
La manzana es un fruto que ha acompañado a la humanidad desde tiempos ancestrales y que goza de gran popularidad debido a su sabor y propiedades alimenticias y curativas.
Propiedades nutricionales y curativas
Por si a alguien le pareciera que el agradable y refrescante sabor de la manzana es poca cosa para consumirla, hay que decir que en general todas sus variedades ofrecen importante aportación de vitamina C y otras sustancias (fitoquímicos) con propiedades anticancerígenas y antioxidantes (que evitan el envejecimiento de los tejidos) que mantienen en perfecto estado al sistema inmunológico (encargado de defender al organismo de enfermedades).
Asimismo, el aporte calórico de la manzana es moderado (55 calorías por cada
Sin embargo, la gran virtud de este fruto reside, más bien, en su alto contenido de pectina, tipo de fibra soluble que cuenta con gran cantidad de cualidades positivas; la primera de ellas, es que ayuda a que el cuerpo disminuya los niveles de colesterol en la sangre, pues de acuerdo con estudios realizados en diversas naciones, como Francia, Italia e Irlanda, se ha establecido que consumir dos manzanas al día puede reducir hasta en 10% el nivel de este tipo de grasas
Otra ventaja de esta sustancia es que protege al organismo contra los efectos de la contaminación ambiental, debido a que favorece la eliminación de metales nocivos como plomo, mercurio y cesio, así como otras sustancias tóxicas que los habitantes de las grandes urbes inhalan.
Además, la pectina tiene la particularidad de retener agua, por lo que se le atribuyen efectos terapéuticos en caso de diarrea al hacer más lento el tránsito intestinal; aunque hay quienes piensan que esta benéfica cualidad se pierde al quitar la cáscara al fruto, lo cierto es que sólo una quinta parte de su virtuoso elemento se encuentra en la piel.
La manzana también contiene taninos, que son compuestos responsables de la sensación ligeramente áspera que genera este fruto en el paladar, pero que a la vez limpian y desinflaman la mucosa intestinal (capa que cubre el interior del conducto digestivo), por lo que resultan eficaces en el tratamiento general de padecimientos del sistema digestivo.
Para obtener en mayor cantidad esta sustancia, la medicina tradicional, así como la naturista, recomiendan consumir la pulpa rayada de la manzana luego de permanecer un tiempo a la intemperie, es decir, cuando adquiere color oscuro, acompañándola con un poco de miel y yogurt.
Pero no se agotan ahí sus propiedades. Ya los médicos de
Derivados
El jugo de manzana fermentado permite la elaboración de sidra, popular bebida que en México es consumida por chicos y grandes para recibir al año nuevo; es fresca, aromática, de color ámbar, posee baja graduación alcohólica (5º a 7º), y al embotellarse puede hacerse espumosa a la manera de la champaña.
Para obtener óptima sidra se emplean a la vez tres tipos de manzanas (amargas, dulces y ácidas), cuya proporción y cantidad dependerá del productor; no se emplean frutos de mesa, sino pequeños y de tipos específicos, acordes con recetas populares o secretas. El jugo se fermenta en toneles, fabricados tradicionalmente con madera de castaño, aunque de manera industrial se emplean contenedores de acero y fibra de vidrio.
Otro derivado importante de la manzana es el vinagre, que se obtiene mediante la fermentación ácida de la sidra; su principal uso es como aderezo en las comidas, su color es dorado, su sabor fuerte y sus propiedades nutritivas son mejores que las de otros productos similares obtenidos, por ejemplo, del vino.
Presenta las siguientes cualidades:
· Su acidez ayuda a digerir algunos alimentos.
· Estimula el movimiento intestinal, que favorece el proceso de digestión y absorción de alimentos y evita estreñimiento.
· Provoca la secreción de enzimas que sirven para digerir grasas.
Desafortunadamente, este último punto ha llevado al error de creer que este alimento elimina la grasa acumulada en el organismo, cuando lo que en realidad hace es facilitar su asimilación.
Sin embargo, en términos generales todos los vinagres son útiles para el organismo ya que sus minerales y elementos residuales son eficaces desintoxicantes que purifican la sangre; asimismo, contribuye a devolver sales perdidas al aparato digestivo y colabora en la destrucción de bacterias, hongos y parásitos.
Fuente:
El Siglo de Torreón México. Octubre 24 del 2005.
0 Comentarios