Por: L. ARTURO MORATÓ
Recuerdo
aún que, en la etapa de mi adolescencia media, al mismo tiempo que estudiaba y
jugaba baloncesto en el equipo de mi colegio, también ejercía una actividad que
me agradaba mucho y era la de leer, sobre todo, temas políticos, los
acontecimientos que generaban en el mundo la política y el rol de sus
principales protagonistas que hacían la historia del presente para forjar en
futuro de los pueblos.
Ello
fue la génesis que dio forma a mi pasión por la observación de la conducta y el
rol de los líderes políticos que diseñaban el curso de la historia,
hayan sido estas beneficiosas para la humanidad o en su
defecto, perniciosas e inútiles.
De
esa manera, se conceptualizaron mis criterios políticos e ideológicos, los
cuales, hasta el día de hoy, han moldeado la manera en que enfoco las
actuaciones de los dirigentes políticos que aspiran a conducir el destino de
los demás, concentrándome no en lo que dicen o prometen, sino en lo que hacen
realmente.
Líderes
y hechos históricos
En
la medida que más profundizaba en mis lecturas, tanto con los hechos que
sucedieron, los que acontecían y sus actores principales, sus
nombres se fueron familiarizando en mi mente y, aunque en
muchos de los casos no me identificaba con sus ideales políticos, eso no
restaba méritos a sus logros que ya se registraban en la historia, sean
estos positivos o no.
Bajo
ese tenor, siempre estaba inmerso leyendo sobre sucesos históricos que
captaron mi total atención. Fue así que leía sobre la Crisis de los Misiles
Cubanos de octubre de 1962; La Primavera de Praga con Alexander Dubcek a la
cabeza que se rebeló en contra del autoritarismo ruso; El informe de La
Comisión Warren sobre el asesinato de Jhon Fitzgerald Kennedy; Invasión de
Bahía de Cochinos; la Caída del Muro de Berlín y La Perestroika y El
Glásnost implementados por Mijaíl Serguéyevich Gorbachov que dio al traste con
la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Como
olvidar la lectura de aquel famoso “Zapatazo en la ONU” del Premie ruso Nikita
Serguéievich Jruschov Jrushchova en el 1960 que se convirtió en un precedente
inédito en el organismo? Ni hablar de Vladimir IIyich Ulganov, el líder de la
Revolución Bolchevique que llevó a la praxis las teorías de Marx y Engels y que
dio al traste con la dinastía Romanov en Rusia.
Tampoco
puedo olvidar aquella lectura de la historia de Josip Brozovic
Javersk, mejor conocido como EL Mariscal “Tito”, que en vida mantuvo unificada
a la gran Yugoslavia y que, tras su muerte, vino la debacle de ese país, al
desintegrarse en siete naciones y ocasionando un conflicto de gran envergadura
y ciento de miles de muertes y pérdidas multimillonarias.
De
igual manera, a mi corta edad y a medida que iba creciendo, leía sobre
sobre la vida y su papel político en el mundo de figuras como Gamal Abdel
Nasser, Moshé Dayán, Sir Winston Leonard Spencer Churchill, Jhon F. Kennedy,
Ronald Wilson Reagan, Thomas Isidor Noel Sankara, Mohandas Karamchand Ghandi,
Nelson Rolihlahla Mandela Fanny, Lev Davídovich Bronstein (León Trotski),
y muchos otros más que no por mencionar sus nombres su labor
política fue de menor valía.
Fueron
figuras carismáticas, con un fuerte liderazgo y cuyas posturas,
acciones y luchas, se enmarcaron en ideales, filosofía política, convencimiento
ideológico, criterios revolucionarios, planteamientos políticos, alternativas
en busca de lo mejor para la sociedad, etc. Eso fue parte de una
época en donde las lides políticas alcanzaron -a mi humilde entender- el clímax
de la confrontación política e ideológica a nivel mundial y estas figuras
descollaban defendiendo lo que ellos entendía justo y correcto.
Liderazgo adocenado
Qué entendemos por liderazgo
? Sencillamente, es la máxima figura que conduce o guía a un partido
político, a un grupo social o de otra colectividad con sobradas cualidades de
personalidad, arraigado carisma y mucha capacidad que les permiten la
conducción y el control de otros individuos. Es alguien digno a imitar y a
seguir. Es aquel que tiene el don de persuadir a los demás no por los detalles
exteriores, sino lo excelso de su espíritu y la fortaleza interior que
lleva.
Dicho
esto, tengo que aceptar que hoy, los que vemos el desarrollo del
liderazgo político actual, tenemos que llegar a la conclusión de que hay
una profunda crisis de ellos y una carencia absoluta. Ya no hay líderes, sino
vividores y aprovechadores de las oportunidades que ofrece ejercer la política
de manera perversa, con fines oscuros y de pasar rápidamente de la pobreza
social y económica a la riqueza y la escala social.
Si
hay una región que ha sido afectada y lo sigue siendo aún más en estos tiempos,
son las naciones que conforman el llamado “Tercer Mundo”. Aquí germinan como la
portulaca oleracea, estas escorias humanas que, tan pronto suben a disfrutar de
las mieles del poder, se olvidan de sus compromisos, la honestidad, el decoro y
la decencia, dando riendas sueltas a sus bajos instintos, a sus
frustraciones y resentimientos sociales que por tiempo ocultaron.
La
inopia cultural es su sello más distintivo, la vulgaridad de sus elocuciones y
su comportamiento tosco en su proceder, es típico en cada uno de ellos y más
que líderes administradores del Estado, se comportan como verdadero payasos.
Aparte de eso, se están dando situaciones inimaginables y absurdas que al
parecer, han logrado que la sociedad pierda la capacidad del asombro y lo vea
como algo natural y propio de los tiempos. Veamos a grosso modo solo algunos
ejemplos.
1.-
Un colombiano, cuasi analfabeto, conductor de autobús y dirigiendo a
Venezuela una nación que no es la suya, inmensamente rica y que la ha
llevado a la ruina. Este hecho y el de William Walker Norvell en
Nicaragua son los dos únicos casos en la historia.
2.-
Un orate, nesciente y promotor del consumo de la coca, siendo presidente de
Bolivia y que se dirija a sus conciudadanos con frases como esta: “En
este milenio es más importante defender los derechos de la Madre Tiera (La
Pachamama) que defender los derechos humanos”
3.-
Un cantante stripper, llamado MIchell Martelly con nombre artístico de “Sweet
Micky” que haya legado a ser presidente de Haití, es muestra de la poca
capacidad de asombro que ya les queda al mundo actual. https://www.youtube.com/watch?v=jmBnfWjCkIc
4.-
Y no podía faltar la Rep. Dominicana en esta clase de desfachatez y
crisis del liderazgo político actual, cuando tuvo su más genial
representante en la figura del Ing. Rafael Hipólito Mejía
Domíguez a quien se le llamó con propiedad el “Filósofo de la
Yuca” https://www.youtube.com/watch?v=7GUd4kh8DTk
Sin
lugar a dudas, hay una inmensa e insalvable diferencia entres los líderes
y los acontecimientos arribas citados que hacían de mis lecturas una gran
satisfacción de conocer lo que era un real y auténtico liderazgo político y sus
consecuencias, a estas ridiculeces y payasos a que hoy en día se les cataloga
como “líderes” y han llegado al colmo de ser la primera figura de un Estado. En
consecuencia con lo anterior, podemos decir con absoluta propiedad que:
No
es la política la que hace a un candidato convertirse en un payaso, es tu voto
el que hace a un payaso convertirse en político.
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