POR MANUEL BOUSOÑO
No es frecuente que un premio Nobel pronuncie una conferencia a los 91 años, ni siquiera que llegue a dicha edad, y menos que siga trabajando en activo y menos frecuente todavía que sea psiquiatra. Eric Kandel recibió el premio Nobel en el año 2000 por sus trabajos sobre los mecanismos neurofisiológicos de la memoria.
Precisamente el tema de la memoria es el que centró su
intervención, como conferencia de clausura del Exeltis Day en Madrid, ante los
350 privilegiados psiquiatras y neurólogos que pudimos asistir a su maravillosa
charla.
Lo realmente increíble no es sin embargo la portentosa
capacidad para su edad que mostró el Nobel. Lo sorprendente es que en sus
últimas investigaciones ha conseguido demostrar que la pérdida de memoria
relacionada con la edad difiere de forma significativa de la que aparece en la
enfermedad de Alzheimer.
Para explicarlo brevemente, la pérdida de memoria
relacionada con la edad tiene que ver con el efecto que tiene la osteocalcina,
que es una hormona que se segrega en el hueso como consecuencia del ejercicio.
La osteocalcina activa una secuencia de acontecimientos a nivel cerebral que
aumenta la expresión del BDNF (un factor neurotrófico que provoca la generación
y supervivencia de nuevas neuronas en el hipocampo), y de otra proteína, la
GPR158, siendo ambos (BDNF y GPR158) fundamentales en la consolidación de la
memoria. La vía de la osteocalcina en el giro dentado del hipocampo, permite
recuperar la pérdida de memoria relacionada con la edad.
En pocas palabras, si hacemos ejercicio nuestros huesos
segregarán osteocalcina y ésta hormona previene la pérdida de memoria que se
observa a medida que envejecemos.
Entre las muchas preguntas que se le hicieron al final de
la conferencia, hubo una que suscitó la risa de los asistentes, pero todos
quedamos sorprendidos por su inusitada respuesta: «Cuántas millas
camina Ud. cada día?». Kandel respondió que unas 100 millas cada mes, lo
que traducido a kilómetros promedio diarios es unos 5,36 kilómetros cada día,
lo que a su ágil paso calculé sería en torno a una hora diaria de paseo.
La amplia sonrisa que mostró mientras contestaba la
pregunta, demostraba que la respuesta era cierta. Y si bien, como también nos
contó, no existe todavía un tratamiento o vacuna contra la enfermedad de
Alzheimer, al menos hay un sistema eficaz para prevenir la pérdida de memoria
relacionada con la edad y quizás para retrasar la aparición de esta enfermedad
neurodegenerativa: caminar.
El autor es profesor de psiquiatría de la Universidad de Oviedo, España
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