Por Camile Roldán Soto /
camile.roldan@elnuevodia.com
¿Cuántas veces has salido a comprar
regalos y regresas a casa con un montón de bolsas llenas de objetos sin ningún
valor para las personas que los recibirán?
La Navidad, quizás más que ninguna
otra época del año, provoca en muchos la falsa necesidad de comprar mucho, por
impulso y por encima del presupuesto. Una ecuación terrible para terminar
el año con más deudas que ahorros y más cargo de conciencia que paz mental.
La doctora María Curbelo Serrano
invita a cambiar de perspectiva para lograr agradar a tus seres queridos dentro
tus posibilidades y sin ansiedad. Para lograrlo, la clave está en regalar con
propósito, es decir, olvidar el ego para regalar por sentirte satisfecho o
quedar bien. Hacerlo requiere que una vez hayas decidido a quienes vas a
obsequiar, pienses un poco en esas personas, sus verdaderas necesidades y sus
gustos, por sencillos que puedan ser.
Por ejemplo, a esa amiga que nunca
contesta las llamadas porque a cada rato su teléfono se queda sin batería,
puedes regalarle un cargador para el carro. Aunque cueste $10, demuestra que
estás pendiente de su despiste y hasta la harás reír, indica la doctora.
Asimismo, si tu mejor amigo o tu papá empezó una rutina de ejercicios, cómprale
un pantalón o una camiseta y escríbele un mensaje que le anime a continuar con
su meta.
Otros detalles significativos los
pasamos por alto sencillamente por el exceso de prisa o porque no nos detenemos
a observar un momento la relación con esa persona, qué es lo especial de él o
ella, qué podemos hacer por ellos para aliviarles en vez de necesariamente
salir del paso con cualquier artículo en especial.
En su lugar, puedes cocinar para tus
amistades o familiares un postre o comida favorita. Mejor aún, saca el tiempo
para tener con ellos alguna experiencia nueva (una clase de baile, de
yoga o de cocina, ir a kayakear o de road trip). También puedes ayudarles con
alguna tarea, como puede ser el cuido de los hijos para permitirles un rato de
diversión libre de responsabilidades. Si sabes hacer un presupuesto,
organizar armarios, asesorar sobre moda o nutrición, regálale a tus
amistades ese talento por unas horas o un día.
“Tener un propósito en mente evita
que compres en exceso o innecesariamente”, explica la doctora, al afirmar que
una señal de que compras en exceso es ir de forma desorganizada a
llevarte de la tienda un montón de artículos “sólo por si acaso” que después ni
siquiera llegas a devolver.
La doctora María Santos, sicóloga
clínica, añade que los compradores compulsivos- a diferencia de quienes pueden
ceder una que otra vez a una compra por impulso- tienden a sentir culpa o
verguenza por su falta de límites. Además, pueden llegar a ocultar sus compras,
incumplir con otras obligaciones del presupuesto e incluso enfrentar problemas
familiares o laborales a causa de esta práctica.
Una adicción a comprar se trata de
manera similar a otras adicciones y debe ser una alerta para quienes demuestran
la conducta pensar en qué otras áreas de su vida también cruzan los límites al
extremo de afectar su estabilidad económica o su bienestar emocional y
social.
Cómo hacer compras inteligentes:
1. Acepta que quizás no podrás
regalarle a todo el mundo. Así es que define a quién o a quienes le vas a
regalar.
2. Escoge un presupuesto para cada
regalo y no te excedas de esa cifra.
3. Dedica aunque sea unos minutos a
pensar en esa persona, sus gustos, su rutina, sus necesidades.
4. En lugar de pensar en un precio elevado,
piensa en un significado elevado. No descartes el valor de ofrecerle a tus
amigos un par de horas de cuido de sus niños para que puedan ir al cine o
una fiambrera durante su ocupada semana laboral.
5. Determina el lugar a donde vas a
conseguir ese regalo.
6. Evita dejar la compra del regalo
para último minuto. Así no caes en la trampa de comprar cualquier cosa por
salir del paso.
Fuente: Dra. María Curbelo Serrano,
psicóloga clínica
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