SANTO DOMINGO.- A
veces nos reportan en el examen general de orina la presencia de sangre oculta,
pero el enfermo no la ve. En otros casos la persona al mirar la
orina puede percibir por la coloración que tiene sangre.
Cuando necesitamos el auxilio de microscopio para detectar sangre en la
orina, se llama hematuria microscópica y cuando la vemos sin el empleo de este
aparato se llama macroscópica.
¿Por qué aparece sangre en la orina?
Si es una mujer, debemos preguntar si ha tenido la menstruación en los
días próximo al análisis de orina, igual si le ha pasado la menstruación.
También es importante cuando haya hematuria preguntar si el paciente ha estado
sometido a ejercicios físicos intensos el día anterior de hacer el
análisis. También si tuvo relaciones sexuales la noche antes porque el
roce puede ser la causa de que se reporte sangre oculta en la orina.
La presencia de cálculos (piedras) en el riñón o en las vías urinarias
es, con frecuencia, la razón por la que puede aparecer sangrado en la orina,
pues éstas, a menudo, causan esta manifestación.
Algunas personas tienen problemas de la coagulación de la sangre o están
tomando anticoagulantes y tienen mayor propensión a sangrar que las
demás. El médico siempre debe pensar en esta posibilidad e investigar
acerca de ella cuando recibe un paciente con este signo.
Una tuberculosis renal está entre las causas de que un ser humano tenga
sangre en la orina y el médico debe sospecharlo cuando alguien lo consulte por
esta causa y mandar a realizar los estudios correspondientes para hacer el
diagnóstico de esta enfermedad.
Algunas lesiones traumáticas pueden cursar con sangre en la orina, un
golpe, una caída, un accidente de tránsito pueden estar entre las posibilidades
que el médico debe investigar cuando le llega una persona con sangre en la
orina.
Aunque no es frecuente una causa de hematuria puede ser un tumor en el
riñón y es una posibilidad en la que también debemos pensar en un enfermo con
esta situación.
¿Cómo se hace el diagnóstico?
Después de analizar las manifestaciones mandamos a hacer los estudios
complementarios, donde no debe faltar un examen general de orina y una
sonografía. También puede ser necesario hacer una urografía excretora y
hasta una tomografía axial computarizada (TAC) abdominal, según el criterio del
médico que está haciendo la evaluación del enfermo. En algunos casos el
cultivo de orina ayuda mucho a establecer si hay un proceso infeccioso y el
microbio responsable de la infección y en el antibiograma nos dirá cuál es el
fármaco más efectivo para tratar la enfermedad. Esto nos da mayor certeza
a la hora de establecer el tratamiento a seguir en este problema.
El tratamiento
El manejo de la hematuria va a depender de su causa y no es correcto
empezar a dar tratamiento sin conocer qué está produciendo el problema.
Una vez conocida la razón diseñamos el esquema terapéutico a seguir. Esto
nos permitirá mayor certeza en el manejo de la problemática.
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