Hasta tu ausencia me agita como agita el viento al polvo cuando la aridez me acompaña mientras asciende y desciende en toda la plenitud del cielo no en lo que pudo ser sino, en lo que está porvenir.
Mi alma se hace
adolescente para trepar el tiempo transcurrido traerte felizmente a mi cráneo
pasearte en mi pensamiento donde tu ausencia en mi cuerpo se recrea. Así,
ausencia, cuerpo y espíritu se entremezclan en forma transparente viviendo cada
día lo vivido besando los labios ya besados dejando las palabras atrapadas.
No diga nada,
absolutamente nada. No perturbe mi hora de esperanza. En momentos como estos
solo el viento y yo se jadea hiriéndome las sienes cuando ve subir el polvo al
sentir tú pronunciada ausencia de todo aquello que me encantaba: sea dormir en
tu hamaca mirándome a tus ojos o el hacerme olas en tu vibrar cuando nado sobre
tus aguas.
Suavemente me apodero de
tu alma para lentamente llenar tu ausencia y sin más para allá ni para acá
sentí el roce de tu mano haciendo de tu ausencia una tormenta de amor, de dicha
y de felicidad.
*Derechos reservados.
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