Por: Leidy
Mora Molina
El insomnio es un problema que afecta a muchas personas y
que interfiere en el desarrollo de la vida cotidiana. Entre las medidas que se
pueden tomar para casos leves, se encuentra la ingesta de magnesio.
Millones de personas en el mundo sufren insomnio. En especial, las mayores de 55 años, aunque puede hacerse presente en todas las edades. El estrés, los malos hábitos en el sueño o el consumo nocturno de cafeína y alcohol son causantes. El magnesio aparece como una posible solución natural para mejorar el sueño.
Es que el insomnio no solo afecta al momento de querer
conciliar el sueño, sino que también al día siguiente y en las jornadas
sucesivas. Es posible sentir un cansancio constante que provoque irritabilidad
y empeore el desempeño laboral.
El magnesio es un mineral utilizado para casos
leves de insomnio. Aunque no existe un respaldo científico
unánime con respecto al tratamiento, sí están comprobados los efectos
beneficiosos de este elemento para el organismo.
¿Cómo aparece el insomnio?
Los trastornos del sueño afectan a más de la mitad de la
población mayor de 55 años. Algo que no exime de sufrirlo a personas de
cualquier edad. Se trata de la dificultad para conciliar o mantener el
descanso y puede producirse de distintas maneras.
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Por un lado, a corto plazo (dura algunos días o semanas) se
asocia a eventos traumáticos. Por el otro, a largo plazo, se extiende durante
más de un mes.
Es posible que iniciar el sueño sea un
problema, tardando con frecuencia más de 30 minutos para dormir.
También que se generen despertares frecuentes, es decir, que no podamos
mantenernos dormidos. Por último, hay personas que se despiertan muy temprano,
antes de cumplir las 7 u 8 horas recomendadas de sueño.
Causas y efectos en la vida cotidiana
El insomnio puede deberse a múltiples causas, que van
desde algún evento traumático particular hasta los malos hábitos constantes de
sueño. La alimentación nocturna en exceso también influye, así como el consumo
de nicotina, cafeína y alcohol. En adultos mayores, el problema se relaciona con
la pérdida de memoria y el deterioro cognitivo.
Los efectos a corto y a mediano plazo afectan
el desarrollo habitual de las actividades cotidianas.
Puede empeorar el desempeño laboral o escolar, reducir las reacciones rápidas
al conducir y provocar un estado constante de irritabilidad y cansancio.
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Por otro lado, es posible que aumente el riesgo de padecer
enfermedades cardíacas, presión arterial alta y trastornos de ansiedad. Por lo
que un estado de insomnio crónico debe tratarse con un médico profesional.
En casos leves, pueden ayudar algunas técnicas, como
bañarse antes de dormir y evitar las pantallas durante
al menos una hora previa a acostarse. Es importante adquirir el hábito
de ir a la cama y levantarse todos los días a la misma hora.
Además, está comprobada la importancia de llevar una dieta
saludable para la conciliación del sueño. Esto incluye la ingesta indicada de
magnesio, un elemento presente en muchos alimentos.
¿Qué es el magnesio y para qué sirve?
El magnesio es un mineral que puede influir el
sueño y resulta fundamental para la nutrición humana. Interviene
en el funcionamiento del organismo a través de su acción
sobre tejidos diversos. Participa en más de 300 reacciones químicas, mientras
que sus niveles óptimos están asociados con lo siguiente:
- Protección
de la salud inmunitaria.
- Regulación
de la cantidad de azúcar en sangre.
- Participación
en la producción de energía.
- Aportes
al sistema nervioso y al desarrollo muscular.
- Colaboración
en el desarrollo de los huesos.
Consecuencias de un nivel bajo de magnesio
La escasez de magnesio puede alterar los niveles de melatonina, la hormona asociada a la inducción del
sueño. Es por esta razón que se lo vincula con el problema del insomnio.
Aunque no es una situación común, los niveles bajos de
magnesio están relacionados también con la presión arterial alta, la diabetes
tipo 2 y algunas enfermedades cardíacas.
¿Cómo ayuda el magnesio a combatir el insomnio?
El magnesio es una solución tentadora, ya que se
encuentra al alcance de todos, es natural y poco costoso. Los médicos no lo
desaconsejan; incluso algunos lo recomiendan de forma complementaria y muchas
personas aseguran tener buenos resultados. Los niveles de este mineral ya
suelen ser suficientes en el organismo, debido a que están presentes en
alimentos habituales.
Entre ellos, se encuentran los vegetales de hojas verdes,
sobre todo la espinaca y el brócoli, las legumbres, las nueces, el
plátano, el yogur y el pescado. También en bebidas como el café y el agua. Sin
embargo, el organismo no produce magnesio de forma natural, por lo que debe
ingerirse a diario.
Algunos estudios
científicos señalaron que la ingesta de este mineral en
adultos con problemas graves de insomnio mejoró sus condiciones al
momento de iniciar el sueño. Pero no hay evidencia concluyente que lo pruebe
con claridad.
Razones por las que se recomienda el magnesio
Muchos médicos deciden recetar dosis reguladas de magnesio
porque no suele tener efectos secundarios en el organismo. Algunas
personas aseguran que las ayuda con su problema de insomnio y cierta
evidencia científica lo avala. La ingesta no debe superar los 400
miligramos diarios.
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Sin embargo, los profesionales sugieren que lo mejor es
incorporarlo a través de los alimentos y una dieta saludable. Personas con
diabetes, problemas digestivos y adultos mayores pueden tener más dificultades
con su ingesta. Por este motivo, existen suplementos en píldoras, polvo
e incluso en pastillas masticables.
Aporte al sistema nervioso
Algunos efectos del magnesio en el organismo sí están
comprobados, como la mejora de la transmisión correcta de las señales en el
sistema nervioso. Este mineral se une a los neurotransmisores encargados de
regular la actividad, por lo que ayuda a producir efectos de calma y
relajación.
En ese sentido, muchos médicos lo aconsejan para personas
con problemas de ansiedad y piernas inquietas, es decir, quienes no pueden
dejar de mover las extremidades inferiores. Esta suele ser otra de las causas
que derivan en insomnio.
Estrés y ansiedad
Los niveles bajos de magnesio están asociados con el estrés y la ansiedad, lo que llevaría a un peor
momento de sueño nocturno. Para su combate se recomienda la ingesta de 200 a
400 miligramos diarios.
Además, el magnesio aporta a mejorar los dolores de
cabeza y lumbares. Sin embargo, esto debe llevarse adelante con una
consulta médica previa, ya que la ingesta excesiva puede causar diarrea o
náuseas.
Melatonina
El magnesio cumple una importante función en el tránsito de
ciertas proteínas hacia la conversión en químicos que generan sueño y
relajación. El mineral está asociado al aumento de los niveles de
dopamina, por lo que suele recomendarse para mejorar el estado de ánimo y
combatir síntomas de depresión leve.
Con respecto al insomnio, su tarea más importante es la
regulación de la melatonina,
una hormona encargada de conducir los ciclos de sueño y vigilia. Es por eso que
algunos médicos sugieren al magnesio como el tratamiento más leve y natural
para el mal descanso.
Posibles contraindicaciones del magnesio para
los problemas de sueño
A pesar de tratarse de un mineral natural y con escasos
efectos secundarios, es importante tener en cuenta ciertas contraindicaciones e
interacciones. Por ejemplo, los antibióticos y los relajantes
musculares pueden ver alterada su acción si se consumen en paralelo
con el mineral.
Se recomienda la consulta previa con un profesional, quien
puede ajustar las dosis de ser necesario. En especial para personas que tengan
recetados algunos fármacos o posean cualquier condición de salud.
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