Nunca hay que meter
alimentos calientes en el frigorífico, ya que esto aumenta el consumo de
energía porque el electrodoméstico necesita más potencia para mantener la
temperatura.
Otra razón
es que el alimento caliente puede aumentar la temperatura de los que están a su
Si eres una de esas personas que meten los alimentos en el refrigerador sin
pensar, y luego te olvidas de ellos, seguro que te has encontrado alguna vez
con un tomate olvidado negro del moho.
Es una de
las cosas que te pueden pasar si descuidas el estado de tu refrigerador, y se
puede volver una fuente de bacterias de todo tipo si no lo evitas.
Aunque el
frío de la nevera retrasa la aparición de estos microorganismos que te pueden
arruinar la cena, no evitan su surgimiento.
Una cosa a
tener en cuenta es que algunos alimentos no deben guardarse en el refrigerador.
Pero para
los que sí queremos refigerar, he aquí algunos consejos para que duren más.
1. Controla la temperatura
Lo primero
que debes tener en cuenta es que hay que controlar bien la temperatura. Si la
temperatura cambia o se rompe la cadena de frío, es posible que surjan los
microbios.
La
temperatura de la nevera no debe superar los 4 grados centígrados. En el caso
de las verduras, las frutas y las hortalizas, la temperatura no debe bajar de 0
grados.
Hay que
intentar que no pase mucho tiempo desde que compras los alimentos hasta que los
metes en la nevera, sobre todo si son congelados, para no romper la cadena del
frío.
lado, lo
cual hará que se estropeen antes.
No tapones
las salidas de aire.
2. Coloca los alimentos donde
corresponde
La zona más
fría de la nevera es la parte baja, por lo que es allí donde se deben guardar
alimentos delicados como el pescado y la carne, que necesitan más frío.
En los
cajones debes poner las frutas y las verduras, cuya temperatura de conservación
no debe bajar de 0 grados. Si las compraste en un paquete, sácalas de la bolsa
porque en ella se humedecen y se estropean antes.
En la parte
media, que suele tener una temperatura de 4 o 5 grados, van los alimentos que
requieren menos frío, como los lácteos.
La parte de
arriba de la nevera y la puerta son las menos frías y en las que menos varía en
temperatura. Ahí debes poner los huevos o los alimentos envasados.
La puerta
además es la más expuesta a los cambios de temperatura. Ahí puedes poner las
bebidas, la mantequilla, las salsas o también los alimentos envasados.
Un error
frecuente es colocar ahí la leche o los huevos, que son alimentos que pierden
la frescura fácilmente.
Algunos
alimentos liberan a madurarse un gas llamado etileno, que es inoloro pero puede
deteriorar alimentos cuando entran en contacto con él.
Las frutas
pueden liberar este gas, que estropea las verduras, así que evita que ambos
entren en contacto.
3. Revisa los tiempos de
conservación
No todos los
alimentos duran el mismo tiempo y esto es algo que hay que tener en cuenta a la
hora de consumirlos.
Los
embutidos y la carne cruda de pollo, pavo, cerdo o ternera duran solo entre 1 y
2 días.
La
hamburguesa y las preparaciones con carne molida de vaca, pavo, ternera, cerdo
también duran entre 1 y 2 días.
La carne
fresca de vaca, cordero o cerdo dura de entre 3 a 5 días.
Los huevos
crudos con cáscara duran entre 3 y 5 semanas.
Las sopas
duran 1 o 2 días.
4. Manten el orden y la limpieza
La seguridad
de los alimentos de tu nevera será mayor si, además de colocarlos bien, te
aseguras de que tu nevera no está sobrecargada, pues esto limita la circulación
del frío
Otra
cuestión importante es limpiar al momento si se derrama algún líquido, pues así
le das menos oportunidad a las bacterias para que se desarrollen, y también
evitas contaminar otros alimentos, lo que se conoce como contaminación cruzada.
Revisa la
nevera al menos una vez por semana y tira lo que se haya estropeado. Y claro,
revisa las fechas de caducidad.
Todos estos
trucos te ayudarán además a cuidar lo que hay en tu nevera. Para cuidar el
aparato mismo, puedes leer esta nota: 5 trucos básicos para cuidar tu
refrigerador.
Fuente:
BBC Mundo
0 Comentarios