Durante el acto
sexual hay errores que los usualmente cometemos que pueden matar el momento de
placer. Conoce siete típicos errores que los hombres cometen.
Uno de los mejores
momentos que uno puede disfrutar con su pareja es en la intimidad. Ponemos a lucir
todas nuestras habilidades en la cama para hacerle disfrutar del acto
sexual. Sin embargo, hay errores que podemos estar cometiendo
que malogran ese momento especial en pareja. Conoce los siete típicos errores
que los hombre cometen durante el sexo, según MensHealth:
1. No esperar a que esté suficientemente excitada
El hombre y la mujer
tienen ritmos y tiempos diferentes en cuanto a la necesidad sexual. Nosotros
solemos actuar por impulsos: podemos estar alterados y eso hace que más nos
provoque. Más bien el sexo es nuestra excusa perfecta para librar tensión. Pero
a ellas le ocurre todo lo contrario.
Una mujer necesita estar
relajada para que fluya su excitación sexual, pues el impulso femenino pasa por
haber imaginado y deseado previamente el momento del encuentro. Tu misión
principal será, por lo tanto, procurar que esté relajada. Luego, hacer que se
sienta deseada, siempre invertir tiempo en el juego previo y las dinámicas de
seducción.
2. Chantajearla con los sentimientos
Si te molestas cuando
ella te dice: “Ahora no”, porque, conscientemente o no, quieres que ella ceda
para evitar tu enfado, estás cometiendo uno de los peores errores. Ningún tipo
de chantaje, ni siquiera el más sutil, es sano para una relación sexual.
Lo que lograrás con eso es el efecto contrario:
que cada vez le genere más ansiedad y menos ganas de tener sexo contigo. En vez
de ser un acto divertido y excitante, será una obligación: y el sexo NUNCA debe ser una obligación.
Tu relación con ella debe
centrarse en la complicidad, no en el poder.
3. Concentrarse excesivamente en sus senos
Si vives encantado por
los senos de tu novia o esposa, procura que tu entusiasmo no los presione en
exceso. Una de las cosas que más puede molestar a las mujeres que traten con
poca delicadeza sus pezones: ya será “ordeñar”, tirar o morder bruscamente sus
pezones.
Sus ciclos hormonales
hacen que esa zona sea especialmente sensible. Es un tema que debes hablar con
ella, saber qué y cómo les gusta. Quizás les encante el juego brusco, quizás
no. En todo caso, acaricia y masajea previamente, con mucha suavidad toda la
zona.
4. Presionarla para tener sexo anal
El sexo anal es un tabú
para ellas todavía, al menos en términos generales. Ya sea por el “qué dirán”,
por falta de confianza, por vergüenza, por asco o por dolor. Por lo tanto, no
es una práctica sexual común para ellas, aunque sí es una de las que más les da
curiosidad.
Por eso, debes dejar que
se tome el tiempo para proponértelo. Al igual con las caricias a sus seno,
hablarlo con ella, de nuevo, sin presiones, es lo mejor que puedes hacer, sobre
todo para quitarle el prejuicio al acto.
5. Abusar de lo verbal
No puedes abusar de la
palabra oral para hacer que llegue al orgasmo. El lenguaje “sucio” puede
mantener para muchas el fuego encendido, pero, como todo, hay un límite. Las
palabras, por lo tanto, pueden detonar un orgasmo, pero también puede alejarlo.
Además, ten en cuenta que
una relación sexual no fracasa porque ella no haya acabado. La sexualidad no
reside únicamente en el clímax sexual. Por tanto, no te desesperes “invocando”
su orgasmo, eso sólo la agobiará.
La mejor forma en tal
caso de ayudarla a alcanzar el orgasmo no es por penetración sino por la
estimulación externa del clítoris.
6. Controlar su cabeza durante el sexo oral
Aunque puede ser un juego
de dominación/sumisión muy excitante, también puede acabar siendo muy incómodo
y doloroso para ella. Le puedes estar retorciendo las cervicales o
interrumpiendo su respiración, y eso resulta incómodo y corta su excitación.
De nuevo: háblalo con
ella y descubre cómo les gusta más marcar esas dinámicas del ritmo sexual.
7. No avisar
Hablamos de nuevo sobre
el sexo oral: no caigas en la tentación de acabar sin avisarle previamente. Si
no quieres volver a verla en tu vida, puedes seguir ese camino, y convertirte
en un perfecto macho-imbécil.
Estudios sobre la
sexualidad han revelado que a la mayoría de las mujeres no les gusta el sabor
ni la sensación del semen en su boca y garganta. Además, es un tema de cortesía
y de higiene.
Todo dependerá, una vez
más, del nivel de confianza que tengas con ella.
Fuente: MensHealth.es
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