POR: AGENCIA EFE
En unos años aplicaciones móviles permitirán
la detección de diferentes tipos de cáncer de piel, una enfermedad
que en las próximas décadas puede expandirse si no se toman medidas de
prevención, explicaron a Efe varios expertos en el Congreso Mundial sobre esa
afección que concluyó hoy en Viena.
Actualmente las aplicaciones ya existentes
“no son muy buenas” y todavía no aportan al paciente beneficios reales “en el
examen de la piel”, declara a Efe Peter Soyer, director de Dermatología del
hospital Princess Alexandra de Brisbane (Australia).
Sin embargo, los trabajos que están llevando
a cabo compañías como Apple o IBM en colaboración con diferentes universidades
“cambiarán por completo” la lucha contra este cáncer, vaticina.
La empresa tecnológica estadounidense IBM y
el centro especializado en cáncer Memorial Sloan Kettering de Nueva
York firmaron en 2012 un acuerdo de colaboración para el desarrollo de
inteligencia artificial en la lucha contra estas enfermedades.
“Probablemente” estas aplicaciones tengan un
uso hospitalario antes de que lleguen a los usuarios en varios años, matiza
Soyer.
Este dermatólogo, con más de 30 años de
experiencia, ha evaluado diferentes aplicaciones ya disponibles tanto para el
sistema operativo Android como para el de la tienda virtual de Apple.
Existen decenas de aplicaciones que informan
y educan sobre los diferentes tipos de cáncer de piel y tratan de
diagnosticar con fotografías realizadas con la cámara del teléfono móvil, como
la aplicación “FotoSkin”, creada en 2014 por médicos españoles.
Soyer explica que los diagnósticos con esta
tecnología hasta ahora no son precisos, ya que varían en función de la
aplicación utilizada.
Por el momento, indica el experto, “la mejor
opción que tiene el paciente para detectar de forma temprana el cáncer de
piel es una combinación de la fotografía de cuerpo entero con la dermatoscopia
en alta resolución”.
Estas dos técnicas están a la vanguardia en
la temprana detección del cáncer de piel.
La primera consiste en fotografiar el cuerpo
entero del paciente para luego poder hacer un examen en tres dimensiones.
Su inconveniente, explica Allan Halpern, jefe
de Dermatología en el Memorial Sloan Kettering y experto en la técnica, son los
“problemas de privacidad” derivados de un estudio fotográfico que precisa la
absoluta desnudez del paciente.
Para llevarla a cabo se necesita un aparato
con múltiples cámaras que fotografíen al paciente desde “todos los ángulos”
para evitar “la pérdida de efectividad en superficies curvas”, dice Halpern.
La dermatoscopia de alta resolución, por su
parte, es un escáner poco invasivo para la piel que identifica varios cánceres
de piel, como el melanoma, pero nunca el linfoma.
A diferencia del melanoma, que afecta a las
células responsables de la pigmentación de la piel, el linfoma es un cáncer que
ataca al sistema inmunitario del ser humano.
La alta definición permite el examen de
lesiones con mayor detalle que la dermatoscopia tradicional y diferenciar
mediante un programa informático diferentes capas de la piel para realizar un
examen más exhaustivo y así disminuir los errores en el diagnóstico.
Con estas tecnologías se ahorra dinero y se
evitan “operaciones innecesarias”, indica Halpern.
El gasto en la cura de los cánceres de piel
ha sido precisamente un asunto tratado durante el congreso mundial.
El precio de un tratamiento para un cáncer en
avanzado estado puede oscilar entre los 150.000 y los 500.000 euros,
aproximadamente.
En relación a estas cifras, el presidente de
la Fundación del Cáncer de Piel Argentina, Fernando Stengel, asegura
a Efe que “actualmente los Estados pueden soportar estos gastos” pero que en el
futuro, “cuando el cáncer de piel esté más extendido, será un gasto
inasumible”.
El cáncer de piel afecta sobre todo
a personas de piel blanca, cabello rubio o pelirrojo y ojos azules.
“Las cifras serán parecidas a las de
Australia, donde dos de cada tres personas que llega a los 70 años de edad ha
padecido uncáncer de piel en algún momento de su vida”, explica Stengel.
“Debemos seguir el ejemplo de Australia, el
país número uno en la lucha contra el cáncer de piel”, indica el
argentino.
En el país oceánico se prohibieron en enero
de 2015 las camas solares y en los colegios obligan a los niños a llevar un
sombrero protector cuando salen al patio.
Inglaterra, Gales o varios Estados de Estados
Unidos han prohibido estas camas a menores de edad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS)
desaconsejó ya en 2005 el uso de camas solares al vincularlas al desarrollo delcáncer.
Según la OMS cada año se diagnostican en el
mundo entre dos y tres millones de cánceres cutáneos no melanoma y unos 132.000
melanomas.
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