Los besos románticos, aquellos que tienen lugar entre personas con un interés sexual, están relacionados con la liberación de hormonas como la oxitocina, las endorfinas y la dopamina, tal y como pone de manifiesto este estudio de la Universidad de Oxford publicado en 2019. Así, esta investigación indica que la liberación hormonal que producen los besos está ligada a una reducción de los niveles de cortisol, una hormona que el cuerpo humano produce ante una situación de estrés.
Por su parte, Sonia García,
psicóloga y sexóloga clínica, confirma a CuídatePlus que cuando dos
personas se besan se incrementan los niveles de oxitocina, hormona
que se activa ante otras situaciones de interacción erótica y proporciona
sensación de mayor vínculo con la pareja y tranquilidad. “Asimismo se produce
un aumento de los niveles de dopamina, que se trata de un
neurotransmisor relacionado con la sensación de euforia o subidón que
se experimenta al besar a alguien, así como con la sensación de placer y
deseo. También aumentan los niveles de cortisol, la conocida hormona del
estrés, lo que induce un incremento de la energía y el deseo sexual en la persona que besa”, explica
esta experta.
Y, ¿qué dice la evidencia científica sobre
los besos y la excitación sexual? “El beso es una demostración
afectiva que según sea la persona con quien lo intercambiemos producirá unos
efectos u otros en nuestro organismo”, responde García. Según esta sexóloga
clínica, las sensaciones y el nivel de excitación que provocan los besos son
distintos en función de la persona que nos da el beso y el lugar: no es lo
mismo un beso apasionado en los labios por parte de una pareja que un beso en
la frente de un familiar o amigo. “La clave está en la intención que
adjudicamos a dicho beso, el vínculo con la persona y, en el caso de la
pareja, la fantasía asociada al significado del beso”, matiza esta experta y
prosigue: “Si hablamos dentro de un contexto de pareja, un beso en la boca
puede provocar excitación debido a que el hecho de besar estimula
nuestro cerebro al producirse la liberación de diferentes sustancias”.
Funciones de los besos
Según el citado estudio realizado en Reino Unido en 594
mujeres y 308 hombres entre 18 y 63 años, los besos románticos durante las
relaciones sexuales ayudan a “evaluar la idoneidad de la pareja, mediar los
sentimientos de apego entre los individuos que forman la pareja y facilitar la
excitación e iniciar las relaciones sexuales”. Desde un punto de vista
científico, esta investigación sostiene que los principales roles de los besos
románticos son la elección de la pareja y el vínculo afectivo
entre ambos individuos. Al respecto, García apunta que, “además de la
excitación sexual, los besos provocan otro tipo de reacciones psicoemocionales
como la sensación de mayor vínculo con la pareja, mayor energía, sensación
de bienestar y calma y deseo de afianzar más la relación”.
Para García, los besos que sí tienen una
intencionalidad erótica son una muestra afectiva que debe identificar como una
práctica sexual más, igual que el sexo oral o el coito. “Cuando a los besos se les
da la consideración de mal llamado preliminar se le está
infravalorando y restando capacidad de disfrute. Es más, hay personas
que pueden experimentar un orgasmo con un beso sin necesidad de
estimular físicamente ninguna parte más de su cuerpo”, advierte esta psicóloga.
Por ello, García recuerda la importancia de darle a los besos un lugar
principal dentro de las relaciones sexuales.
Qué reacciones causan los besos
En cuanto a la intervención de los besos en el aumento de
los niveles de excitación, según García, la respuesta se produce en el cuerpo
humano cuando existen una intención erótica o sexual: “Esto significa que el
cuerpo empezará a experimentar los cambios biológicamente esperables dentro de
un estado de excitación”. Los cambios a los que se refiere esta experta
son: mayor circulación sanguínea en la zona genital, piel erizada,
aceleración en el corazón, incremento de la frecuencia respiratoria, aparición
de tensión muscular y aumento de la sudoración.
Por el contrario, ¿qué ocurre en nuestro cuerpo
cuando un beso no es agradable? “Si el beso produce una reacción negativa lo
que ocurrirá probablemente es que ese beso termine cuanto antes y se muestre
rechazo a repetirlo, de modo que se evitará volver a besar y seguir besando en
ese momento”, subraya García. Según esta sexóloga clínica, cuando un
beso no es deseado, el cuerpo activa una respuesta de aversión o malestar
que, en vez de producir excitación, causará incomodidad, rechazo o incluso
asco.
Fuente: https://cuidateplus.marca.com/
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