Es
lo que permite que las relaciones sean duraderas, felices y libres de malos
entendidos
Tu esposa lleva un rato
hablando de cómo le fue el día en el trabajo. Sabes que por ahí más o menos va
la cosa, pero andas en tu mundo, pensando en ese juego que comienza en diez
minutos y no te quieres perder. O acaso tienes la cabeza en tu día y la conversación
que tuviste con ese colega difícil.
Poco a poco tu esposa, que no
es ni ciega ni insensible, va perdiendo interés en hablar contigo. Se calla,
sintiendo que nadie la escuchó y desconectada de ti. Perdiste una oportunidad
para cementar tu relación y con el tiempo, se erosiona.
Todos sabemos, o debiéramos
saber, que escuchar atentamente es importante para cualquier relación,
sea en el trabajo o la casa. Escuchar de esta manera hace que la persona con
quien dialogas se sienta comprendida.
Muchísimos experimentos lo
han comprobado. Y sin embargo, a la mayoría de nosotros nadie nos ha enseñado
como se hace. Bueno, no pierdas las esperanzas, porque te voy a enseñar cómo.
Esta práctica ayuda mucho en situaciones difíciles, cuando hay diferencias y
cuando quieres expresar apoyo.
Separa un rato para estar
tranquilo con tu pareja u otra persona cercana. Invítalo a que comparta lo que
tiene en su mente y sigue las recomendaciones que siguen. No las tienes que
seguir todas, pero mientras más, mejor.
1. Parafrasea. Deja que la persona termine de expresarse (aguanta
las ganas de interrumpir) y repite lo que te dijo en tus propias palabras. La
idea es que se sepa que escuchaste y asegurarte que entendiste bien lo que
quiso decir. Puedes decir algo como, “suena como que…”; “si entendí
bien…”
2. Haz preguntas. No presumas que entiendes lo que la otra persona
quiere decir. Si tienes dudas, haz preguntas para que abunde o aclare, como por
ejemplo, “¿Qué significa X para ti?”·o “cuando dices X, qué quiere decir para ti?”
3. Expresa empatía. Si la persona expresa sentimientos negativos no trates de arreglarlos ni
juzgarlos. Trata de reconocerlos y entender cómo es que se siente y por qué.
Puedes decir algo como, “veo cómo te pudieras sentir así en esa situación”.
4. Usa tu cuerpo. Mira sus ojos, manten tu cuerpo de frente, relajado.
Trata de no expresar desagrado con tu cara. No te distraigas, ni mires el texto
que te entró.
5. Evita juzgar. Estás tratando de entender a la otra persona,
aunque estés en desacuerdo. No es el momento para argüir en contra de su
posición.
6. No des consejos. Habrá un momento para consejos, pero solo después que ambos se entiendan
bien. Aguanta la lengua hasta después.
7. Tomen turnos. Después que la otra persona se haya expresado y la
hayas escuchado activamente, pregunta si estaría bien que compartieras tus
pensamientos. Usa la primera persona cuando hables, en vez de ser acusativo.
Por ejemplo, “me siento frustrado cuando no me ayudas con las cuentas”, es
mejor que “En vez de ayudarme con las cuentas te pones a ver televisión”. No es
fácil, pero trátalo, que la ciencia dice que mejorarás tus relaciones, sentirás
mayor bienestar y hasta más efectivo en tu vida.
El autor es coach de vida
certificado. Más información en jose@coachjoseluis.com
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