REDACCIÓN.- La existencia de una relación directa entre la calidad de la dieta
y la deficiencia de la salud mental va en aumento. Destacados expertos de las
universidades de Melbourne y Deakin señalan que la nutrición es determinante en
ciertas condiciones psiquiátricas.
Los factores determinantes de
la salud mental son complejos, pero estudios recientes han demostrado de la
relevancia de la nutrición como un factor clave en la alta prevalencia e
incidencia de los trastornos mentales; lo que la coloca en un punto a considerar
en la psiquiatría, como lo es para la cardiología, la endocrinología y la
gastroenterología.
A partir de estos hallazgos
el equipo de investigadores encabezado por el doctor Jerome Sarris de la Universidad de
Melbourne y miembro de la Sociedad Internacional Para la Investigación de la Psiquiatría de la Nutrición (ISNPR por sus
siglas en inglés) estudiaron si los nutrientes tienen el potencial de mejorar
los trastornos mentales a nivel individual y poblacional.
Sus resultados publicados en
la revista The Lancet Psychiatry, demostraron que muchos de los alimentos
tienen una clara relación con la salud del cerebro, como el omega-3, la
vitamina B (especialmente el ácido fólico y la B 12), el hierro, el zinc, el magnesio, la
vitamina D y los aminoácidos. Si bien, éstos pueden obtenerse por medio de una
buena alimentación, también pueden adquirirse mediante la ingesta justificada
de suplementos alimenticios.
También, se ha descubierto
que la nutrición materna y temprana en la vida de los individuos es un factor que
interviene en la salud mental en los niños, mientras que las graves
deficiencias en algunos nutrientes esenciales durante períodos críticos del
desarrollo han sido implicadas en la generación de trastornos depresivos y
psicóticos”, añadió la profesora Felice Jacka, investigadora principal de la Universidad de Deakin
y presidenta de la ISNPR
en un comunicado de EurekAlert!
En conclusión, los
investigadores consideran que existe una asociación entre los hábitos
alimenticios sanos y menor prevalencia de la depresión y el suicidio en los
diversos grupos étnicos y generacionales.
Asimismo, una revisión
publicada a finales de 2014
ha confirmado una relación existente entre la
alimentación no saludable y una salud mental deficiente en niños y
adolescentes. Los datos apuntan a que una mejora de la dieta previene la
incidencia inicial de trastornos mentales comunes (como la ansiedad y la
depresión) que están apareciendo más frecuentemente en edades tempranas.
Por su parte, Sarris considera que se debe cambiar el enfoque de la psiquiatría
para vincularlo con los elementos clave de la dieta y la nutrición.
Fuente: Redacción Quo
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