La ley de partidos y la formación política

Por INDIRA BLANCO CASTILLO

La AUTORA es comunicadora. Reside en Santo Domingo

En la obra la República de Platón se define el Estado ideal como aquel gobernado por filósofos, por aquellos que han recibido una educación que les permite “aplicarse a la contemplación de la esencia de las cosas”.

Para la obtención de esta sabiduría, de esta capacidad de ver las cosas por encima de las ilusiones y las pasiones humanas, ver las cosas tal como son, debían recibir una formación especial que los enseñase a desarrollar la capacidad de discernimiento, a conocer el manejo del Estado, y sobre todo el manejo y el conocimiento de la dialéctica, que es la base para entender los cambios, racionalizar y aceptar los argumentos del otro.

Sin duda la política, el arte y la técnica de gobernar un Estado es algo delicado ya que de su buen manejo depende el destino de una nación, por lo que sería lógico que quien la hace posea una formación especial. El proyecto de Ley de Partidos y agrupaciones políticas en la República Dominicana, en estos momentos en estudio en la Cámara de Diputados después de un largo engavetamiento, contempla en su articulado la formación política de los militantes de cada partido. Según se establece uno en la Junta Central Electoral y otro, sin duda más profundo, en el partido político de su pertenencia. Dicha formación obligatoria podría ser una verdadera transformación de nuestro sistema político ya que podría llevar consigo un mejoramiento de nuestra clase política que, según algunos, en ocasiones ha dejado mucho que desear en algunas de sus actuaciones.

Dicha disposición se encuentra dentro del proyecto de Ley en el título III, artículo 26, en el cual se “establecería la obligación de los partidos y agrupaciones políticas de contribuir a la formación de políticas y el adiestramiento de todos los ciudadanos en los asuntos del Estado”.

Se trata de formar un militante que aprenda no sólo sobre los principios que sustentan un partido, ya que hablar de ideologías en esta época resultaría anacrónico, sino sobre todo sobre lo que son los conocimientos políticos que permiten la flexibilidad y la coherencia en el manejo de la política.

Una formación genuina deberá hacer asimilar a los miembros de un partido el sentido de misión frente a su organización política y frente al pueblo que pretende gobernar. Esto significa asumir de manera consciente los objetivos básicos que se quieren obtener como organización política. Cuáles son los criterios que deben regir a la hora de manejar el Estado. Mientras más vocación de servicio y sentido de la misión posea un militante mayor será su esfuerzo en hacer un óptimo manejo del Estado y la gestión política.

Según el artículo 28 de dicho proyecto, entre las funciones de esta formación está “cooperar en la formación de la conciencia ciudadana”, “ayudar a la modernización de sus estructuras internas”. Organización, respeto a las reglas y sobre todo, el que se trate de inculcar valores genuinos de lo que debe ser la política como instrumento de crecimiento colectivo.

Que cada miembro conozca los instrumentos logísticos y estrategias en la organización de eventos políticos en el uso de los medios de comunicación, manejo de agendas, reuniones, etc.

Que se trate el tema de la disciplina partidaria de la importancia del respeto a la jerarquías. Estudios sobre economía, ética, historia, análisis y debates sobre las ideas políticas, metodologías de trabajo. Bien enseñado puede resultar apasionante para aquel que milita en un partido político analizar y discutir acontecimientos históricos y desentrañar cualidades y flaquezas de los grandes personajes de la historia.

Algo que debería ser incluido es el otorgamiento de becas a los militantes con resultados más meritorios en el proceso formativo. En áreas relacionadas no sólo con la política y Derecho Administrativo sino también en áreas como la economía, comercio internacional, economía política, finanzas.

Según algunos “uno” de los aspectos claves del mantenimiento del poder del partido comunista en China, y sus resultados positivos en la políticas económicas, es como los miembros del partido comunista son incentivados a estudiar, a obtener títulos de doctorados, especializaciones y a la adquisición de conocimientos prácticos en el exterior. Sobre todo en materias como economía, comercio internacional, política económica, finanzas.

En el caso de que se contemplara en la Ley el otorgamiento de becas a los participantes meritorios, las mismas deberán ser facilitadas por el Estado a las organizaciones políticas, después de una evaluación de los criterios tomados en cuenta a la hora realizar la selección de cada uno de los beneficiados.

Es obvio que una formación política en un político militante no excluirá de manera definitiva la posibilidad de que se corrompan o cometan graves errores políticos; se habla de seres humanos con una educación, unos valores e historias personales diferentes, pero sin duda mejorará un poco la forma de hacer política en general y servirá para dar instrumentos valiosos a aquellos que si poseen las condiciones para convertirse en grandes hombres de Estado.

A fin de cuenta los políticos son los que manejan El Estado, son aquellos de quienes dependen hasta cierto punto la salud de una nación y como decía Max Weber, los que manejan los hilos de la historia.

En la República Dominicana es necesario que la clase política posea una formación que le permita aceptar sus límites y le dé capacidad para hacer una política de altura, lo que sería un paso más de avance de nuestra democracia