Desde nuestro nacimiento somos portadores de dones maravillosos que el Creador nos ha regalado, y a medida que crecemos los vamos descubriendo y aprendiendo a utilizar de forma correcta, aunque, lamentablemente, muchas veces de manera incorrecta, pues no hemos tomado el tiempo para descubrirnos ni inventariar nuestras facultades.
Leer sobre esto en el libro “Polaris: Reflexiones sobre temas humanos”, me recordó cómo muchas personas excepcionales vagan en el limbo porque desconocen sus potencialidades, y otras, a sabiendas de tenerlas, no encuentran el motor que los haga arrancar y enfocarse en lograr sus metas.
Este maravilloso libro nos cuenta que “el individuo es un ser emocional con valores y principios que favorecen su interacción con otros” y que se hace necesario q ue cada quién “reflexione acerca de su esencia, que es su riqueza espiritual, y el poder que cada quien tiene si decide utilizarlas en bien...”. Hacerlo de la forma correcta nos proporciona paz, armonía, amor, fortaleza y voluntad.
Recuerda que un don sin usar es un don desperdiciado y para que esto no suceda se hace necesario pasar inventario de nuestras fortalezas para consolidarlas y de las debilidades para superarlas.
Ser consciente de nuestra naturaleza espiritual y humana nos mantiene en el camino correcto.
0 Comentarios