Ticker

6/recent/ticker-posts

Armonizar relaciones con Haití

La Republica Dominicana y Haití comparten las Isla de La Española denominada así por sus colonizadores y Quisqueya por sus pobladores nativos (Tainos) con una extensión aproximada de 76 mil kilómetros cuadrados, de los cuales las dos terceras partes lo ocupa la Republica Dominicana unos 48,730 km cuadrados, viviendo estos países como almas gemelas que se necesitan unos a otros y deben mantener relaciones armónicas y de convivencia pacíficas.

Recientemente los incidentes causados en un consulado dominicano en Haití, donde  bandas encabezadas por desafortunados quemaron la bandera dominicana trayendo como consecuencia el cierre de los cinco consulados existentes, lo que ha afectado las relaciones comerciales y migratorias entre ambas naciones.
Lo recomendable en estos momentos es que se normalicen las relaciones diplomáticas y consulares con nuevas negociaciones entre ambas naciones para que sus ciudadanos no sufran con las consecuencias, impidiendo esta situación que se realicen los intercambios comerciales dese y hacia ambos países, que de no realizarse,  impactarían de manera negativa en el tráfico de mercancías y de personas.
Una de las salidas a que debiera abocarse la Rep. Dominicana, para salvar el comercio con Haití es crear dos centros de acopio de mercancías, uno  en Dajabon y el otro en Jimani,  en la frontera con Haití, estableciendo ventanillas de venta de diferentes productos sin tener la necesidad de que los camiones se aventuren por las carreteras inseguras de Haití, evitar que los Haitianos entren a territorio dominicano y que sea en la frontera que se abastezcan de los productos que se  comercializan.
La semana pasada más de 25 transportistas fueron interceptados en carreteras de Haití, impidiendo que sus mercancías llegaran al destino final, pues se hace necesario crear estos centros de acopio de mercaderías entre la frontera de Haití y la Rep. Dominicana, quedando resueltos el intercambio comercial y evitando posibles enfrentamientos, que pueden degenerar en enfrentamiento insalvables.
Aparentemente no existen garantías para mantener abierto los cinco consulados en Haití y una medida cautelar seria abrir un único consulado en Juana Méndez, de manera provisional para desde ahí poder seguir atendiendo las demandas de visas de trabajo, de salud y humanitarias,  garantizar el flujo migratorio, que es vital para ambos ciudadanos.
Una vez puestas en marcha esas medidas cautelares se debe proceder con las consultas bilaterales, con  una revisión de los convenios que se tienen con Haití, regulando en primer lugar las relaciones comerciales, migratorias, culturales y de trabajo, relativo a los firmados en noviembre del 2005 (tratado de Paz, Amistad y Comercio),  y en el 2006.
La gran cantidad de trabajadores Haitianos que trabajan en la republica dominicana sin documentos legales hace imposible que estos ciudadanos puedan recibir todos los beneficios que establecen las leyes. Las áreas de construcción, agricultura, seguridad privada, hotelería y servicio doméstico, cientos de miles de ciudadanos haitianos desempeñan esas labores cada día, lo cual entraría como prioridad en las nuevas conversaciones, con tal de  regular esa mano de obra extrajera.
La República Dominicana tiene más de 2 millones de pobres e indigentes lo que hace imposible que pueda asumir más ciudadanos haitianos en estado de pobreza extrema, lo que representa una carga muy pesada p y muy difícil de llevar, pues el presupuesto de salud está agotado y las calles lucen llenas de pedigüeños de origen Haitiano, los mismos no tienen donde dormir.
De ahí que la República Dominicana debe proceder a sellar la frontera e impedir que continúen ingresando cada día miles de ciudadanos haitianos sin documentos legales y violando e irrespetando nuestras fronteras con una longitud de 275 km. Las autoridades dominicanas han llevado a cabo el plan  de regularización de personas que alegan que son dominicanos pero con una frontera abierta no se puede garantizar que tales ciudadanos se le reconozcan una nacionalidad que nunca han tenido.
Se precisa que las naciones más poderosas acudan en el auxilio de Haití y puedan ofrecer visas humanitarias para trabajadores y así poder palear la difícil situación por la que está pasando el pueblo haitiano y así evitar la alta migración ilegal de parte de ciudadanos haitianos.
Haití debe entender que no se pueden cambiar las circunstancias históricas que separaron en dos naciones esta hermosa isla,  con condiciones culturales completamente opuestas y hace 171 años que los dominicanos decidimos construir nuestro propio  futuro, y no habrá fuerza humana que lo pueda impedir.
Vamos a luchar juntos, ambos países como latinoamericanos que somos, para construir el camino de la esperanza de nuestros ciudadanos sin renunciar a nuestros orígenes y nuestra independencia y cumplir con los sueños que nos han dado nuestros fundadores para cada una de nuestras patrias.
La República Dominicana no está en venta, no se alquila ni se presta, porque ese legado que nos dieron nuestros fundadores es ara, no pedestal, como sabiamente dijo el presidente Danilo Medina,  y mantendremos nuestra patria salva y sana, según el juramento que hicieron Juan Pablo Duarte, Ramón Matías Mella y Francisco del Rosario Sánchez, con el Lema inscrito en el escudo de Dios, Patria y Libertad.


Publicar un comentario

0 Comentarios