Escrito por la
psicóloga Elena Sanz.
Las personas socialmente sensibles gozan de mejores relaciones sociales, ya que son capaces de captar la información sutil, pero relevante, que el otro transmite. En este artículo hablaremos de qué caracteriza y cómo podemos aproximarnos a las dinámicas de estas personas.
Como seres sociales, los
humanos pasamos gran parte de nuestro tiempo relacionándonos con otros. Desde
que nacemos y en todos los ámbitos de nuestra vida, la socialización juega un
papel fundamental en nuestro éxito y felicidad. No obstante, no todos
contamos con la misma pericia a la hora de interactuar. Y esto depende en
gran medida de nuestra sensibilidad social.
Pues la comunicación va mucho
más allá de las palabras. El grueso del mensaje se transmite a través
de gestos, posturas, entonación… elementos, en definitiva, más sutiles y difíciles de captar.
Es en este plano, donde las personas con una alta sensibilidad social juegan
con ventaja, pues acceden a una mayor cantidad de información.
¿Qué es la sensibilidad
social?
La sensibilidad social podría
definirse como la habilidad de captar y percibir las señales sutiles en
la comunicación y responder adecuadamente a ellas. No hablamos
de reconocer expresiones faciales simples, como enfado, alegría o
sorpresa. Nos referimos a la capacidad de inferir las implicaciones profundas
de la situación.
La persona socialmente
sensible tiene la destreza para decodificar correctamente las emociones
y pensamientos de los demás, incluso cuando estos traten de ocultarlos.
Logran incluso inferir las intenciones y rasgos de personalidad de su interlocutor; y hasta
entienden la complejidad de la relación entre dos personas a las que observan.
Todos, aunque sea en un nivel
mínimo, hemos puesto en práctica esta habilidad. Por
ejemplo, cuando realizamos este tipo de afirmaciones:
- “No lo dijo, pero se notaba que el regalo
no le gustó”.
- “Disimulaba, pero se le veía claramente
enfadado”.
- “Había mucha química entre ellos”.
- “La tensión se palpaba en el ambiente”.
¿Cómo nos beneficia la
sensibilidad social?
Esta habilidad resulta de gran
utilidad en diversos ámbitos. Las personas sensibles socialmente gozan
de mejores relaciones personales. Cuentan con un mayor número de amistades
y estas son más cálidas y armoniosas. Igualmente, sus relaciones familiares y
de pareja son más equilibradas y gratificantes.
Se ven, también, beneficiados
en el ámbito laboral, ya que poseen una ventaja a la hora de desempeñar
todos aquellos puestos de trabajo que requieren de una percepción social rápida
y correcta. Son grandes terapeutas, mediadores y diplomáticos. Y suelen
tener éxito en ventas y negocios.
Por su lado, los
individuos “insensibles” pueden encontrar mayores dificultades
interpersonales, ya que se pierden gran parte de la información
relevante. Pueden no ser capaces de captar correctamente titubeos,
contradicciones o expresiones faciales que aportan datos de suma importancia
respecto a lo que está ocurriendo socialmente.
Sin embargo, esta
insensibilidad social se puede manifestar desde dos diferentes vertientes. Por un lado, están aquellas personas que,
sencillamente, no identifican estas señales sutiles o no les prestan la debida
atención. Por otro, están quienes pecan de sobreanalizar la
situación. Personas que siempre creen que hay algo más allá, que todo
el mundo oculta algo, quienes viven bajo el lema “piensa mal y acertarás”.
En cualquier caso, su decodificación de
las emociones, pensamientos e intenciones ajenas no son correctas. Y, por
lo mismo, sus interacciones son de menor calidad y menos éxito.
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