Por David Robson / BBC Mundo
Comiste, bebiste y lo disfrutaste, pero ahora llegó la hora de
enfrentar la realidad y ver qué hacer para desintoxicarte.
Con estos fines, cada año muchos se refugian en dietas relámpago, pero
con tantos consejos pseudocientíficos en los medios, es difícil saber en qué
creer.
Por eso, hemos filtrado la evidencia para ayudarte a encontrar maneras
probadas de recuperar la forma con la menor agonía posible.
1- Considera abstenerte
Aunque la idea de abstenerse de alcohol en enero se ha convertido en
una costumbre regular para muchos bebedores, no hay mucha evidencia de que
tenga beneficios a largo plazo.
Sin embargo, una investigación de la revista británica New Scientist ha
dado algunas pistas interesantes al respecto.
En un estudio conjunto con la Escuela de Medicina de la universidad británica
University College London, 10 periodistas de la revista se abstuvieron de tomar
alcohol por un mes.
Todos registraron un 15% de reducción de grasa en el hígado, que causa
una serie de enfermedades hepáticas, además de una reducción del nivel de
colesterol y de glucosa en la sangre.
La evidencia es preliminar, y el profesor Rajiv Jalan, de la
universidad londinense, enfatiza que abstenerse en enero no puede compensar por
11 meses de excesos.
Pese a eso, una investigación de la Universidad de Sussex
encontró que abstenerse el primer mes del año también ayudó a reducir los
niveles de consumo en los meses restantes en una muestra de estudiantes. La
investigación fue financiada por la organización de beneficencia Alcohol
Concern o Preocupación por el Alcohol.
2- No te dejes engañar con los superalimentos
Para Beyoncé es una dieta de jugo de limón, pimienta roja y savia; para
otros es quinoa, té de raíces de diente de león, mora azul y algas.
Para muchos, estos superalimentos tienen el potencial de vaciar el
cuerpo de sustancias químicas dañinas y mejorar la condición de la piel y del
pelo, y lograr una cintura más adelgazada.
En realidad, los estudios científicos aún no dan pruebas convincentes
de que ninguna de estas dietas "detox" o de desintoxicación puedan
eliminar contaminantes en el cuerpo, según un amplio análisis publicado el mes
pasado.
Incluso los supuestos beneficios de los antioxidantes, que por mucho
tiempo se pensaba que prevenían el cáncer, están en duda.
Si buscas perder peso y tener una vida más larga y saludable, la mejor
opción sigue siendo una dieta balanceada y moderada, rica en frutas, vegetales,
pescados y carbohidratos no procesados.
3- Gana músculo
Aunque la fisicultura puede parecer un asunto de gente obcecada con el
gimnasio, levantar peso debe ser parte de la rutina de ejercicios de todos.
Esto se debe a que músculos más saludables ayudan a reducir problemas
como la resistencia a la insulina, que causa diabetes y enfermedades cardíacas.
Eso se aplica no importa cuál sea tu peso. Los obesos que realizan
ejercicios para fortalecer los músculos tienen el mismo riesgo de ataques
cardíacos que gente más saludable.
Los ejercicios para fortalecer los músculos ayudan también a bajar la
presión sanguínea y se piensa que son particularmente beneficiosos para las
personas mayores, que pierden masa corporal más rápidamente.
Mezclar aeróbicos con ejercicios para fortalecer los músculos es la
forma más eficiente de controlar el peso y proteger el corazón.
4- No te sientes tanto
Aun cuando te ejercites regularmente, no permitas que la satisfacción
de haber hecho tu rutina te lleve a la complacencia.
Un estudio encontró que la mitad de las mujeres que se ejercitan en
realidad ganan peso, quizás porque sienten que hacer ejercicios les da licencia
para mantenerse menos activas después de la rutina.
El hecho es que los ejercicios regulares, aunque buenos, no pueden por
sí solos contrarrestar los efectos adversos de una vida sedentaria.
Sentarse por períodos largos, en vez de, por ejemplo, entretenerse
haciendo cosas en el jardín, permite que se acumule glucosa y grasa en la
sangre, y genera picos en la generación de insulina.
Y todo esto puede contribuir a problemas de largo plazo con el
metabolismo.
Las consecuencias dan mucho qué pensar: un estudio sugiere que después
de los 25 años, cada hora mirando televisión le cuesta a una persona 22 minutos
de vida. Con esto, su expectativa de vida se reduce en cinco años, aún si la
persona se ejercita con cierta regularidad.
Actividades como leer, escribir o los juegos de video tienen el mismo
efecto.
Una solución es adoptar pasatiempos más activos y si pasas mucho tiempo
trabajando en un escritorio, puedes contrarrestar los efectos parándote y
haciendo una corta caminada cada veinte minutos o algo así, para limitar los
potenciales daños de largo plazo.
5- No seas puritano
De alguna forma, nuestras resoluciones de principios de años
constituyen un triunfo de la esperanza sobre la experiencia: sólo 8% de las
personas cumplen sus propósitos.
Quizás es porque somos demasiado ambiciosos y nos juzgamos muy
duramente cuando no logramos cumplir con esos estándares tan altos.
Los psicólogos señalan que la culpa puede tener un impacto en nuestra
conducta y lleva a más tentaciones y a boicotear nuestras propias metas.
Mientras tanto, si disfrutas de la ocasional indulgencia, eso puede
ayudarte a recargar tu capacidad de autocontrol.
De manera que aunque tengas intenciones de someterte a una rigurosa
abstinencia, asegúrate de dejar espacio también para un poco de vicio.
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