierte en una conexiĂłn con la naturaleza y la historia entrelazadas.

Aunque nos tocĂł visitarla en un dĂ­a nublado, un tanto frĂ­o y con llovizna, que imprimĂ­a a la subida un reto adicional, nuestro guĂ­a nos dio dos horas para explorarla hasta donde el tiempo nos diera.

A medida que avanzaba, me encontraba con locales, desde niños a ancianos, que transpiraban orgullo y respeto por su monumento, considerada una de las siete maravillas del mundo moderno.


DimensiĂłn humana
Ver la diversidad de personas, como yo, que desafiaban la escabrosa subida, que ponĂ­an a prueba su resistencia en cada escalĂłn, que se decĂ­an ‘uno mĂĄs’ o que se abrazaban a las barandas como si fueran salvavidas para poder pasar los senderos mĂĄs estrechos, le añadiĂł una dimensiĂłn humana a la experiencia, recordĂĄndome que la muralla no es sĂłlo un objeto inerte, sino un testigo silencioso de generaciones pasadas, donde todos quieren dejar su impronta ya sea en sus pisadas, sus banderas o sus fotografĂ­as.

De las miles de torres que tienen sus 21,196 kilĂłmetros (construidos con ladrillos, ‘tamped earth’ -mezcla de tierra apisonada y otros materiales- y piedra), que la convierten en la estructura de defensa mĂĄs extensa del mundo, mi punto de retorno fue la torre de vigilancia nĂșmero 10, pues la mente me decĂ­a que la subida tambiĂ©n tiene un bajada y mis dos horas estaban llegando a su final.

Sin importar hasta donde permitan llegar las fuerzas o tiempo disponible, cada torre era una cima que brindaba un maravilloso contraste entre la serenidad de la naturaleza circundante y la fortaleza imponente de la muralla, una sinfonĂ­a visual.

Cada instante en las alturas me sumergĂ­a mĂĄs en la riqueza de la experiencia, recordĂĄndome la capacidad Ășnica de la humanidad para crear algo tan extraordinario y que, a pesar de la erosiĂłn natural y a la actividad humana, todavĂ­a tiene tramos intactos.

Iniciada su construcciĂłn desde el siglo VII a. C., durante la dinastĂ­a Zhou, gran parte de la muralla que conocemos hoy se edificĂł durante la dinastĂ­a Ming (1368-1644). A la fecha, partes de ella han sido restauradas, pero algunas secciones han caĂ­do en ruinas.

Mi visita a la Gran Muralla china fue mås que un recorrido turístico, fue un viaje que no sólo dejó una impresión duradera en mis recuerdos, sino que también avivó mi aprecio por la habilidad y tenacidad humana.

Agenda

— Conociendo China
La visita a la Gran Muralla, considerada uno de los destinos turísticos mås visitados del mundo que atrae a millones cada año, formó parte de la agenda para comunicadores invitados a China por Huawei.

Valor

1987 Patrimonio de la Humanidad.
UNESCO reconoce ese año la importancia cultural e histórica de la Gran Muralla China.

 

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