POR AGENCIAS
REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Desde muy pequeños; así parece ser la mejor manera
de prevenir algunas alergias alimentarias. Al menos en el caso de los
cacahuetes, según un estudio que se publica en «The New England Journal of
Medicine» y que se acaba de presentar en la Reunión Anual de la Academia
Americana de Alergia, Asma e Inmunología.
El estudio concluye
que la introducción de productos con cacahuete en la dieta de los lactantes con
alto riesgo de desarrollar alergia al maní es una aproximación segura, pero que
además logra una reducción del 81% en el riesgo posterior de desarrollo de la
alergia.
El trabajo, denominado
Aprendizaje Temprano de la Alergia del Cacahuete (LEAP en inglés), se planteó
debido a las observaciones que mostraban que los niños israelíes tienen menores
tasas de alergia a los cacahuetes en comparación con los niños judíos de
similar ascendencia pero que residen en el Reino Unido. A diferencia de los
niños que viven en el Reino Unido, los niños israelíes comienzan a consumir
alimentos que contienen cacahuetes desde muy temprano.
Así, los
investigadores dirigidos por Gideon Lack, del King’s College de Londres, han
tratado de demostrar que las tasas tan bajas de la alergia al maní en los niños
israelíes son el resultado de los altos niveles de consumo durante la infancia
temprana.
Problema de salud pública
«Las alergias alimentarias
son una preocupación cada vez mayor en todo el mundo», afirma el director del
Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU., Anthony S.
Fauci. Por ejemplo, se calcula que en España entre el 4% y el 8% de la
población infantil padece algún tipo de alergia infantil, siendo el pescado, el
marisco y los frutos secos los alimentos que más la desencadenan.
Algunas encuestas
sugieren que cerca de 1,3 millones de personas en España padecen alergias
alimentarias. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica
(SEAIC), en la última década ha aumentado el número de personas afectas por una
reacción alérgica a los alimentos. «La alergia a alimentos se ha duplicado en
nuestro país en poco más de un decenio. En 1992 el 3.6% de las personas que
acudían a una consulta de alergia lo hacían por alergia a alimentos. En 2005 la
cifra pasó al 7.4%», dice el Informe Alergológica.
De ahí la importancia
que otorga Fauci a los resultados de este trabajo que muestra los beneficios en
la prevención de un tipo de alergia muy frecuente, como es a los frutos secos.
«Los resultados tienen el potencial de transformar la forma en la que nos
acercamos a la prevención de la alergia alimentaria», señaló.
En este ensayo clínico
los investigadores han comparado dos estrategias para prevenir la alergia a los
cacahuetes: consumo o evitación en la dieta en aquellos bebés con riesgo de
desarrollar alergia al cacahuete porque ya tenían alergia al huevo y/o eccema
grave, una enfermedad inflamatoria de la piel.
El estudio excluyó a
los bebés que desde muy temprano mostraban fuertes signos de tener alergia al
cacahuete porque, señala Lack, «todavía se desconoce la seguridad y la eficacia
del consumo temprano de cacahuete en este grupo». El experto aconseja a los
padres de bebés y niños pequeños con eczema o alergia al huevo consultar con un
alergólogo, pediatra o su médico de cabecera antes de darles productos que
contengan cacahuete.
En total los
investigadores reclutaron a más de 600 niños de alto riesgo entre 4 y 11 meses
de edad que fueron asignados de forma aleatoria a alguna de las dos
estrategias: terapia de evitación o una dieta con al menos 6 gramos de proteína
de cacahuete por semana. Los dos regímenes de se mantuvieron hasta 5 años de
edad y todos los participantes fueron monitorizados durante este periodo.
Una vez transcurrido
este periodo, los investigadores evaluaron la alergia al cacahuete en los 640
niños y vieron que una reducción del 81% en el riesgo de la alergia al
cacahuete en aquellos que siguieron una dieta con cacahuete desde muy pequeños
en comparación con los que evitaron el fruto seco.
Fuente: ABC.es
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