Muchas parejas creen que si no llegan al orgasmo al mismo
tiempo, algo no está funcionando. En realidad, disfrutar del sexo supone
atender a otros aspectos más importantes que tratar de alcanzar el clímax
juntos, algo que es muy poco frecuente.
“Una especie de alineación de planetas, de eclipse lunar, de conjunción astral”. Así define la sensación que provoca un orgasmo simultáneo Raúl Padilla, psicoterapeuta y sexólogo. Con orgasmo simultáneo nos referimos a la capacidad de la pareja de lograr al mismo tiempo el clímax en una relación sexual. La gran y pequeña pantalla se han encargado de mostrarnos una y otra vez que esta explosión de placer es de lo más frecuente durante el sexo. Plano cenital, más hombre y mujer que se recuestan boca arriba sobre la almohada, más sonrisa de oreja a oreja. Igual a lo normal, lo común, lo natural… ¿no? Pues no. Lo cierto es que, en este caso, la realidad no supera a la ficción.
“Tenemos la creencia de que si no llegamos al orgasmo a la
vez que nuestra pareja, algo no está funcionando. Este pensamiento forma parte
de unas expectativas altas que depositamos en la relación sexual, ya que el
orgasmo simultáneo es muy difícil que ocurra”, aclara María Orosan,
sexóloga y psicóloga sanitaria en Psicopartner.
Por tanto, a pesar de que el orgasmo simultáneo es
real, este no se hace, sino que llega. En palabras de Padilla, “es una
reacción, un reflejo, no una respuesta o conducta”. El clímax es una fase de la
respuesta sexual que se ve influida por factores externos como el estrés o
el cansancio.
“Cada persona tiene un ritmo distinto. No hay dos encuentros iguales y depende
de la situación y de las respuestas de nuestro propio cuerpo para que lleguemos
antes o después al orgasmo”, añade la especialista.
“La fantasía de fusión es muy bonita y está ampliamente
documentada en la literatura y en la letra de las canciones. Forma parte de
cómo nos han enseñado qué se debe amar y qué debemos esperar de nosotros, de la
otra persona y de qué cosas son o no son aceptables”, explica Padilla. Sin
embargo, el terapeuta recuerda que una pareja está compuesta por dos personas
y, salvo en momentos en los que el estado psicofisiológico es parecido (mismo
nivel de excitación, deseo y activación), la misma relación sexual es
diferente para cada una de ellas: “No solo es normal, sino
saludable que cada cual siga su evolución individual en la respuesta sexual
hasta el orgasmo,
independientemente de la otra persona”.
Consejos para llegar al orgasmo al mismo tiempo
Ha quedado claro que el sexo es mucho más que procurar un
orgasmo simultáneo, que, siendo sinceros, es muy poco frecuente. Si aún así, la
pareja desea alcanzar el clímax a la vez, Orosan apunta estos consejos que
pueden ayudar, no solo para este último objetivo, sino para disfrutar del sexo
en general, que al final, debería ser la prioridad:
- Trabajar
la comunicación.
Debemos sentirnos con la libertad de expresarle a nuestra pareja lo que
nos gusta y nos excita, así como estar cómodos para poder
relajarnos y compartir nuestras fantasías.
- Hacer
pequeños parones durante la relación sexual para
ajustarnos al ritmo de la otra persona puede ayudar.
- Practicar
determinadas posturas, como el misionero en distintas
vertientes, facilitan el orgasmo en la mujer, ya que la penetración es más
profunda y hay más estimulación
del clítoris.
“Es más sencillo que surja la simultaneidad del orgasmo
cuando los ritmos son parecidos y el nivel de excitación de quien tiene
menos facilidad para llegar al clímax es respetado por la otra parte, pero
sin la meta de la simultaneidad, sino para descubrir cómo va evolucionando”,
detalla Padilla. El sexólogo subraya que en el momento en que seamos capaces de
predecir la respuesta sexual de nuestra pareja, podremos interiorizarla para no
ser tan conscientes y así acoplarnos a ella”.
Por su parte, Orosan insiste en que las relaciones sexuales
tienen grandes beneficios en la pareja independientemente de la posibilidad de
llegar al orgasmo simultáneo. En todo caso, agrega, si hubiera que
mencionar alguna ventaja del mismo, “sería el de que aumenta la sensación de
conexión y complicidad con nuestra pareja”.
No llegar al orgasmo, algo normal
La falta de educación sexual es responsable de
que muchas personas crean que una relación sexual no es satisfactoria si no se
llega al orgasmo. En este sentido, “pensamos en genitalidad y
orgasmo, a ser posible genitalidad heterosexual con penetración intravaginal y
eyaculación interna”, comenta Padilla. Esta visión generalizada hace que todo
lo que se desvíe de la misma no se considere normal.
Nada más lejos de la realidad. Según el psicoterapeuta, “el
órgano sexual por excelencia es el cerebro y el órgano sexual más grande es la
piel. A partir de ahí, la sexualidad se vive y se siente como se quiere o
como se puede, teniendo en cuenta los determinantes educativos que nos dicen lo
que debemos esperar del sexo”. De esta manera, debemos tener en cuenta
que podemos buscar el placer no solo para arrebatarnos, sino
simplemente para que nos reconforte o relaje. Se trata de una forma
diferente de disfrutar del sexo, en el que la excitación puede bajar sin haber
llegado al orgasmo, que, al final, es algo muy normal a lo que no deberíamos
atribuir connotaciones negativas.
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