Aunque suene increíble, el exceso de agua existe. Por ello, te invitamos a conocer los síntomas que manifiesta tu cuerpo para indicarte cuando fue más que suficiente agua.
Escrito por Wiston Sulbaran Davila
Si el agua es indispensable para estar saludables, ¿significa
que mientras más tomemos, mejor? En realidad, no. Aunque beber agua ayuda al
cuerpo a cumplir sus funciones con normalidad, exceder su consumo podría causar
molestias como dolor de cabeza persistente, náuseas o vómitos.
Puede parecer raro, pero existen casos de intoxicación por
agua, tanto en deportistas de alto rendimiento como en personas sanas que, a
veces por seguir consejos populares o adoptar tendencias de redes sociales,
caen en malas prácticas. Entonces, ¿cuáles son las desventajas de beber mucha
agua?, ¿cuánto deberías consumir al día?, y ¿cómo saber si estás tomando más de
lo normal? Aquí te lo contamos.
¿Qué le pasa a mi cuerpo si bebo más agua de la
que necesito?
Lo primero es que disminuyen los niveles de sodio en
la sangre. ¿Qué quiere decir esto? Imagina que tus células son como globos con
la cantidad justa de agua adentro. El sodio funciona como un vigilante que se
encarga de que esos globos no se llenen demasiado ni se queden secos. Cuando
bebes demasiada agua, este vigilante se debilita y, entonces, entra más agua de
la que debe, haciendo que las células se hinchen o funcionen mal.
Este desequilibrio puede desencadenar una serie de
síntomas, como:
- Náuseas
y vómitos: porque el cuerpo intenta eliminar el
exceso de líquido.
- Inflamación
en manos, pies o labios: signo de que el
organismo está acumulando más agua de la que necesita.
- Calambres
musculares: como se pierde el equilibrio de los electrolitos en la sangre, los
músculos no reciben bien las señales y pueden contraerse de forma
involuntaria o doler.
- Dolor
de cabeza persistente, confusión o desorientación:
debido a que las células ubicadas en el cerebro están inflamadas y no
funcionan con normalidad.
Ten en cuenta que no siempre van a estar presentes todos
estos efectos, una persona puede experimentar uno o más síntomas que otra,
según la condición de salud en la que se encuentre.
¿Cuál es el máximo de agua que se puede tomar
al día?
No hay una cantidad universal.
Muchos expertos coinciden en que una mujer debería consumir alrededor de 2.7
litros al día, y un hombre cerca de 3.7 litros diarios.
Pero estas cifras son un promedio; la proporción de agua ideal depende
de varios factores como la edad, el nivel de actividad física, la
dieta, la temperatura y las condiciones médicas. Toma en cuenta lo siguiente:
1.
Los niños y adolescentes suelen requerir menos
agua que los adultos. Los individuos mayores necesitan las mismas cantidades
que una persona promedio, pero como sienten menos sed, hay que vigilar su
hidratación diaria y procurar un consumo aproximado de entre 2 y 2.5 litros.
2.
Si practicas algún deporte,
haces ejercicio o tiendes a sudar con frecuencia, es posible que
requieras un poco más de líquido para reponer lo perdido.
3.
La dieta también puede influir, ya
que muchas frutas —como sandía, piña, naranja— y verduras —como pepino,
lechuga, tomate— proporcionan agua al cuerpo; en cambio, dietas
ricas en proteínas o sal pueden aumentar la necesidad de agua.
4.
Si vives en climas cálidos, calurosos,
húmedos o en zonas de gran altitud, es posible que tu cuerpo
pierda más agua, por lo que debes aumentar su consumo para
reponer lo perdido.
5.
Finalmente, algunas afecciones, como la
fiebre, vómito, diarrea o infecciones urinarias, causan pérdida de líquidos en
el cuerpo, por lo que aumentan la necesidad de consumir agua; mientras que
otras, como la insuficiencia
renal crónica o la insuficiencia cardíaca, pueden limitar su consumo.
En cualquier caso, siempre es necesario acudir con
un profesional de la salud para evaluar cuál es la cantidad de agua que puedes
o debes consumir de acuerdo con tus condiciones de salud y
necesidades.
Señales de que estás bebiendo más agua de lo
normal
A veces no es tan fácil darse cuenta de esto. Sin embargo,
el cuerpo suele avisarte de que estás superando la cantidad de agua que
necesitas con las siguientes señales:
- Orina
muy clara, incolora o transparente en todo
momento.
- Fatiga
o cansancio, incluso cuando la persona ha dormido bien.
- Sensación
constante de llenura o de tener el
estómago con mucha agua.
- Ir al baño más de 10 veces al día, sin haber
consumido mucha cafeína o diuréticos. La cafeína estimula los riñones y
reduce la reabsorción de agua, sobre todo si la persona no está
acostumbrada a tomarla. Los diuréticos ayudan al cuerpo a eliminar el
exceso de agua y sal a través de la orina.
- Dolores
de cabeza persistentes, que como señalamos son un efecto de
la sobrehidratación, también actúan como una señal para identificar si hay
más agua en el cuerpo de lo normal, sobre todo si se presentan sin
explicación aparente o están acompañados de náuseas.
Ante cualquiera de estos síntomas, debes consultar al
médico para confirmar si alguno corresponde a un caso de sobrehidratación.
Recuerda que solo un experto puede determinar a qué corresponden las
manifestaciones del cuerpo y darte recomendaciones médicas.
Ni más, ni menos: el equilibrio también se
aplica al agua
Más que contar vasos o seguir reglas estrictas, lo más
importante es aprender a tener una relación más consciente con tu cuerpo. La
sed, el color de la orina, tu nivel de energía y cómo te sientes son señales
mucho más valiosas que cualquier número genérico.
Hidratarse no es sinónimo de forzarse a tomar agua por
obligación, sino entender que las necesidades varían según el clima, la
actividad física, los alimentos que ingieres y tu condición física. Recuerda
escuchar tu cuerpo y hacerte chequeos médicos regulares para
conocer tu estado de salud y prevenir condiciones médicas.
Fuente: https://mejorconsalud.as.com/
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