Vivo en República Dominicana y algo que tenemos los
dominicanos es que "nos gusta vivir de la apariencia". Es una
características que otras personas que nos visitan o inmigran a este país
comenta. Un ejemplo que me ocurrió fue cuando tome un curso de COSO donde el
facilitador provenia de otro pais, el comentó sobre una observación que vio en
la cultura dominicana (a parte de que somos alegres y nos gusta gozar), de que
unas de las razones principales por la cual el dominicano se endeuda es para
aparentar que tiene. Personalmente me dolió, porque pertenecía al montón.
Gracias a Díos no soy de ese grupo, tampoco es que
no dejó de tener aspiraciones altas, sino que ya no actuó para agradar a otro.
Yo lo hacía subconscientemente está acción, sin darme cuenta, por si crees que
no te pase. Me imagino que algún momento viste una imagen donde comparan lo que
compran los ricos y los pobres, el cual resalta que los pobres gastan más... No
te confundas, porque si te gusta un reloj y lo quieres, entonces trabajas para obtenerlo.
Lo que consideró de la imagen es que donde están tus prioridades y que rol
juegas con la administración del dinero que te ganas.
Hay muchísimos estudios que dan explicaciones por
la cual el dinero no te rinde a final de mes, pero se ha llegado a la
conclusión que al final el que hace la diferencia eres tú. ¿quién eres o quien
pretendes ser?... existe una ley de vida (leelo bien, ley. Esto es un
principio), el cual es: primero hay que ser, para luego hacer y finalmente
tener. Pero nos ocurre que queremos tener lo más posible, haciendo lo menos
posible y sin tener que crecer, está es la fórmula de la frustración. Dios
quiere hacer en ti cosas grandes, pero primero debe haber un cambio en ti sobre
quien eres.
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