Los aceites saturados pueden provocar en algunas personas colesterol
alto. Por este motivo la Asociación Americana del Corazón recomienda
limitar la ingesta de grasas saturadas a menos del 7% del total de calorías
diarias.
Por otro otra
parte los aceites poliinsaturados tales como el aceite de maíz y el de sésamo,
reducen el colesterol alto. Además, el punto de humo de estos aceites es muy
bajo por lo que si se calientan a temperatura elevada se convierten en
carcinógenos.
Los aceites monoinsaturados
como el de canola y el de oliva son los más saludables. Los ácidos grasos trans
como la margarina y la manteca vegetal no son saludables, ya que pueden tapar
las arterias y provocar enfermedades cardiovasculares y obesidad.
En el caso del aceite
de linaza es muy bueno para las mujeres ya que ayuda a aliviar los síntomas de
la menopausia y además el síndrome premenstrual.
El aceite de
pescado es beneficioso para prevenir la diabetes, las enfermedades
cardiovasculares y otros problemas de salud. Este es rico en omega-3 y omega-6,
los cuales son muy buenos para la salud.
En lo que respecta
al aceite de semilla de uva es bastante saludable, tiene un alto contenido de
antioxidantes y puede prevenir las enfermedades del corazón y el cáncer.
Además, tiene un punto de humo alto lo que lo hace un aceite muy recomendable
para cocinar.
Entre los aceites
que son buenos para la salud cabe destacar al de linaza, este contiene ácido
docosa-hexaenoico (DHA) que pone las células cerebrales en acción, lo cual
mejora el estado de ánimo y reduce el mal humor. Cuando la persona está
deprimida puede resultar de gran ayuda que durante 8 semanas se tome dos
cucharadas diarias de aceite de linaza.
Un buen aceite que ayuda a bajar de peso es el de coco, este se encarga
de acelerar el metabolismo debido a su rico contenido en ácidos grasos de
cadena media. Estas grasas van directamente al hígado y una vez allí doblan el
ritmo metabólico. Además, quita los antojos por tres horas seguidas. Se
recomienda consumir 2 cucharadas diarias de este aceite. Una buena manera de
poder ingerirlo es a través de la fritura.
En un estudio que
se realizó entre algunos pacientes que padecen de hipertensión, cuando se les
incluyó el aceite de sésamo en sus dietas, la presión les bajó 32 puntos en dos
meses. Los encargados de esta investigación creen que esto se debe a que la
combinación de ácidos grasos poliinsaturados y el compuesto sesamina relajan
las arterias. La cantidad recomendada para consumir es de 1 onza al día.
De acuerdo al FDA,
es decir la Food and Drug Administration el consumir dos cucharadas de aceite
de oliva extra virgen al día, reduce el riesgo de padecer enfermedades
cardiovasculares. Esto se debe a que el aceite de oliva extra virgen es muy
rico en los antioxidantes, y polifenoles. Asimismo su contenido en grasas
monoinsaturados hace que baje notablemente el colesterol.
Otro aceite muy
beneficioso y que puede fortalecer la salud cardiovascular en las personas que
no padecen del corazón es el aceite de pescado. En lo que respecta a las
personas que ya tienen enfermedades cardiovasculares existe una controversia
entre los expertos. Algunos investigadores creen que el aceite de pescado sí
puede reducir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco en personas que sufren de
enfermedades cardiovasculares, en cambio otros dicen que no.
Aun
así, y a pesar de los desacuerdos la Asociación Americana del Corazón, la
American Heart Association, recomienda el aceite de pescado como un
preventivo eficaz de enfermedades cardiovasculares tanto para personas sanas,
como para aquellas personas que ya tienen problemas del corazón.
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