Por Agencias EFE
Los huevos son interesantes porque son
alimentos proteicos gracias a la albúmina, que encontramos en mayor cantidad en
este producto.
Hay muchas dudas y contradicciones acerca de los huevos y sobre si son saludables en la dieta. Por ello, Noelia López, nutricionista de Nestlé, desmiente todos los mitos sobre este alimento.
Los huevos son interesantes porque
son alimentos proteicos gracias a la albúmina, que encontramos
en mayor cantidad en este producto.
Si estamos siguiendo una dieta vegetariana, se
pueden consumir en distintas elaboraciones. Este alimento aporta proteínas de
alto valor biológico y son de fácil digestión.
“Esto quiere decir que nuestro sistema
digestivo es capaz de aprovechar la totalidad de estos nutrientes que se
concentran mayormente en la clara del huevo”, apunta la nutricionista Noelia
López.
La experta recuerda que siempre se deben cocinar porque
cuando están en crudo “la capacidad del organismo para aprovecharlas es
limitada”. En el caso del huevo duro, se reduce a la mitad.
Grasas saludables y proteínas, nutrientes más
destacados
En la yema, hay grasa, pero mucho menos de lo
que popularmente se cree. El 50 % de la yema es huevo y el resto se reparte a
partes iguales entre proteínas y lípidos. La menor parte de estas grasas son saturadas.
Las yemas aportan grasas mono y poliinsaturadas,
por lo que tienen un perfil saludable. Es el caso del ácido oleico,
linoleico y el Omega 3. También aporta colina, una molécula presente
en muchos procesos metabólicos, necesaria para el funcionamiento adecuado del
organismo.
Además, tiene un alto contenido en vitaminas
liposolubles como la A o D, minerales como el fósforo, el hierro y el zinc,
antioxidantes como los carotenoides y otros nutrientes.
¿Hay diferencias entre los tipos de huevos?
No todos los huevos son iguales, al igual que difiere su
impacto ambiental. Estos pueden tener un origen diferente y variar su
producción. La alimentación de las aves es decisiva en la calidad nutricional
del huevo.
El tipo de cría es importante porque termina determinando
la categoría y la calidad del huevo. Una compra consciente con conocimiento
contribuye a que sea más fácil llevar una alimentación sostenible y
responsable.
La experta recuerda que “hay que saber poner atención para
poder comprar huevos de calidad y sostenibles”. La cáscara de los huevos lleva
impreso un código de letras y números que reúne información de interés.
El primer número nos informa del método de cría y va del 0
al 1:
O: gallinas ecológicas, que salen al aire libre y consumen
pienso ecológico, por lo que hay bienestar animal.
1: gallinas criadas en libertad, pero que comen
pienso libremente
2 : gallinas criadas en el suelo que pueden
moverse en un gallinero cubierto
3: aves criadas en jaulas
¿Cómo se deben conservar?
Es importante no lavar los huevos con agua y retirar
cualquier resto con una servilleta de papel, pero sin utilizar líquidos que
alteren la protección natural del huevo.
Los huevos no deben congelarse porque puede romperse la
cáscara y alterar su aspecto. Tampoco es recomendable dejarlos a temperatura
ambiente o cerca de zonas donde cocinamos y la temperatura varíe mucho.
La nutricionista recomienda utilizar la nevera e intentar
mantenerlos a una temperatura constante. Por ello, guardarlos en las
estanterías de la puerta del frigorífico está desaconsejado.
“El mejor sitio es la estantería central para
evitar condensaciones de la cáscara que favorecen el crecimiento de bacterias
como la salmonella. Esta podría llegar a penetrar dentro del huevo a través de
los poros de la cáscara”, apunta López.
Asimismo, es importante respetar la fecha de caducidad y no
utilizar métodos caseros para determinar si se puede consumir.
Sumergir un huevo en agua para comprobar si flota ayuda a
verificar la frescura del huevo, pero esto no implica poder obviar la fecha de
caducidad.
A medida que el huevo es más viejo, entra más aire en los
poros de la cáscara y aumenta la flotabilidad. Por ello, un huevo recién
recogido del corral se hunde rápidamente.
¿Los huevos afectan al colesterol?
En los años 70, se recomendó limitar el consumo de huevos a
la población a tres por semana debido al colesterol.
La experta explica que esta recomendación “está
desactualizada y hoy en día se sabe que tomar un huevo al día no aumenta el
riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares o de aumentar el colesterol en
personas sanas”.
La Fundación Española del Corazón recomienda una
ingesta de tres a cinco huevos por semana y solo si se tiene niveles altos de
colesterol, se deberían reducir a dos o tres huevos enteros y a 4 o 5 claras
semanales.
En el caso de las imperfecciones en los huevos como las
arrugas o las marcas de sangre no presentan riesgo para la salud, por lo que se
pueden consumir sin problema.
Las cáscaras arrugadas son un defecto debido a la
acumulación de calcio y nutricionalmente no tiene ninguna implicación. En el
caso de las marcas de sangre, son imperfecciones por desgarros y hemorragias.
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