La aparición de manchas blancas en las uñas, conocidas como leuconiquia, es algo muy frecuente. Sus causas pueden ser múltiples, desde lesiones en algunas de las capas que conforman estas placas duras, hasta enfermedades como la onicomicosis. Y no, el calcio no tiene nada que ver.
“Hay que tomar más leche, esa mancha
blanca en la uña es por falta de calcio”.
Seguro que alguna vez te han dicho algo parecido. Pues hoy vamos a desmontar
este bulo tan extendido: no, el calcio no tiene la culpa de esas
manchitas que aparecen de vez en cuando, conocidas como leuconiquia. Por
tanto, tomar más leche, yogur u otros productos lácteos no
va a hacer que desaparezcan. “Los niveles de calcio en la uña son bajos. Este
no le confiere la dureza y no se relaciona con la leuconiquia”,
afirma Lourdes
Navarro, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología
(AEDV).
Entonces, ¿por qué se producen
las manchas blancas? Antes que nada, debemos conocer de qué
está formado el aparato ungueal, que es básicamente las diferentes partes que
conforman la uña. En este sentido, las estructuras más importantes son
tres: el matriz ungueal (donde están las células que fabrican esta parte de
nuestro cuerpo), la lámina ungueal (lo que se conoce como uña) y el lecho
ungueal (sobre la que descansa la placa dura).
La lámina ungueal
está compuesta en su 80% por queratina,
la proteína que forma el componente principal de nuestra piel, el
pelo y las uñas, según explica Francisco
Ortiz, coordinador del GdT de Cirugía Menor y Dermatología y miembro de
la Sociedad Española Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc). El experto
detalla que la gran cantidad de aminoácidos ricos en azufre de esta proteína
facilita los enlaces entre ellos, lo que permite reducir la cantidad de agua y
hacerla más fuerte y dura. Otros elementos presentes en el aparato
ungueal son agua, lípidos y minerales (hierro, zinc, calcio).
Causas de las
manchas blancas en las uñas
Los motivos que originan la
leuconiquia pueden ser varios. Normalmente, se deben a traumatismos o a
alteraciones en algunas de las estructuras de la uña, aunque a veces las
causas obedecen a factores externos. Respecto a las lesiones que se pueden
producir en algunas de las partes del aparato ungueal, las expertas consultadas
por CuídatePlus distinguen
varias de ellas:
- Si el traumatismo afecta a la matriz,
hablamos de leuconiquia verdadera,
que se manifiesta cuando se forma la lámina ungueal (recordemos que es la
parte dura de la uña), provocando la pérdida de su transparencia. Por
tanto, tanto los pequeños puntos blancos como las líneas transversales que
se desplazan con el crecimiento de la uña son debidos a traumatismos sobre
la matriz. Es frecuente en niños, aunque es común que la manicura o
los golpes en el calzado sean
también los responsables.
- En el caso de que la lesión causante de
las manchas blancas se produzca en el lecho ungueal, se trataría
de una leuconiquia aparente. Casi siempre se debe a un edema (exceso
de agua). Se caracteriza porque la mancha no se desplaza con el
crecimiento de la uña y desaparece cuando la presionamos. De forma
general, esta alteración se debe al consumo de fármacos (quimioterapia) o
a enfermedades variadas entre sí, como la cirrosis, insuficiencia
cardiaca, insuficiencia
renal, etc.
Pseudoleuconiquia,
cuando la causa es externa
Si las manchas blancas de las uñas
aparecen por causas que nada tienen que ver con el aparato ungueal, nos
referiremos a la pseudoleuconiquia. En este sentido, las razones pueden
ser múltiples:
- Onicomicosis (hongos
en las uñas).
- Psoriasis.
- Alopecia areata.
- Alguna enfermedad sistémica que afecte al
riñón, al hígado o al corazón.
- Intoxicación por diversas sustancias como
el arsénico.
- Efecto secundario de los tratamientos
con quimioterapia.
¿Cuándo
preocuparnos?
El dermatólogo es el especialista que
diagnostica y trata las enfermedades de las uñas. Ortiz señala que “cuando las
lesiones afectan a múltiples uñas es conveniente consultar con el médico de
familia para orientar el caso”. Además, el especialista expone que otra razón
por la que deberíamos acudir a un profesional es si vemos que la lesión
blanquecina no se desplaza con el tiempo y aclara que las uñas de las
manos crecen a una velocidad de 3 milímetros al mes, mientras que las de los
pies lo hace a un ritmo de 1 milímetro.
“También es motivo de consulta las
leuconiquias longitudinales por su posible relación con pequeños tumores que
afectan a la matriz”, añade el dermatólogo.
¿Se puede tratar
la leuconiquia?
La leuconiquia como tal no tiene
tratamiento. Para ello, debemos conocer antes la causa de su aparición. Si se trata
de manchas aisladas, la mayoría de ellas desaparecerá con el
crecimiento de la uña, teniendo en cuenta que se trata de un proceso
lento.
Lo que sí es
importante es la prevención con el
objetivo de no sufrir microtraumatismos en el aparato ungueal. Navarro apunta
que es conveniente “evitar la manipulación de la uña, mantenerla bien
hidratada y protegida, respetando la cutícula, no eliminándola”.
Asimismo, según aconseja Ortiz,
debemos tener cuidado con el uso indebido en manicuras o de determinados productos
químicos, pues algunos esmaltes pueden dañar la queratina de la uña.
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