Por Cándido Mercedes
La Gestión Humana es la capacidad de atraer, mantener,
desarrollar y motivar a las personas para transformarlas en talento. El Talento son las personas dotadas de competencia. El
Talento para Ed Michaels en su libro La Guerra por el talento, nos dice “es la suma de
las habilidades de una persona: sus dotes innatas, sus destrezas,
conocimientos, experiencia, inteligencia, juicio, actitud, carácter e
iniciativa. Comprende también, su capacidad
de aprender y desarrollarse”.
La fuente de acumulación de Capital
Humano hoy día, es lo que viabiliza y hace posible el crecimiento y
desarrollo sostenido de un país a través de su economía. El Capital Humano
infiere pues, una adecuada y efectiva inversión. La inversión en el Capital Humano se expresa en las múltiples
capacidades que asimilan las personas, las cuales transforman su acción
laboral, social, en productividad.
El Capital Físico, esto es, la dotación de edificios,
tecnología, maquinaria, coadyuvan a crear una producción agregada para el
crecimiento económico de una organización o una sociedad. Sin embargo, si no se
da una adecuada sinergia con el Capital Humano, el ritmo de crecimiento y
cambio no opera de manera sostenible. El
Capital Humano, transformado en Talento, se verifica en la Productividad. La
Productividad como “la relación cuantitativa entre el volumen de producción resultante –
bienes y servicios – y los factores
empleados en el proceso productivo”. La productividad, medida entre los
elementos de entrada en el proceso
productivo y los elementos de salida.
Dicho de otra manera, la productividad
es la relación entre la producción obtenida y los insumos utilizados en el proceso de producción.
El puente entre el Capital Humano, la Productividad y la
Competitividad lo constituye la manera en como
recompensamos a las personas. Las recompensas van desde las remuneraciones
(salarios), pasando por distintos programas
de incentivos (bonos, participación en los resultados, pago por antigüedad,
pago por evaluación, pago por creatividad e innovación, pago por aumentos de la Productividad , etc.); prestaciones y servicios (seguro de vida, seguro
de salud, pensión, jubilación, transporte, comida, viajes, etc., etc.).
En la sociedad dominicana, según el reciente informe “Crecimiento, Empleo y Cohesión Social en República Dominicana”, de la Organización
Internacional del Trabajo, en consulta Tripartita de FMI, del
30 de Enero de 2013, el SALARIO REAL ha disminuido en los últimos 20 anos. El Salario Real es el que mide el
poder de compra del salario; vale decir,
lo que se puede adquirir con ese ingreso. Mide la cantidad de bienes y
servicios que son dables adquirir con un salario determinado.
El importante Informe destaca que
“El crecimiento del PIB con
salarios estancados, ha hecho que se
reduzca o caiga la participación salarial en la renta nacional”. El Salario Real ha disminuido en la última década en un 27%, como promedio, en
tanto en determinados sectores segregados, la disminución alcanzó hasta un 35%.
En el 2013, la población económicamente activa, que labora, no logra situar su
Salario Real a los niveles del 2001. “Según el Banco Central, el costo de la
canasta mínima de bienes para el quintil más pobre fue el doble
del pago del SALARIO
MINIMO PROMEDIO’.
A pesar de que somos una sociedad que crea riquezas; de que el Producto
Bruto Interno ha crecido en las últimas décadas a una tasa promedio de 5.5%; de
que la economía se multiplicó por tres
al pasar de un PIB de 19,000 millones de dólares a 58,000 millones de dólares,
esto es, tres veces mayor; el Salario Real, la pobreza y la desigualdad se
mantienen imperturbables, corroyendo el
desarrollo humano.
¿Qué explica esta desarmonía, esta asimetría tan paradojal, que mientras
generamos riquezas el Salario Real disminuye y con ello la calidad de vida y el
bienestar de la gente? De nuevo el Informe
Crecimiento, Empleo y Cohesión Social, nos lo explica de esta manera “La perseverancia de la pobreza de
ingresos se hace más grave por un legado histórico de la inversión insuficiente
en bienes públicos y prestación ineficiente de servicios públicos en salud,
suministro eléctrico y en educación”.
Pero la explicación más fundamental, nodal, es que a pesar del aumento de
las riquezas, del PBI y de la baja inflación; todo ello no era fruto de un
aumento de la PRODUCTIVIDAD Y LA COMPETITIVIDAD ,
sino por el aumento de bienes de consumo importados y por vía de
consecuencia, del deterioro de los términos de intercambio, esto es, del Comercio
Exterior. Si las riquezas creadas y con ello el aumento del PIB hubiese sido por el aumento de la Productividad y la Competitividad ,
se hubiera verificado de manera constante, un aumento en
los SALARIOS REALES y en el EMPLEO; sobre
todo, en un empleo más decente; de mayor agregado de valor, que exigiera
mayores competencias al Capital Humano.
Ello explica al mismo tiempo, como la tasa de ahorro nacional haya descendido
de un promedio de 15% a un 7% en los
últimos 8 años; y que la precarización del empleo, vale decir, el empleo no
cualificado sea el de más alto crecimiento. Los déficits fiscales y de la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos y las
deudas (8.5%; 7% y 45% del PIB), en el
ano 2012, respectivamente; así como las tantas reformas tributarias, se
convierten en una rémora, en una sanguijuela para el aumento del Salario
Real.
El crecimiento del salario
en la sociedad dominicana se ha ralentizado, esto hace que el poder de compra disminuya y que
perdamos cada día más competitividad. La Competitividad como
el “grado en que una organización en condiciones justa y libre del mercado puede producir
bienes y servicios que son aceptados en los mercados internacionales”; que
pueden producir productos y servicios de calidad, al menor costo posible, al mejor precio y con la
velocidad de respuesta acorde a las exigencias del cliente.
Para que la fuerza laboral pueda recuperar
su poder de compra del año 2001, necesitaría un aumento no menor de un 30% en todos los
sectores salariales. Ello haría posible, no solo un aumento en el Salario Nominal sino también en el Salario Real; sobre todo, en el sector
privado, donde la tasa promedio salarial es menor que en el sector público y
autónomo. El promedio general por hora se encuentra en RD$73 pesos. RD$58 pesos
la hora en el sector privado, RD$88 pesos en el sector público y RD$72 la hora
en los autónomos.
La clase empresarial como apologista de la sociedad de mercado ha tenido una profunda ceguera, una falta de visión, una ausencia
de compromiso con el futuro y ha dejado que la elite política actúe como
si el presente fuera eterno y que los intereses particulares de la
PARTIDOCRACIA se sobredimensionen sobre los intereses de toda la sociedad. ¡Es lo que explica que los salarios, la Productividad y la Competitividad se
encuentren en un profundo pantano, en un verdadero atascadero!
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