Tras todo un año esperando las deseadas vacaciones
de verano, por fin han llegado. No obstante, es frecuente que el hecho de
ansiarlas tanto derive en que generemos unas expectativas irrealistas.
A menudo pretendemos
que sea un periodo idílico, libre de cualquier malestar, sensación
desagradable o conflicto. Pero sabemos que esto no suele ocurrir.
En verano vivimos un cambio radical en nuestras rutinas,
pasando de funcionar a ritmos frenéticos a parar de golpe, teniendo gran
cantidad de tiempo libre que no siempre sabemos cómo gestionar. En
consecuencia, una de las sensaciones desagradables que habitualmente
surgen es el aburrimiento.
Por ello, en este artículo queremos ofrecerte unas claves
para que puedas organizar tu tiempo de manera óptima durante estas
semanas:
1.
Ajusta tus expectativas sobre el verano. Es
importante que identifiques lo que esperas de tus vacaciones, de cara a evaluar
si tus expectativas están siendo realistas o no. Cuando idealizamos las
vacaciones corremos el riesgo de conectar con la decepción, al
comparar lo imaginado con lo que finalmente acontece. Por tanto, intenta ser
realista: es probable que no puedas hacer todo lo que te propones, ni que
siempre estés tan feliz como te gustaría.
2.
Establece una rutina
diaria que te ayude a estructurar tu día, pero manteniendo siempre
una flexibilidad que te permita amoldarte a los cambios,
necesidades e intereses que vayan surgiendo.
3.
Planifica actividades agradables,
tratando de distribuirlas de forma uniforme a lo largo de tus vacaciones.
4.
Ralentiza tus ritmos
habituales. Como decíamos, a lo largo del año solemos movernos a ritmos
vertiginosos para lograr encajar todas nuestras obligaciones en la agenda. Pero
en vacaciones esto no es necesario. Por tanto, resulta recomendable bajar el
ritmo en nuestras actividades cotidianas, saboreando y disfrutando de
lo que estemos realizando en ese momento: desayunar, ducharnos, dar un
paseo, cocinar, etc.
5.
Reduce tus exigencias. Solemos
pensar que, cuantas más actividades hagamos, mejor nos sentiremos. Sin embargo,
lo que solemos conseguir de esta manera es justo lo contrario: incrementar
nuestros niveles de estrés.
Que puedas hacer muchas actividades no significa que tengas la obligación de
llevarlas a cabo. Recuerda que más no siempre es mejor.
6.
Permítete no hacer nada. Vivimos
en una sociedad donde la productividad es un elemento muy valorado. No hacer
nada útil, incluso en nuestro tiempo libre, se suele interpretar como una
pérdida de tiempo. No obstante, dedicar algunos momentos a no hacer
nada puede resultar realmente placentero, pues nos ayudará a
descansar y reconectar con nosotros/as mismos/as.
Consejos para afrontar el aburrimiento
¿Y qué podemos hacer si, a pesar de todo, nos surge aburrimiento
durante las vacaciones?
1.
Reconcíliate con el aburrimiento. En
nuestra sociedad, asignamos a este sentimiento una connotación muy negativa y,
por tanto, tratamos de huir él llenando los huecos libres de nuestra agenda con
multitud de quehaceres, ocasionándonos frecuentes picos de
estrés. Sin embargo, el aburrimiento puntual puede
proporcionarnos multitud de aspectos positivos que no solemos
considerar. Entre otros muchos ejemplos, el aburrimiento nos ayuda a ser más
reflexivos y conectar
con nosotros/as mismos/as, fomenta la creatividad y el desarrollo de
ideas innovadoras y evita que caigamos en la monotonía, ayudándonos a buscar
alternativas novedosas y estimulantes.
2.
Escucha lo que te está diciendo. Al
igual que cualquier otra emoción o sentimiento desagradable, tiene información
que transmitirnos, por lo que es importante permitirnos escuchar el mensaje que
nos envía. ¿Qué te está queriendo decir? ¿estás echando algo en falta?
¿qué necesidades tienes sin cubrir?
3.
¿Cedes en exceso? El
aburrimiento puede ser consecuencia de ceder en exceso a los intereses de los
demás, sin atender a los nuestros. Por tanto, si vas a disfrutar de tus
vacaciones con otras personas (ya sea familia, amistades o pareja), recuerda
que ceder es una capacidad muy positiva, siempre que no te olvides de
expresar y reivindicar tus necesidades y deseos.
Para terminar, recuerda que la finalidad de las vacaciones
no es que sean un periodo perfecto, sino que puedas descansar y disfrutar de
las actividades y personas que son importantes para ti.
Fuente: https://cuidateplus.marca.com/
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