La Semana Santa o Semana Mayor es la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazareth.
Durante esta semana tienen los cristianos la oportunidad de congregarse para la realización de celebraciones religiosas, algunos se toman un descanso y es costumbre de otros vacacionar.
Donde vayamos, encontraremos una cantidad de personas con las que tenemos que interactuar, por lo que los invitamos, a través de esta columna, a hacer un ejercicio de amor en esta época tan maravillosa.
Es fácil dar una sonrisa, un saludo, apoyo o ayuda desinteresada a nuestros familiares o a las personas de nuestros afectos, no así a las que no nos agradan o no conocemos.
Hagamos la determinación de hacer lo anterior con todos, sin importar quiénes sean. Practiquemos el perdón con las personas que están a nuestro alrededor, tan necesario para nuestra tranquilidad. Cuando perdonamos, los más beneficiados somos nosotros mismos.
Comencemos ahora la práctica de la solidaridad, paciencia, comprensión, cortesía y hagámoslo en todas las épocas.
Sin importar la actividad que realice en esta Semana Santa, hágalo con prudencia, recordando siempre que una acción trae una reacción, y que depende en gran parte de nosotros, los resultados de nuestras acciones.
Pedimos a nuestros lectores, mantener la paz y la armonía, no solo en sus hogares, sino en los lugares a los que asistan.
Revestirse de paciencia es imprescindible, para lidiar con cualquier situación que se presente que moleste o incomode, el beneficio será para usted y su familia.
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