22 de
julio de 2020
Todo cambió.
Tradicionalmente el inicio del año
escolar por parte del sistema educativo era un motivo de regocijo, de
esperanza; en tiempos de covid_19 se ha convertido en una gran tribulación o
por lo menos en un intenso debate. Al igual que todo lo que se relaciona con la
nueva enfermedad se torna confusa cualquier información que pueda servir de
base a la decisión de abrir las escuelas o no en la fecha que tradicionalmente
se ha hecho.
El problema no es exclusivo de nuestro
país sino que actualmente cobra vigencia en muchos países de la región y del
mundo. Está claro que la cuestión de abrir o no las escuelas rebasa las
competencias del sector educativo y llama al sector salud y al sector de
seguridad nacional, entre otros, a ser protagonistas en la toma de decisiones
debido a las implicaciones e impactos que podrían derivarse del eventual
incumplimiento masivo de las reglas de distanciamiento social que
potencialmente implica la convivencia en hogar y escuela de los estudiantes y
sus profesores.
Cuándo iniciar y cómo iniciar resultan
ser las cuestiones fundamentales que en estos momentos producen las
incertidumbres. Está claro que se desea que los estudiantes no pierdan su año
escolar como también está claro que se desea rebasar los impactos de la
pandemia en el menor tiempo posible, entonces la pregunta es si será posible
armonizar estas dos cuestiones y en caso afirmativo cómo hacerlo. Un diálogo
amplio e inclusivo podría darnos respuestas.
Mientras tanto se impone la precaución,
la cautela y la reserva para no asumir riesgo de daños irreversibles; y en ese
contexto la virtualidad aún con las observaciones que existen a la misma,
aparenta ser una opción a implementar con enfoque proactivo y comprensivo,
tanto para la educación de estudiantes como para la capacitación de los
profesores en tiempos de covid_19 hasta tanto avance el diálogo
multidisciplinario propuesto para determinar el momento (agosto, enero ó año
sabático hasta agosto 2021) y la fórmula de apertura del nuevo año escolar
(virtual, presencial, semipresencial ó mixto).
La solución dada por el Estado de
California y el programa de Homeschooling existente en el sistema educativo de
los Estados Unidos, entre otros, podrían ser ejemplos de buenas prácticas a ser
tomados en cuenta por los interlocutores nacionales para ayudar a dar solución,
total o parcial, al desafío que supone el inicio del año escolar 2020-21 en
tiempos de covid_19 en la República Dominicana.
El autor es Abogado y
Conmunity Manager
Presidente
/ Fundador
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