La acidez de estómago es un síntoma muy frecuente entre la
población. Eliminar determinados malos hábitos y alimentos pueden ayudar a
evitarlo pero también incluir en la dieta detemrinados productos con beneficios
importantes a nivel digestivo.
Casi la mitad de la población sufre acidez o
ardor, una molestia estomacal continua o puntual, que hace que nos cuestionemos
qué podemos comer y qué no para evitarla. Está claro que los alimentos
y las bebidas ácidas, normalmente, no son los más indicados para mejorar el
ardor de estómago pero ¿qué alimentos se pueden tomar? ¿hay alimentos que
evitan la acidez?
La acidez (pirosis) es esa “sensación de quemazón que
surge del estómago y que puede irradiarse desde la zona del epigastrio hasta la
garganta”, explica Pilar
Morago, farmacéutica y miembro el Grupo de Nutrición y Digestivo de la
Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac). “Se puede
producir por muchas circunstancias pero las causas más habituales son los malos
hábitos nutricionales, como abusar de alimentos que aumentan la secreción
ácida, como el exceso de alimentos grasos, procesados, azucarados, picantes,
bebidas gaseosas y/o comidas muy copiosas”, apunta Pilar Esteban, especialista
de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) y Médico Especialista en
Aparato Digestivo, Nutrición clínica y Prevención Cáncer Digestivo.
Los síntomas más habituales de la acidez son “el dolor o
malestar en la parte superior del abdomen de tipo quemazón y ardor y en muchas
ocasiones pueden asociarse síntomas de sensación de disconfort abdominal por
saciedad precoz, pesadez tras las comidas, distensión y gas abdominal”,
informa Esteban.
Sin duda, se trata de uno de los problemas o molestias
digestivas más habituales. Aunque, como apunta Morago, “es un síntoma leve en
la mayoría de los casos, la realidad es que es muy frecuente y casi todo el
mundo lo ha padecido en alguna ocasión a lo largo de su vida”, sobre todo de
forma intermitente”.
Según la FEAD, afecta a entre el 10 y 30% de la
población, “siendo más frecuente en los países occidentales por el estilo de
vida y por la alimentación poco saludable que llevamos con un consumo elevado
de procesados”. Esto hace que “la incidencia vaya en aumento y que
probablemente la mayoría de las personas sufra algún síntoma relacionado con un
aumento de acidez a lo largo de su vida”, lamenta Esteban.
Según un reciente estudio realizado entre personas con
acidez, estos son los factores que desencadenan sus problemas:
- Comidas
copiosas (45%)
- Estrés
(38%)
- Mala
alimentación (34%)
- Tabaco.
- Hernia
de hiato
- Alcohol
- Ciertos
medicamentos
- Cafeína
- Sedentarismo
- Úlcera
gástrica
- Obesidad
A estas causas, Esteban añade “la toma de medicamentos como
los AINES, la ácido acetilsalicílico, hierro, digoxina, teofilina,
eritromicina, fármacos antihipertensivos como los calcio antagonistas, el uso
de anticoagulantes, antiagregantes y algunos fármacos usados para el
tratamiento de la depresión como los inhibidores selectivos de la recaptación
de serotonina”.
En cuanto a la influencia de otras patologías sobre la
acidez, las más habituales según Esteban son: “La infección por Helicobacter
pylori, las gastritis,
la úlcera gastroduodenal, las gastropatías por AINES y otras patologías menos
frecuentes como pancreatitis crónica,
tumores digestivos y algunos trastornos metabólicos”.
Cuándo sospechar de una acidez crónica
Lo más habitual es tener acidez de estómago de forma
puntual y que sólo sea un síntoma molesto y leve, pero en ocasiones la
acidez puede cronificarse. Es lo que se denomina acidez crónica. Esta
se caracteriza “por un aumento de la secreción de ácido clorhídrico por las
células del estómago mantenida o perpetuada en el tiempo (entre 1 y 3 meses)”,
detalla Esteban. Si estos síntomas no se tratan adecuadamente, “pueden
alterarse los mecanismos de protección de la mucosa gastrointestinal y
ocasionar patologías digestivas como las gastritis erosivas y la úlcera
gastroduodenal”, advierte la experta. Si, además, “la acidez se asocia a
reflujo gastroesofágico crónico, puede relacionarse con la aparición de
patologías como el esófago
de Barrett”.
Otras complicaciones que señala Morago derivadas de la
acidez son la aparición de “úlcera esofágica, estenosis esofágica, asma,
tos crónica o broncoespasmo resultante de la irritación que el ácido causa
sobre las vías respiratorias, ronquera o faringitis crónicas, problemas
dentales”.
Es por ello, que “ante la persistencia de síntomas
digestivos debemos consultar con médicos especialistas en Aparato Digestivo”,
recomienda Esteban.
Estos alimentos evitan la acidez
Cuando tenemos acidez, lo habitual es eliminar de nuestra
dieta los alimentos que facilitan su aparición pero ¿y si existen alimentos que
ayudan a mejorarla y prevenirla?
Según explica Claudia Rosete,
secretaria del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas del Principado
de Asturias (Codinupa) y Dietista-Nutricionista en Clínica Claudia
Rosete, es importante “priorizar la ingesta de aquellos alimentos de
fácil digestión, como carnes y pescados blancos, caldos suaves y verduras y
hortalizas que no sean muy fibrosas”, y añadir productos que pueden
ayudarnos a aliviar la sensación de acidez como “los alimentos ricos en
mucílagos, que pueden ayudarnos a combatir la inflamación de la mucosa
gástrica”.
Dentro de los alimentos que pueden ayudar a combatir o
prevenir la acidez, Morago destaca estos 20:
1.
Calabacín. Es uno de los vegetales más
ligeros y fáciles de digerir y que puede ayudar a evitar la acidez, ya que
protege el sistema digestivo. Contiene alto contenido en vitaminas,
minerales, carbohidratos, fibra y agua.
2.
Apio. Contiene alto contenido en vitaminas A,
B1, B2, B6, B9, C y E y minerales, como el potasio y el magnesio, que ayudan a
controlar la acidez. Además, tiene un alto contenido en fibra, por lo
que nos ayuda a liberar residuos y toxinas de nuestro organismo.
3.
Brócoli. Muy rico en carotenos, vitaminas A y
C, selenio, potasio, calcio vegetal, vitaminas del complejo B, proteínas
vegetales y alto contenido en fibra. Esto ayuda a depurar nuestro
cuerpo, digerir mejor las grasas y eliminar toxinas que ocasionan problemas
estomacales y de salud.
4.
Coliflor. Contiene alto contenido en fibra,
betacaroteno, vitaminas C y K, así como minerales antioxidantes que protegen el
sistema digestivo.
5.
Judías verdes. Son una buena fuente de
calcio, ricas en magnesio, que nos ayuda a mantener bajo control la acidez
gracias a su efecto calmante.
6.
Espárragos. Son buena fuente de fibra,
vitaminas A, C, E y K, fósforo, magnesio y potasio, que ayudan a disminuir la
acidez.
7.
Plátano. Este es uno de los mejores alimentos
para cuidar el estómago, gracias a sus propiedades alcalinizantes que
neutralizan el ácido. Además es rico en potasio y en fibra.
8.
Manzana. Neutraliza la acidez gracias a
su contenido en pectina. Se puede tomar de forma habitual para prevenir
la acidez, pero en caso de tener digestión difícil o estar pasando por un
episodio de acidez, lo más recomendable es consumirla hervida.
9.
Avena. Es considerado uno de los cereales más
ricos en fibra. Actúa de antiácido natural gracias a su elevado contenido en
mucílagos que tienden a suavizar la mucosa gástrica. Además, posee
grasas insaturadas, potasio, magnesio, calcio y vitaminas del complejo B. Ayuda
a regular el tránsito intestinal gracias a su gran cantidad de fibra soluble.
No obstante, para facilitar más la digestión, conviene consumirla remojada con
agua o leche.
10.
Calabaza. Además de mucílagos con efecto
emoliente, contiene betacarotenos que actúan protegiendo la mucosa digestiva.
11.
Patata. Es un alimento de fácil
digestión y que suaviza el estómago, regulando el ácido gástrico. Hay que
consumirla asada o al vapor para conseguir estos beneficios.
12.
Sandía. Posee un alto contenido en
agua, lo que favorece la digestión haciendo que mejoren esos síntomas de
acidez.
13.
Pera. Contiene alto contenido en fibra,
vitaminas y minerales. Ayuda a regular el sistema digestivo y a
combatir la acidez.
14.
Caqui. Contiene vitamina A, carotenos, calcio,
magnesio y potasio. Contrarresta la acidez estomacal, por sus propiedades
alcalinas y a la vez que ayuda a tener un buen tránsito intestinal.
15.
Piña. Muy recomendada por su composición en
bromelina, enzima con acción proteolítica que favorece la digestión. Es
importante recordar que es preferible evitar las conservas de piña que
contienen azúcar añadido en su composición y consumirla fresca.
16.
Melocotón. Gracias a su concentración de
hierro, calcio, magnesio, potasio, yodo y vitaminas A, B6, B12 y C se trata de
una de las frutas más efectivas para prevenir la acidez estomacal y mejorar los
procesos digestivos.
17.
Papaya. Contiene calcio, vitaminas A y K,
betacaroteno, bromelina y papaína que favorecen la digestión y hacen
que disminuyan las molestias provocadas por la acidez.
18.
Higo. Gracias a su concentración en calcio,
hierro, potasio, minerales y fibra, se potencia el movimiento
intestinal, favoreciendo la digestión.
19.
Melón. Es una fruta muy saciante y con un
aporte de potasio importante. También tiene alto contenido en magnesio, muy
útil para contrarrestar la acidez estomacal. También aporta carotenos y
vitamina A en altas proporciones, así como vitamina C y una variedad de
vitaminas del complejo B.
20.
Almendras. Son una gran fuente de fibra,
vitaminas del grupo B y E, minerales entre los que destacan el potasio,
magnesio, fósforo y calcio. También tienen efecto prebiótico en nuestro
intestino, pudiendo por ello ser de ayuda para cuidar la flora intestinal.
Beber leche, un error muy extendido
Beber leche o consumir lácteos para mejorar la acidez es
una costumbre muy extendida pero errónea. “Existe la falsa creencia de que
estos productos neutralizan el ácido pero actualmente sabemos que la caseína,
proteína contenida en los mismos, no sólo no actúa neutralizando el ácido sino
que lo estimula”, explica Rosete. Por eso, en casos de acidez, su
recomendación es “el consumo de lácteos desnatados, e incluso en forma de yogur
o quesos frescos bajos en grasa para una mejor tolerancia”.
Infusiones, probióticos, bicarbonato sódico…
Otra costumbre muy extendida es la del uso de infusiones
para aliviar las molestias de la acidez. Como apunta Morago, “sí existen
infusiones que contribuyen a favorecer la digestión y que pueden proporcionar
alivio frente a la acidez”. Algunas de las opciones que existen son “manzanilla,
salvia, romero, menta poleo, albahaca, jengibre, mejorana, hinojo, hierba luisa
y laurel”. Además, añade, “también son recomendables infusiones relajantes
(tila, melisa, valeriana), en aquellas personas en las que el desencadenante de
la acidez sea el estrés”.
Como apunta Rosete, “las infusiones de regaliz tienen
efecto antiácido, pero al igual que el bicarbonato sódico, están
contraindicadas en personas con hipertensión arterial”.
Para su consumo frente a la acidez lo mejor es
“consumirlas templadas y no calientes”, advierte Rosete. Esto
es así porque “el hecho de consumir alimentos o bebidas muy calientes puede
desencadenar o agravar la acidez ya que pueden irritar o inflamar la mucosa
gástrica y provocar que deje de realizar su función protectora y, por tanto, el
estómago queda expuesto a la agresión ácida, ya que no es posible neutralizar
el ácido gástrico de forma eficaz”, apunta Morago.
En cuanto al uso de probióticos frente a la acidez, Rosete
explica que “algunas enfermedades que cursan con acidez, como puede ser la
infección por Helicobacter pylori, pueden tratarse con probióticos como
coadyuvante de la terapia tradicional para restituir la microbiota alterada por
el propio tratamiento, pero esto no implica que los propios probióticos
sirvan como medida profiláctica frente a la acidez ya que no siempre vendrá
producida por una disbiosis”.
Actualmente, según la nutricionista, “no existe suficiente
evidencia científica para poder recomendar el uso de probióticos en los casos
de reflujo, ya que sus indicaciones se centran más en otras patologías de tipo
intestinal”. Ahora bien, es importante señalar que “antes de iniciar un
tratamiento con probióticos es recomendable acudir al médico de referencia para
que asesore sobre la viabilidad y beneficios del tratamiento, así como la
elección de los más adecuados para cada caso”.
En opinión de Morago, “los probióticos son bacterias
beneficiosas que viven en el intestino y que mejoran la salud general del
organismo facilitando la digestión, la absorción de nutrientes y fortaleciendo
el sistema inmune”. Aunque no se tomen específicamente para aliviar o
mejorar la acidez, sí pueden usarse para mejorar la digestión en general.
Si optamos por esta opción, Morago recuerda que hay dos
formas de ingerir probióticos: “Por una parte, tenemos la posibilidad de
aumentar el consumo de alimentos que son considerados como probióticos
naturales, como el yogur natural o el kéfir, kombucha, chucrut, tempeh,
miso, kimchi, masa madre o levadura natural, entre otros; y, por otra
parte, se puede hacer mediante el uso de suplementos con probióticos en
cápsulas, líquido o sobres”. Para esta segunda opción, “podemos destacar
las especies Bifidobacterium animalis, Bifidobacterium bifidum, Lactobacillus
acidophilus, Lactobacilus reuteri entre otras muchas”.
Si, a pesar de seguir todas estas recomendaciones, la
acidez persiste, se puede consultar con el médico para saber qué opción
de tratamiento es la más indicada. Es importante recordar que “no se debe
tomar medicamentos para contrarrestar esta acidez sin consultar con un
facultativo, ya que algunos de los más utilizados pueden tener efectos
secundarios”, señala Rosete. Es el caso del bicarbonato sódico “que
puede generar un efecto rebote debido a una compensación posterior en la
producción de ácido por parte del estómago, además de estar contraindicado
para ciertas patologías como la hipertensión arterial”.
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