Por: Saúl Sánchez Arias
Te vamos a contar para qué sirven los estabilizantes y qué
tipos se pueden encontrar. También si resultan o no peligrosos para la salud
cuando se consumen regularmente.
Los estabilizantes alimentarios son una serie de aditivos
que se utilizan de forma frecuente en los productos industriales para mejorar
sus características organolépticas. Pueden ser naturales o sintéticos, y
normalmente se consideran bastante seguros para la salud.
Como norma general, impiden la separación de las
emulsiones, espumas y suspensiones en sus componentes individuales. De
este modo, se logra aumentar la viscosidad del resultado final.
Antes de comenzar, hemos de destacar que conviene
priorizar la presencia de los alimentos frescos en la pauta. Dichos
comestibles cuentan con una elevada densidad a nivel nutricional, lo que
permite satisfacer los requerimientos diarios. Es clave evitar déficits, ya que
a mediano plazo esto podría provocar el desarrollo de patologías crónicas y
complejas que afectasen negativamente al bienestar.
¿Cómo funcionan los estabilizantes?
Según hemos comentado, los estabilizantes se encargan de
evitar la separación de los componentes de las emulsiones. Gracias a ellos, se
reduce la cantidad de agua libre, por lo que absorben parte del líquido y
provocan que la densidad de la preparación sea superior. El resultado
será siempre más viscoso. Normalmente, se emplean para garantizar el
equilibrio con el paso del tiempo en lo que a textura se refiere.
Ahora bien, en algunos casos se ha puesto en duda la
salubridad de dichos compuestos. Lo cierto es que para garantizar que no
generan efectos nocivos sobre el organismo, la EFSA realiza ciertas
investigaciones cada poco tiempo.
Todas las sustancias que entran dentro de la categoría
de aditivos alimentarios pasan por una serie de
rigurosos controles y análisis para garantizar que pueden ser
incluidos en la dieta de forma regular.
Aun así, existen discordancias sobre algunos de estos
compuestos. Los que más debate generan son los encuadrados dentro del grupo de
los edulcorantes artificiales. Se ha demostrado que
afectan de manera negativa a la microbiota, reduciendo su densidad y
diversidad. Esto podría incrementar el riesgo de sufrir patologías
inflamatorias a mediano plazo, o de experimentar problemas digestivos que
condicionen el uso de los nutrientes.
¿Cuáles son los estabilizantes más empleados?
Los estabilizantes y aditivos alimentarios empleados en un
producto han de estar mencionados en el etiquetado. Habitualmente, se utiliza
una nomenclatura que emplea una letra y números para designarlos.
Los más frecuentes dentro del contexto de los
estabilizantes son el agar agar y la goma guar. Pueden actuar como fibra y no generan daños en el organismo a mediano
plazo. Incluso, tendrían la capacidad de ayudar a reducir el estreñimiento.
Las fibras incrementan el volumen del bolo fecal, logrando
así una activación mayor de los mecanorreceptores del tubo. Esto se
traduce en movimientos peristálticos más intensos, lo que facilita el descenso
de las heces.
Por otro lado, parte de la fibra sirve de sustrato
energético para las bacterias que conforman la microbiota. De este modo, se
estimula su crecimiento.
Estabilizantes naturales y artificiales
Dentro del grupo de los estabilizantes, podemos encontrar
compuestos naturales y otros que han sido diseñados de forma sintética en un
laboratorio. Entre los naturales más conocidos, se encuentran los ya
mencionados, las pectinas y el ácido algínico. Se considera que no generan
efectos negativos sobre el estado de salud, aunque en ciertas personas
con problema inflamatorio intestinal podrían sentar
mal.
En el caso de desarrollar algún síntoma digestivo tras el
consumo en repetidas ocasiones de un procesado con estabilizantes, lo mejor
será consultar con un especialista. Puede que exista alguna patología como el
síndrome del colon irritable. En este caso, lo más adecuado podría ser poner en
marcha una dieta baja en residuos y en fibras, ya que existen evidencias de
que podría facilitar el manejo del problema.
Otra opción es que exista una alergia al elemento en
cuestión. Si se llegase a desarrollar, podría ser preciso retirar por completo
el aditivo de la pauta, ya que podría generar males mayores. Ahora bien, los
síntomas suelen ser significativos cuando se inicia un proceso de este tipo.
Estabilizantes, aditivos alimentarios que
mejoran la textura de los alimentos
Como has visto, los estabilizantes son una serie de
compuestos que se engloban dentro del grupo de los aditivos y que se utilizan
para conseguir una mejor textura y densidad de ciertos alimentos de origen
industrial.
En líneas generales, conviene no abusar de este
tipo de comestibles, ya que no siempre cuentan con una buena
calidad desde el punto de vista nutricional. Siempre es mejor promocionar la
presencia de alimentos frescos en la pauta, capaces de aportar vitaminas,
minerales y compuestos antioxidantes.
Para terminar, hemos de destacar que los aditivos
alimentarios no siempre son artificiales, sino que en muchas ocasiones se
extraen de plantas o de elementos presentes en la naturaleza.
Esta siempre será una mejor alternativa, ya que el riesgo
de experimentar efectos secundarios tras su consumo será mucho menor. También,
será menos probable que se termine desarrollando un proceso de
hipersensibilidad hacia los mismos, como las alergias o las intolerancias.
Fuente:
https://mejorconsalud.as.com/
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