La palabra es relativa, porque las cosas se te tornarán
fácil después de pasar por un proceso, donde al principio te fue
difícil, y el grado de dificultad dependerá de la capacidad desarrollada que
tengas al momento de realizar una metas y el reto que estés enfrentando.
Entonces lo fácil tiene la siguiente formula: Preparación
(crecimiento + actitud + oportunidad + acción) = suerte. Esto quiere decir
que practicar constantemente es lo que hará lo difícil en fácil, por ende
cuando decidas empezar es cuando comenzaras a pasar por una fase de
aprendizaje.
Recuerda que cuando tratabas de caminar por primera vez
gateabas y luego diste tus primeros pasos, avanzando para lograr tu objetivo
(el imitar los pasos de tus padres que caminaban), seguiste dándole hasta que
llegó el momento en que se te hizo fácil caminar. Ahora bien, aprende esto: “lo
bueno nunca es fácil, lo fácil nunca es bueno” -Anónimo, por ende si buscas
lo fácil para lograr algo extraordinario en tu vida, te aseguro que te
arrepentirás, es tanto así que existe un proverbio con el siguiente título: “La
mujer fácil, perdición del hombre”.
“La vida no es fácil, para ninguno de nosotros. Pero…
¡que importa! Hay que perseverar y sobre todo, tener confianza en uno mismo.
Hay que sentirse dotado para realizar alguna cosa y que esa cosa hay que
alcanzarla, cueste lo que cueste” –Marie Curie. Nunca digas que haces algo
porque los demás lo hacen, al final estás haciendo lo que lo demás quieren de
ti, no lo que tú quieres hacer y eso te hace fácil.
Cristo te pone pruebas en el camino porque Él sabe que
tienes la capacidad de resolverlo, pero también es para que te des cuenta del
gran potencial que llevas dentro.
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