Maria Patricia Pinero Corredor.
¿Te preocupa el cambio climático? La dieta climatarian se enfoca en minimizar el impacto de la dieta en el planeta. Te explicamos cómo puedes aplicarla.
Cuando hablamos de algunos tipos de dietas, lo primero que
debemos reflexionar es sobre su objetivo. Por ejemplo, la dieta
climatarian es una de esas pocas dietas que prioriza a «un todo» y no a una
sola persona. Es decir, no solo protege la salud, sino también la salud del
planeta. ¿Cómo puede ocurrir esto?
Aquellos que adoptan este modelo de alimentación son
conscientes de que los alimentos que consumen no aumentan el calentamiento
global. Su producción, procesamiento y transporte no requieren grandes
cantidades de tierra o agua, no emiten gases de efecto invernadero, no
acidifican los océanos, entre otros efectos.
¿En qué consiste la dieta climatarian?
La dieta climatarian, también llamada «dieta planetaria»,
consiste en incluir aquellos alimentos que minimizan o evitan los
efectos nocivos del cambio climático, dentro de un plan de
alimentación. Estos efectos se hacen cada vez más evidentes y abarcan lo
siguiente:
- Calentamiento
global.
- Propagación
de enfermedades.
- Deshielo
de los glaciares.
- Aumento
de las plagas.
- Intensificación
de las tormentas.
- Mayores
olas de calor.
- Cambio
de los ecosistemas.
Dado que la propuesta no supone adherirse
a recomendaciones estrictas, es fácil de cumplirla cuando se compara con
las dietas restrictivas. Su propósito es comer alimentos que no
contribuyan al daño ambiental.
El cultivo, el procesamiento y la comercialización son
aspectos que se consideran. La idea es evitar aquellos que, de una u otra
forma, provocan un fuerte impacto en el medio ambiente. En este sentido,
también evita el uso de envases no biodegradables o los que producen gases
de efecto invernadero.
Y es que, según el Centro
para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el
deterioro ambiental incrementa los riesgos en la salud pública.
Algunas enfermedades como las respiratorias, las
cardiovasculares, los riesgos de salud mental, los golpes de calor, entre
otros, pueden originarse de fenómenos meteorológicos extremos y de los cambios
climáticos.
Un estudio de
expertos evaluó 15 grupos de alimentos y concluyó que los alimentos con
el impacto ambiental más bajo reducen el riesgo de muerte y de algunas
enfermedades crónicas.
Además, los alimentos asociados a una mejor salud, como las
frutas, los cereales integrales, las verduras, el aceite de oliva y los frutos
secos, tienen impactos ambientales bajos. En el caso de la fuente animal
proteica, se sugieren los pescados por encima de las
carnes rojas y las procesadas.
Alimentos saludables con bajo impacto ambiental
Hay que aclarar que la dieta climatarian no sigue los
mismos principios que una dieta vegana. Sobre todo porque hace una selección
de aquellos vegetales de menor impacto ambiental y, además, da cabida
a los alimentos de origen animal.
Aquellos que dejan una mayor huella en perjuicio del
ambiente son descartados. Los alimentos que requieren el uso de transporte
aéreo o los envasados en plásticos tampoco forman parte de esta lista.
Leguminosas
Una particularidad de los frijoles, los guisantes, los
garbanzos, las lentejas, entre otras, es que son capaces de enriquecer
los suelos con nutrientes y mejorar su estructura. Además, es un cultivo de
poca exigencia hídrica para su crecimiento.
Por esta razón, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y
la Agricultura (FAO) destaca a estos cultivos como multiplicadores de
otros. También los recomiendan porque, al no necesitar de fertilizantes
sintéticos, disminuyen el riesgo de contaminación del agua y de la emisión de
gases de efecto invernadero.
En cuanto a sus efectos sobre la salud, forman parte de las
dietas saludables. En el 2021, un ensayo
controlado concluyó que comer 150 gramos de legumbres cocidas
al día mejora la presión arterial y la composición corporal. Incluso,
los niveles de lípidos en la sangre y los marcadores de inflamación también
disminuyen.
Cereales integrales
Los cereales integrales o granos enteros son aquellos
abundantes en fibra dietética insoluble, ya que que conservan el salvado. Al
igual que las legumbres, el arroz integral, la cebada, la avena, el maíz, entre
otros, son poco exigentes en agua para poder crecer.
Al compararlos con otros alimentos, encontramos que 1
caloría de grano entero requiere solo 0,13 galones de agua para su crecimiento. Entre
tanto, la carne necesita 2,7 galones por caloría, las verduras 0,35 galones y
las frutas 0,55 galones.
Ahora bien, el consumo de estos alimentos disminuye el
riesgo de enfermedades crónicas. Una reciente publicación informó de una menor
incidencia de enfermedades cardiovasculares, de distintos tipos de cáncer y de
diabetes tipo 2 al ingerir más cantidad de estos cereales.
Frutos secos
El dióxido de carbono (CO2) es un factor principal del
cambio climático. El cultivo de frutos secos es de los que menos anhídrido de carbono
produce al compararlo con otros alimentos proteicos.
Para generar 100 gramos de proteínas a partir de los frutos
secos se emiten en total 0,26 kilos de CO2. Como
punto de referencia, 100 gramos de proteína de la carne de res generan 49,
89 kilos de CO2, las aves de corral producen 5,7 kilos de CO2 y los huevos 4,21
kilos.
Sin embargo, estos frutos necesitan de mucha agua para
crecer. Se ha encontrado que una almendra exige 3,2 galones de agua
para su crecimiento. Por esta razón, mientras se trabaja en reducir su
consumo de agua, se recomienda limitar su consumo.
Se sugieren las siguientes porciones:
- 1/4
de taza de nueces picadas o enteras,.
- 1
taza de leche de nueces.
- 2
cucharadas de mantequilla de frutos secos.
Otro punto a favor de los frutos secos es su valor
nutritivo y sus beneficios para la salud. Un
estudio del 2020 reportó que las personas que comen como
mínimo 1/2 onza de nueces al día tienen un menor riesgo de enfermarse del
corazón o de sufrir de un accidente cardiovascular.
Alimentos locales y de temporada
La dieta climatarian promueve los cultivos locales y de
temporada para reducir el procesamiento, el envasado, el transporte y la
contaminación de alimentos.
Al respecto, el Departamento de Agricultura de los Estados
Unidos (USDA) ha
encontrado que entre el 30 y el 40 % de los alimentos producidos en el
país norteamericano se descartan y se pudren en un vertedero. En el proceso
de putrefacción se produce metano, uno de los gases de efecto invernadero.
Cuando los vegetales locales son cosechados en temporada se
preservan más sus vitaminas y minerales, ya que se recolectan en la madurez
óptima de consumo y disminuye su tiempo de transporte.
Setas
Las setas se
caracterizan porque crecen entre los desechos de otros cultivos, como en las
mazorcas o en las cáscaras de los frutos secos. Esto reduce el desperdicio de
los alimentos en los vertederos.
Un ejemplo de las setas son los champiñones, que exigen
cantidades mínimas de tierra y agua para favorecer su crecimiento. En
ese proceso liberan cantidades pequeñas de CO2.
Un
estudio demostró que la parte de los hongos que crece bajo tierra
resulta una alternativa al plástico sintético. Esto le da más versatilidad y
beneficios adicionales.
Alimentos que se deben limitar
Los alimentos con mayor impacto ambiental no deben formar
parte de la dieta climatarian. A continuación, los detallamos.
Carnes rojas
El principal inconveniente de las carnes rojas para el
ambiente es que la
ganadería produce 7,2 megatoneladas de CO2 al año, lo que contribuye con
el 41 % de la emisión de gases con efecto invernadero.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estudiado
el posible efecto carcinógeno de estas carnes, por lo que recomienda reducir su
consumo.
Aceite de palma
Reducir el consumo de aceite de palma puede evitar la
deforestación y la desintegración de hábitats para especies en peligro de
extinción. Se requiere mucha tierra para su cultivo.
Además, es muy común en los alimentos procesados. Por ende,
al reducir su cultivo, también disminuiría el consumo de los productos
industrializados.
Productos alimentarios ultraprocesados
Los alimentos ultraprocesados se caracterizan por contener
mucho azúcar añadido y aceite de palma. Además, una buena parte es
comercializado en envase plástico no biodegradable.
Un estudio de este mismo año hizo un hallazgo
interesante; por cada 10 % de las calorías provenientes de los ultraprocesados,
hay un 15 % más de riesgo de muerte.
Azúcar
Está claro que el cultivo de caña de azúcar
afecta el ecosistema. Requiere el uso de grandes cantidades de
agua, contribuye a la contaminación del aire, a las emisiones de gases con
efecto invernadero y reduce la biodiversidad.
Todo esto sumado a que el consumo excesivo de azúcar puede
conllevar a la obesidad, a las enfermedades cardíacas y a la diabetes tipo II.
¿Cómo se recomienda cocinar en la dieta
climatarian?
Ya sabemos qué alimentos incluir y cuáles no en la dieta
climatarian. Pero, ¿qué hacemos con ellos? La mejor manera es comerlos
crudos en el caso de los vegetales. Así se ahorra energía y no se
emite carbono.
En algunos casos, como las legumbres y los cereales
integrales, hay que cocinarlos para ablandarlos. Para esto, usa una olla a
presión y reduce el horneado, ya que el horno es el equipo de cocina que más
energía gasta.
Cuando estés haciendo la dieta climatarian, recuerda
no tirar la comida y aprovechar al máximo los restos de alimentos sobrantes.
Estos desperdicios producen el 10 % de todos los gases de efecto invernadero.
En cualquier caso, asegúrate de buscar asesoría con un
profesional en nutrición. Dado que es necesario evitar ciertos alimentos, lo
mejor es obtener un plan diseñado por un experto para prevenir posibles
deficiencias nutricionales.
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