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Sedentarismo, comida chatarra y videojuegos principales causas de obesidad en niños dominicanos


Edilí Arias

Santo Domingo.– Menos del 20% de los estudiantes en las escuelas dominicanas incorpora frutas y verduras en su dieta diaria, mientras que más del 70% consume embutidos, dulces y refrescos en cantidades superiores a las recomendadas.

Los resultados de la investigación «Estado Nutricional de los Estudiantes Beneficiarios del Programa de Alimentación Escolar de la República Dominicana, 2021-2022», revelan que el 31.1% de los estudiantes padece sobrepeso u obesidad.

El doctor Pedro José Rijo, pediatra gastroenterólogo, atribuyó esta preocupante situación de salud pública al sedentarismo creciente entre niños y adolescentes, quienes pasan demasiado tiempo frente a pantallas y realizan menos actividad física.

A la falta de ejercicio se suma la prevalente ingesta de comida chatarra, facilitada por la conveniencia que representa para muchos padres comprar alimentos rápidos en lugar de preparar comidas saludables en casa.

El sobrepeso y la obesidad constituyen un desafío significativo que afecta incluso a la población infantil.

«En la actualidad, muchos niños muestran resistencia a consumir frutas, vegetales o alimentos caseros, generando frustración en sus padres», señaló el Dr. Rijo en una entrevista con el Periódico El Día.

Destaca la cultura parental que acepta el lema «que coma lo que sea» para evitar que el niño se quede sin comer, incluso cuando no se trata de opciones saludables.

El sobrepeso y la obesidad constituyen un desafío significativo que afecta incluso a la población infantil, desde los primeros años de vida, es decir, entre 0 y 5 años. Se estima que al menos 1 de cada 20 niños y niñas menores de 5 años padece obesidad, lo que propicia la persistencia del sobrepeso a lo largo de su vida y los expone a riesgos de desarrollar enfermedades circulatorias, cardíacas, renales, diabetes, entre otra.

El experto advirtió sobre las consecuencias para la salud de los niños obesos, que incluyen problemas en el desarrollo óseo, dolencias articulares, dificultades respiratorias, trastornos del sueño (como la apnea del sueño), fatiga, cansancio, decaimiento, ansiedad y cambios de humor. Además, destaca el riesgo temprano de desarrollar diabetes tipo 2, hipertensión arterial, hipercolesterolemia y enfermedades cardiovasculares, así como el desarrollo de un hígado graso.

Rijo enfatizó la importancia de un enfoque integral para el tratamiento de la obesidad infantil, que incluya la colaboración de pediatras gastroenterólogos, endocrinólogos, nutriólogos y, en algunos casos, psicólogos, para identificar las causas del exceso de consumo alimentario.

«Hay casos de niños que sufren de ansiedad», advierte el Dr. Rijo, señalando que la primera fase del tratamiento implica modificar el estilo de vida del niño, fomentando el ejercicio y una alimentación saludable. Si, a pesar de ello, el niño no logra perder peso siguiendo el plan durante seis meses a un año, se consideran otras opciones como la medicación, la cirugía bariátrica y el balón gástrico.

La cirugía bariátrica puede ser recomendada para pacientes menores de 18 años con un IMC de 35 o más, acompañado de problemas de salud severos relacionados con el sobrepeso, como diabetes tipo II, apnea del sueño moderada o severa, presión sobre el cráneo o hígado graso severo. También puede considerarse para pacientes con un IMC mayor a 40, aunque tengan condiciones médicas menos severas como hipertensión arterial, colesterol alto o apnea del sueño leve.

El doctor Rijo destacó que aquellos que optan por la cirugía bariátrica deben ser pacientes que no hayan tenido éxito en perder peso con otros métodos. Además, subraya la importancia de obtener el consentimiento del menor y la autorización de un experto en salud mental antes de llevar a cabo cualquier procedimiento.

Las cifras

La Región de las Américas tiene la prevalencia más alta de todas las regiones de la Organización Mundial de la Salud, con 62,5% de los adultos con sobrepeso u obesidad (64.1% de los hombres y 60.9% de las mujeres). Si se examina únicamente la obesidad, se estima que afecta a un 28% de la población adulta (un  26% de los hombres y un 31% de las mujeres).

La epidemia no es ajena a los niños y adolescentes.  En el grupo de 5 a 19 años, el 33,6% de los niños, niñas y adolescentes están afectados por sobrepeso u obesidad, y el 8% de los niños y niñas menores de cinco años, de acuerdo con las últimas estimaciones de UNICEF, la OMS y el Banco Mundial.

Fuente: https://eldia.com.do/

 

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