El diagnóstico precoz del trastorno bipolar es indispensable para un pronóstico más favorable. No es una tarea sencilla, pero hay algunos factores de riesgo y síntomas de alerta que pueden contribuir a su detección.
El trastorno
bipolar es una enfermedad mental grave bastante frecuente. Su
pronóstico depende de diversos factores, entre los que ocupa un lugar destacado
el diagnóstico precoz. Dos psiquiatras nos explican cuáles son los
principales factores de riesgo y las señales de alerta que contribuyen
a una detección temprana.
Lo primero es saber en qué consiste: es un trastorno
crónico que afecta a los mecanismos que regulan el estado de ánimo y se
manifiesta en forma de episodios recurrentes y alternantes de depresión y
manía (euforia) o hipomanía (euforia más leve). La causa exacta de esta
enfermedad se desconoce, pero cada vez se sabe más sobre su evolución. “Se han
objetivado una serie de parámetros neurobiológicos que se alteran coincidiendo
con las crisis o con los momentos de descompensación de esta enfermedad”,
explica Emilio
Sánchez, jefe de sección de Psiquiatría del Hospital Universitario
Gregorio Marañón, de Madrid. “Es una enfermedad que, dentro de su cronicidad,
está sujeta a un patrón evolutivo que llamamos fásico”, recalca. “Tiene largos
periodos de estabilidad y otros, normalmente más cortos, de descompensación que
consisten en episodios de depresión y episodios de euforia patológica (manía).
Síntomas característicos del trastorno bipolar
Gonzalo Salazar
de Pablo, vocal de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental
(Sepsm), precisa que el diagnóstico del trastorno bipolar “se realiza a
través de la entrevista clínica”. En ella se valora el conjunto de síntomas
que presenta el paciente, teniendo en cuenta tanto la frecuencia (“no es lo
mismo que duren un día que dos semanas”) como la intensidad y la cantidad de
manifestaciones. Al fin y al cabo, “todos tenemos momentos de excitación y
estados depresivos”, pero solo se puede hablar de trastorno bipolar cuando se
presentan de una forma determinada.
Síntomas de los episodios de manía
- Irritabilidad.
- Humor
exaltado.
- Disminución
de la necesidad de sueño.
- Pensamientos
que van demasiado rápido.
- Mayor
motivación y realización de más actividades.
- Decisiones
impulsivas; por ejemplo, gastos excesivos en cosas que realmente no se
necesitan.
- Más
interés por la actividad sexual.
- Otras
conductas no habituales.
- Aumento
de la autoestima.
- Ideas
de grandiosidad.
- En
algunos casos se puede hablar de síntomas psicóticos.
Síntomas de los episodios de depresión
- Ánimo
bajo.
- Tristeza.
- Problemas
de sueño. Necesidad de dormir demasiadas horas.
- Falta
de motivación.
- Falta
de energía.
- Ideación
suicida.
- Autolesiones.
- Fatiga
o agotamiento.
- Dificultad
para la concentración y extrema indecisión.
- Sensación
de vacío.
Los momentos en los que no hay episodios de depresión ni de
manía se denominan períodos de eutimia.
Factores de riesgo del trastorno bipolar
En el diagnóstico del trastorno bipolar también pueden
aportar pistas muy valiosas los factores de riesgo de cada individuo.
Genética
Los factores genéticos explican una parte del riesgo de
desarrollar la enfermedad. Los familiares de primer grado de un
paciente con trastorno bipolar tienen un riesgo de casi el doble de
sufrirlo.
Factores psicosociales
Los períodos de mucho estrés,
como la muerte de un ser querido u otras experiencias traumáticas,
pueden influir en la aparición del trastorno bipolar. Se cree que inciden
especialmente en individuos ya predispuestos desde el punto de vista genético o
biológico.
Drogas
El consumo de alcohol y de drogas de abuso acompaña
con frecuencia al trastorno bipolar. Sin embargo, no está claro si el abuso de
sustancias desencadena la enfermedad mental o es esta la que induce el consumo.
También podría ser en las dos direcciones o según los casos.
Signos precoces y señales de alerta de
trastorno bipolar
La detección precoz del trastorno bipolar no es habitual;
generalmente, el diagnóstico se produce cuando el afectado ya lleva varios años
sufriendo la patología. Las causas de este retraso son múltiples, pero hay una
que destaca sobre el resto y es de difícil solución: los criterios clínicos de
diagnóstico establecen que solo se puede confirmar el trastorno cuando
hay un episodio de manía, pero esta no siempre es la primera
manifestación.
Sanchez indica que el trastorno bipolar más típico, que es
el tipo I, aparece generalmente en la juventud. “De media, los primeros
síntomas de la enfermedad estarían alrededor de los 20 años”, asevera. Sin
embargo, suele ser diagnosticado bastante más tarde “porque cuando
aparece, normalmente, lo hace en forma de fase depresiva”. Y esa depresión
en una persona joven “queda
enmascarada por sus circunstancias vitales: por un fracaso
personal o amoroso, los estudios…”. Muchas veces, esos jóvenes “ni siquiera
acuden al médico o al psiquiatra y, cuando lo hacen, lo más que se les puede
diagnosticar es de depresión”.
¿Cómo salvar este escollo? Considerando que la depresión en
una persona joven constituye un marcador que indica que posiblemente
desarrollará un trastorno bipolar en unos años, por lo que es conveniente
someterla a seguimiento y, en caso necesario, comenzar un tratamiento
preventivo con psicoeducación y fármacos estabilizadores del ánimo.
Salazar resume los signos de alerta más importantes de cara
a la detección precoz: un primer episodio depresivo en una edad muy
temprana y la historia familiar de trastorno bipolar.
Importancia de la intervención temprana
En palabras del psiquiatra de la Sepsm, la intervención
temprana “es importante en todos los trastornos mentales y en este en
concreto es crucial”. Se ha comprobado en diversos estudios que, “cuanto antes
se inicie tanto la psicoeducación como el tratamiento farmacológico con litio u
otro estabilizador del ánimo, mejor será el pronóstico”, subraya.
La terapia psicológica para evitar recaídas consiste en
establecer unos ritmos, rutinas y pautas que los pacientes sigan en su día a
día y sepan cuándo tienen que pedir ayuda. Muchos consiguen llevar una vida
normal, pero “este trastorno es de las enfermedades con más impacto en
la calidad de vida”, afirma Salazar
0 Comentarios