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| La   embajadora de Canadá y su esposo, Paul Durand, representante de la OEA,   regresan a su país Escrito por: INGRIS LEYBA ( i.leyba@hoy.com.do )  “Ella es   la jefa”, así definió el embajador de la OEA en el país, Paul Durand a su   esposa, la embajadora canadiense Patricia Fortier. Tal vez no hacía falta que   él la definiera así para darnos cuenta de que esa es una de sus principales   condiciones. Desde luego que no es la única cualidad. Y quizá tampoco la más   importante; basta platicar un poco con ella para inferir que es una mujer de   carácter que ha alcanzado sus metas.  A unos   días del término de sus respectivas misiones diplomáticas en el país, la   pareja accedió, luego de varios intentos, concedernos unos treinta minutos en   los que conversamos, sentados en la terraza de su residencia, acerca de su   cotidianidad, experiencias en el país y los planes a futuro. Incursión   en la diplomacia Reflexiva,   pero con un toque vehemente, Patricia Anne Fortier, oriunda de una pequeña   localidad del norte de Canadá, incursionó a la diplomacia por una de esas   acciones imprevistas de la vida.  Y es que   luego de terminar sus estudios secundarios, decidió tomarse un año antes de entrar   a la universidad, tiempo que ella define como de aventura. “Viajé a África,   hice dos veces una trayectoria al desierto Zahara, eso marcó mi interés en   los asuntos internacionales, porque conocí sociedades diferentes, con cultura   y modos de vida diferentes a los que yo conocía”.  Y aunque   estudió para planificadora municipal, siempre mantuvo ese interés en los   asuntos internacionales, y cuando hubo una oportunidad, sucedió lo que   esperaba, le ofrecieron un puesto como diplomática.  “Para   entonces abandoné mi carrera, que era mucho más lucrativa e inicié   formalmente mi vida como diplomática”, explica.  Señor y   señora Durand Además de   vivir bajo una visión personal compartida, Paul y Patricia tienen tantas   cosas en común que parecieran tan predestinados a estar juntos. El hecho de   que tengan el mismo color de ojos, haber elegido la misma profesión, o que   les apasione el tenis, la playa y las bachatas de Juan Luis Guerra,   parecieran solo detalles aislados de su historia. ¿Desde   cuando están casados? Hace mucho   tiempo, un siglo por lo menos, dice él, al tiempo que ella se queda   observándolo con una sonrisa, hasta que finalmente aclara: “Nos casamos hace   20 años”, y continua: “Nos conocimos en Canadá, pero nos casamos en   Australia, luego estuvimos trabajando juntos en India, Costa Rica, Chile,   Perú, y Washington”.  Sentimientos   encontrados La partida   es triste, reza un dicho popular, y los esposos Durand-Fortier no escapan a   esa realidad. “Ahora   mismo tenemos los sentimientos encontrados, tenemos amigos aquí y nos gusta   este país”, comenta el embajador de la OEA, luego se le iluminan los ojos   verdes, y dice: “También estamos felices a la vez, porque queremos volver a   nuestro país, tenemos ganas de volver al frío, tenemos más de nueve años   fuera de Canadá, es tiempo de volver”.  Impresión   de RD Antes de   terminar le preguntamos a la embajadora su impresión sobre nuestro país.   “Estuve aquí en 1994 para observar las elecciones, y tuve el honor de conocer   a todos los líderes en ese entonces: José Francisco Peña Gómez, monseñor   Agripino Núñez Collado, Joaquín Balaguer, Juan Bosch... todo ha cambiando,   porque mi impresión en ese entonces era que este país era dominado por   ancianos, y ahora me llama la atención que sea un país de gente joven, con la   energía y la fuerza de un país joven”. La   protagonista Patricia   Fortier Embajadora   de Canadá en RD  BA y MPA   con honores en Queen’s University en 1978 y 1979. Se unió al servicio   exterior en 1983 y fue enviada a trabajar con la Agencia Canadiense de   Cooperación Internacional (CIDA). Como miembro de esta agencia sirvió en   Lusaka, Nairobi y Nueva Delhi.  En Ottawa   trabajó en la División de las Naciones Unidas y Relaciones Económicas con los   Países en vía de Desarrollo. De 1992 a 1994 trabajó como consultora con el   Instituto Interamericano de Derechos Humanos/Centro de Asistencia Electoral,   Elections Canada. | 
 
 
 
 
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